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martes, 27 de agosto de 2019

RONDA DE AGOSTO


                Con una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) –más conocida como “gota fría”- finiquitamos agosto antes de tiempo. La lluvia nos predispone a levantarnos de la tumbona y a abandonar las playeras; cambiar la sombrilla por el paraguas y ponernos en modo “ON”. Y eso que este agosto no ha sido ni mucho menos un mes prescindible. Comenzó con el anual recuerdo del Holocausto, también el español, que diría Paul Preston. Fueron 4427 los españoles asesinados en el campo nazi de Mauthausen-Gusen. Esa es la cifra que figura en el BOE del viernes 8 de agosto de 2019. Es el listado más completo realizado hasta la fecha. El abrasante mes de agosto empezó con el recuerdo de esta infamia. ¡Sí!, infame fue el régimen nazi, y más infame fue el de Franco que condenó al exilio a miles de compatriotas, a los que negó la Patria y arrojó a los campos de exterminio. En los años 50, el gobierno francés envió a Franco un primer listado. El dictador ordenó archivarlo bajo siete llaves. Y allí, oculto a quienes querían conocer esa página negra de la dictadura, permaneció hasta 2009. Fue entonces cuando el Ministerio de Cultura editó un libro con la mayoría de los nombres ahora vueltos a publicar. Demasiado tiempo, demasiado dolor, demasiado olvido. 

OPEN ARMS
                  La ronda agosteña sigue por alta mar. En medio del Mediterráneo, el Open Arms, con su capitán Oscar Camps al frente, salvó a 160 personas de morir ahogadas. A estas alturas todo el mundo conoce la película de los hechos. El desenlace sigue pendiente de que la corbeta “Audaz” de la Armada amarre en el puerto de Algeciras con 15 de los migrantes rescatados por la ONG Proactiva. Con ese telón de fondo, el neo fascista Salvini inició su asalto al Estado italiano, un tiro a sus aliados –los 5 Stelle- que puede salirle por la culata. La Unión Europea demostró su incapacidad para rescatar personas, en contraste con la que tiene para rescatar bancos. El gobierno en funciones argumentó su provisionalidad para justificar su rumbo zigzagueante, mientras sacaba a relucir una posible sanción a la ONG que encendió todas las redes sociales. ¿Qué ha cambiado para que el trato sea tan diferente al que hace un año se dio al Aquarius?   
                  Así transcurría la parte central de agosto, hasta que saltó la intoxicación alimentaria del mes. Un brote de listeria con foco en Sevilla y tentáculos en media España. Debajo de la bacteria se descubrió todo un submundo -casi como los de Dostoievski-, con controles sanitarios que no son tales, empresas blancas que ocultan la procedencia de los productos que venden, una Junta de Andalucía perdida en justificaciones, o unos responsables que no asumen ninguna responsabilidad. Nada nuevo bajo el sol. No hay más que recordar cómo gestionó la derecha otras crisis. Desde aquel “bichito que si se cae se mata”, con que la UCD zanjó el escándalo del envenenamiento por aceite de colza adulterado, a los “hilillos de plastilina” con que Rajoy describió la fuga de petróleo del Prestigeen la mayor marea negra ocurrida en las costas gallegas.         

EL ÓRDAGO Y LA TRÁGALA. 
                  Y llegamos a las “no negociaciones” para la investidura de Pedro Sánchez. “Esa propuesta es un órdago”, así zanjó la vicepresidenta del gobierno la oferta de agosto de Unidas-Podemos de formar un ejecutivo de coalición. ¿Y qué alternativa propone el PSOE por boca de  Carmen Calvo? Por lo que sabemos, tampoco nada nuevo: un acuerdo programático para un gobierno en solitario del PSOE. Una alternativa calificada por Podemos como “trágala”. El caso es que no ha habido movimientos negociadores durante un mes de agosto en que se han batido varios records: día más cálido, mes más seco, cantidad de agua caída en 1 hora, número de incendios,… Y con un gobierno en funciones. Sánchez se reincorporó a su despacho en la Moncloa siguiendo con su agenda de entrevistas con la sociedad civil. Ninguna vota en el Congreso. Tal vez por eso, parece más una ronda para elaborar un programa electoral que la negociación de una investidura. Los sindicatos y la mayoría de la gente lo tienen claro. En abril se votó por un gobierno plural y progresista. Nada justifica una repetición de las elecciones. Si no se ponen de acuerdo, habrá que buscar mediadores. Es lo que hacen las democracias consolidadas. Negociar sin prisas, sin líneas rojas y con un poco de empatía.  
URBANO GARCIA

Imagen:
1. El barco OPEN ARMS amarra en Lampedusa. ELIO DESIDERIO (EFE)