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miércoles, 30 de mayo de 2012

SYRIZA

No le faltan referentes a la izquierda europea en los que buscar respuestas políticas a los convulsos y confusos tiempos en que vivimos. Unos confían en François Hollande como regenerador del discurso socialdemócrata clásico. Otros miran a Islandia como ejemplo de transparencia y participación ciudadana. Y todos están atentos de Grecia por ser el terreno en el que se están dirimiendo de forma más cruda las contradicciones de una Europa gobernada por mercaderes. La imagen que los medios de comunicación están dando últimamente de los griegos no deja de ser tópica, además de tóxica. No hay más que oír a la presidenta del FMI, Christine Lagarde, decir que “los griegos tienen que pagar sus impuestos” para darnos cuenta de la magnitud del estropicio. Más le valdría al FMI combatir el saqueo que supone la existencia de los paraísos fiscales. Tampoco la Unión Europea parece muy acertada en sus valoraciones. Amenazar con un gobierno de tecnócratas sumisos a sus órdenes no parece la mejor forma de defender la democracia. Por cierto, no hay que olvidar que ésta, la democracia, nació precisamente allí, en Atenas. Los griegos volverán a decidir en las urnas su futuro tras no poder formar un gobierno con mayoría. La cita será el próximo 17 de junio.   
                Nueve días antes, el viernes 8, Yorgos Mitralias, hablará en Valencia de su país. Yorgos es un destacado miembro del Comité contra la Deuda e impulsor de ese ilusionante proyecto de convergencia de las izquierdas helenas que se llama Syriza, acrónimo de Coalición de la Izquierda Radical, cuyo principal partido es Synaspismós, literalmente Coalición y que no es otra cosa que la unión de diversos movimientos y partidos de izquierda y ecologistas.

OTRA EUROPA
                El otrora referente clásico de la izquierda helena, el Partido Comunista Griego, el KKE, no forma parte de Syriza, tampoco el PASOK. La Coalición apoyada por Mitralias ocupa un amplio espacio político que va de la socialdemocracia al eurocomunismo pasando por el ecosocialismo, y se ha convertido en la bicha negra para la derecha, la griega y la europea. Su postura es radical respecto a la deuda que está desangrando su país. No son partidarios de pagarla. Los griegos, como nosotros, son víctimas del perverso mecanismo por el cual para pagar la deuda se recurre a préstamos con intereses abusivos. Con lo cual, la deuda en vez de disminuir, crece. El Banco Central Europeo actúa como motor de la especulación al prestar a los bancos privados al 1% para que estos compren deuda de los Estados al 3,4 y hasta 7% de interés. Un negocio redondo para los banqueros, un saqueo para los ciudadanos. Es uno de los muchos negocios que florecen en lo que llaman crisis y no es más que un atraco.
Salvando las distancias, Syriza podría asimilarse a una simbiosis entre Esquerra Unida/Izquierda Unida y Compromís, una coalición plural, dispuesta a sumar con un programa de mínimos. Una opción moderna que apuesta por otra Europa. Una Europa solidaria, más atenta a los ciudadanos y a las libertades que a las cotizaciones en Bolsa. Una Europa ilustrada concebida como un proyecto común y no como un nicho de negocio para los egoísmos nacionales. Hace unas semanas, Syriza no apoyaba que Grecia abandonara el euro. Sí que estaba contra las condiciones draconianas que le imponen las instituciones de la Unión. La derecha, la griega y la europea, ha llamado a rebato. Todos contra Syriza. Nueva Democracia, el partido hermano del PP, responsable de maquillar las cuentas griegas para entrar en la eurozona, se ha autoproclamado valedor de los intereses alemanes en la península helénica. ¿Quién hace aquí ese papel?        

OTROS BANCOS    
                Iban a ser 4.000 millones de €. Vamos por los 23.000 millones de ayudas públicas a Bankia. Cuando salió a Bolsa, Rato dijo que el banco tenía 170 millones de beneficio. Resulta que eran 3.000 de pérdidas. ¿Quién nos mintió? La suma de dos agujeros (CajaMadrid y Bancaja) dio por resultado un agujero negro (Bankia). ¿Quién fue el responsable de esa insensata fusión? A pesar de la tremenda inyección de dinero público a Bankia, ¿por qué el PP se opone a la creación de comisiones de investigación? “Cuando esté saneada, recapitalizada y financiada se venderá y se recuperará la inversión del Estado”, dice Rajoy. ¡Vamos!, socializar perdidas y privatizar ganancias. Si es necesario habrá que sanear, recapitalizar y financiar Bankia con dinero público, pero para convertirla –aunque sea en parte- en una banca pública ética que ayude a los ciudadanos y no para seguir repartiendo suculentas indemnizaciones entre sus consejeros. Hay que pedir responsabilidades, económicas y políticas, por este desastre. Y mientras todo eso ocurre, ni un recorte más en sanidad y educación. Ni un recorte más a nuestro futuro y al futuro de nuestros hijos. Otra Europa es posible, también otra banca, solo hace falta ponerse manos a la obra. Islandia es un ejemplo. Grecia, también. 

URBANO GARCÍA

FOTO: efe

ERNEST O LA DETENCIÓN, MÁS O MENOS ACCIDENTAL, DE UN INDIGNADO


A veces, ni la mejor ficción supera a la realidad. Hacía días que policías de paisano seguían los pasos de Ernest, un indignado valenciano que se sumó al 15M cuando hace un año irrumpió en la vida política de nuestro país. Conocían todos sus movimientos. Sabían dónde vivía y qué hacía con su tiempo. Le esperaron a la salida de su casa, en el barrio de Zaidía, a cuyo colectivo del 15M pertenece. Le siguieron. Subieron con él a un autobús municipal. Nada más arrancar, le rodearon, le esposaron y le comunicaron que estaba detenido. Los restantes pasajeros se miraron perplejos, no salían de su asombro. No se lo podían creer, les parecía una película. Para Ernest era una pesadilla. Nadie entendía nada. Ernest tiene un semblante cerúleo, su imagen refleja la fragilidad de su salud. Y es que Ernest vive con un doble trasplante, de riñón y de páncreas. Su hígado también se resiente tras muchos años de diálisis.
La policía debía estar al tanto de  sus constantes hospitalizaciones. O no. El viernes 18, una semana después de la manifestación del 12 de mayo en conmemoración del primer aniversario del 15M, Ernest fue hospitalizado por una infección. No salió de La Fe hasta el martes 22. Al día siguiente, miércoles 23, lo detuvieron.
Los policías ordenaron al conductor que parara el vehículo. Bajaron a Ernest esposado del autobús. Le subieron de mala manera en un coche de policía. Lo trasladaron a la Jefatura Superior de la Policía. Allí, en una pequeña celda, pasó Ernest las siguientes interminables horas. Su estancia solo fue interrumpida por los interrogatorios y la visita de su hermana. Su familia estaba preocupada, muy preocupada. Primero no sabían dónde se encontraba. Cuando lo supieron, la preocupación fue su salud. Ernest precisa tomar medicación diaria. La vida le va en ello. Su hermana, Amparo, le llevó las medicinas. Para entonces, Ernest ya sabía los motivos de su detención. Se los dijo el comisario en el primer interrogatorio.
A Ernest le acusaba la policía de desórdenes públicos, de haber tirado las vallas que rodeaban la parte central de la plaza del Ayuntamiento, tras la manifestación que el 12 de mayo recorrió las calles de Valencia. A Ernest le acusaban de haber desmontado la mascletá que el Ayuntamiento presidido por Rita Barberá había decidido instalar en la plaza en la que terminaba la manifestación. Por ese motivo también le acusaban de manipulación de explosivos.
“Apareces recogiendo petardos en el vídeo que hemos grabado”, le dijo el comisario. Ernest no lo desmintió, ayudó a los pirotécnicos a recoger la mascletá. “Tanto petardo entre tanta gente era un peligro, podía haber ocurrido una tragedia”, argumentó Ernest en su descargo. Del visionado de las imágenes captadas por la policía no se deducía otra cosa. La acusación por manipular explosivos no se mantenía en pie y no tardó en ser retirada por la misma policía. No hizo falta ni que la abogada de oficio interviniera. A pesar de que Ernest está en la antípoda de lo que podría ser un terrorista, las acusaciones que se le han hecho son terribles, tan terribles como su historia.
Cuando su hermana Amparo llegó a Jefatura con los medicamentos que tenía que tomar Ernest los agentes quisieron custodiarlos. La desconfianza suele formar parte del comportamiento policial. Desconfianza que, en el caso de Ernest, estaba totalmente injustificada. Amparo pidió a una vecina que le llevara el historial clínico de su hermano. Una voluminosa carpeta en la que se recogía las múltiples intervenciones y dolencias que ha padecido Ernest en sus 54 años de vida. La policía lo fotocopió, tras recordar Amparo la situación de riesgo mortal en que estaba su hermano. Las horas que permaneció Ernest en Jefatura le parecieron eternas. Salió en libertad pasada la media noche. Aunque aún no conoce los cargos que le imputan, ya se ha buscado un abogado que defienda su inocencia. Estando en Jefatura oyó a otros compañeros que como él estaban detenidos en celdas y por las conversaciones parecían pertenecer al 15M. No sabe nada más de ellos. Ni conoce si están en libertad. Lo que si sabe Ernest es que la pesadilla que ha vivido le recuerda actuaciones policiales del franquismo.
Hace tan solo unos días hemos sabido de sindicalistas detenidos acusados de alterar el orden público por manifestarse en contra de los recortes. Aún permanecen en nuestra retina las cargas policiales contra los estudiantes del IES Lluis Vives de Valencia por pedir una educación pública de calidad. Por cierto, a estos jóvenes les están lloviendo multas por haber respondido con resistencia pasiva a la activa y brutal actuación de la policía.
El PP ha reformado la legislación para perseguir cualquier atisbo de protesta social. Tal vez el gobierno tema que el tremendo dolor y la herida que está infringiendo a la sociedad se conviertan en árnica que espolee un brote de indignación incontrolada. Aumentar el estado policial nos acerca a escenarios de otras épocas que nadie en su sano juicio debería fomentar. Quien lo hace a conciencia merece como mínimo el calificativo de irresponsable.   
URBANO GARCIA

FOTO: Urbano Garcia


jueves, 24 de mayo de 2012

RETROCESO


¿Qué más tiene que ocurrir? ¿Qué más nos puede pasar? Por mucho menos, en otros tiempos se hubiera montado un Dos de Mayo. Por qué ahora no. La respuesta podría estar en el viento que diría Bob Dylan. Pero la parálisis social suele ir de la mano del miedo. Y hay miedo, mucho miedo. Sabemos que cuando algo puede ir peor, hay muchas probabilidades de que empeore. Por eso tememos que todo vaya a peor. Tememos perder lo poco que aún nos queda. Tememos que nos empujen por la pendiente a un abismo que nadie controla y de cuyo primer impulso nadie se hace responsable. Dicen los entendidos que el miedo reside en la amígdala. Esa estructura profunda del cerebro que compartimos todos los mamíferos. Miedo ancestral e ilógico. Irracional y arcaico. Nunca desde que reconquistamos la democracia arrebatada por el franquismo habíamos tenido tanta sensación de ir hacia atrás. No es solo sensación, hay evidentes signos de retroceso. Retroceso en libertades, en derechos, en justicia, en igualdad,…en todo aquello que nos hace más humanos. Perdemos derechos, ganamos vulnerabilidad. Así nos hacen más frágiles. Miedo y fragilidad nos paralizan. Así nos manejan mejor. Así nos hacen más dóciles. Así tragamos mejor su ricino. Si esto no es suficiente, para algo está la ignorancia. El control de los medios de comunicación es el mejor aliado en esta terapia de shock.

LA TROPA
                Ricino son las recetas de austeridad que predica la derecha europea, el BCE, el FMI, y toda la cohorte de ultraliberales causantes de la crisis que ahora nos acongoja. Ricino son los recortes en sanidad y educación que aplica el PP para pagar sus despilfarros. “No se puede gastar lo que no se tiene”, dice Rajoy en uno de sus alardes de Perogrullo. ¡Cierto! Pero, ¿quién lo ha gastado? Nadie consultó a la ciudadanía si quería aeropuertos sin aviones, AVEs a ninguna parte, circuitos de Fórmula 1 ruinosos, parques temáticos vacíos, sobrecostes injustificados,… Hace unos días, el Ministro de Hacienda se fotografió con los consejeros autonómicos y proclamó solemnemente su control sobre el gasto público. No pasaron ni 24 horas para que Madrid, Castilla-León y nuestra Comunidad le rompieran la foto. La deuda de estas tres autonomías, gobernadas por el PP desde hace lustros, era muy superior a la declarada. Hasta entre ellos se mienten. ¿Cómo no desconfiar de semejante tropa? El ridículo del PP no tiene parangón. Solo lo supera su caradura.
                Para eso querían una mayoría holgada, para hacer lo que quisieran sin consultarnos. Para quitar a los pobres y dárselo a los ricos. Para ensanchar la brecha de la desigualdad. Para arrebatar derechos y restringir libertades. Para eso les sirven sus mayorías absolutas. Para ciscarse en la ciudadanía. Para hacer lo que no dijeron y callar lo que no hacen.
                Mientras Mariano predicaba como un recién converso la doctrina de Merkel, el PP valenciano celebró su cónclave con menos unanimidad de la acostumbrada. Rus y Rita quieren más parte de la tarta. Tendrán que esperar. Alberto Fabra ha recurrido a un aprendiz de Maquiavelo para deshacerse del maestro de los conspiradores. Todo parece  preparado para el gran relevo. Probablemente, el jefe del clan se retirará a escribir sus memorias a su mansión en la Ribera. Su mujer, asegurada la canonjía en el Consejo de Cultura, dejará sus obligaciones museísticas en manos más profesionales. La familia ya está colocada. ¿Ciencia ficción o fin de etapa? Todo apunta a lo segundo.         

EL CEPILLO
                La jefatura eclesiástica anda cabreada. Unos cuantos ayuntamientos –algunos del PP para más INRI- quieren que la iglesia católica pague impuestos por sus inmuebles. No por todos, sólo por los que no utiliza para el culto. ¡Normal! Lo ilógico es que la Iglesia no contribuya a la hacienda pública. “Si tenemos que pagar por nuestros bienes se resentirán otros servicios como Cáritas, por ejemplo”. Dijo Rouco Varela sin que se le cayera la cara de vergüenza. La jerarquía católica está haciendo un gran negocio con la democracia. Nunca ha obtenido tantos beneficios como después de firmar el acuerdo con el gobierno de ZP para financiarse. Ya quisieran las universidades de nuestro país tener unos privilegios parecidos. Aznar facultó a los arzobispos para que actuaran de notarios, y desde entonces los bienes a nombre de la Iglesia no han parado de crecer. Todo lo ponen a su nombre por si algún día llega la tan añorada desamortización. Y su patrimonio sigue incrementándose. Es más, allá en donde gobierna el PP, que es en casi todas partes, se le ceden terrenos públicos para universidades y escuelas privadas, para hospitales o residencias. Es el caso valenciano. Aquí la administración pública, además de felpudo, pasa el cepillo para que los ciudadanos mantengamos semejante rémora. Aún tenemos libertad para inscribirnos al gremio de los masoquistas. Es lo que nos queda.    
   
URBANO GARCÍA
urbanogarciaperez@gmail.com


FOTO: URBANO GARCIA

miércoles, 16 de mayo de 2012

LA ESPERANZA



Apretar lo suficiente para que tengan miedo, pero no tanto como para que pierdan la esperanza. Es lo que piensan todos los tiranos. Y es que la esperanza actúa como talismán, como palabra mágica. Tras ella está la capacidad de la ciudadanía para cambiar las cosas, para poner fin al sufrimiento gratuito. También la utopía lleva su nombre. Hasta en la saga literaria de moda, hablo de Los juegos del hambre, se habla de la esperanza como alimento para la resistencia. En cierta medida, poner esperanza en donde sólo hay desencanto es la gran contribución del 15M. Ahí radica su fuerza. El 15M ha levantado un muro de esperanza ante el determinismo de un capitalismo desalmado. Pero no basta. La esperanza es necesaria, pero no suficiente. Como tampoco lo es lograr parar algún desahucio. No digo que sea inútil, ¡no!, no es eso. Pero por cada desahucio que se frena, decenas se ejecutan. Hay que conseguir cambiar las leyes. Ese es el reto. Lograr que se legisle pensando más en las personas y menos en los mercados. El 15M ha conseguido hacer visible el sufrimiento de mucha gente. El dolor de miles de personas que lo están pasando mal, muy mal, con la llamada crisis y que no es otra cosa que la excusa de la derecha para dinamitar con sus políticas la paz social. Donde hay adocenación, el 15M pone debate político. Donde injusticia, solidaridad. Donde impotencia, la fuerza de un movimiento social joven y con empatía. Donde soledad, la compañía de cientos de personas aquejadas de las mismas dolencias. Donde silencio, la libertad de decir lo que se piensa ante los otros. El 15M es mucho más que una terapia social. Mucho más que una revuelta juvenil. Mucho más que una moda simpática que brota en primavera.

TRACAS
                Hacía semanas que tanto Democracia Real Ya como el 15M habían anunciado -por internet y en la forma más tradicional de carteles pegados en las paredes- su convocatoria para el 12 de mayo. Un año después de su irrupción en la adocenada escena política de nuestro país, hay más motivos para la protesta. Hacía semanas que habían anunciado su intención de acabar la manifestación en la simbólica plaza del Ayuntamiento, rebautizada hace un año como del 15M. Hacía semanas que habían manifestado su intención de concluir la marcha con una asamblea en dicha plaza. Pero Rita echó mano de sus argucias de antigua jefa de prensa del Gobernador Civil Fernández del Río, ¡sí!, el de la pantaná, el del 23F, y, ni corta ni perezosa, mandó montar una mascletà en medio de la plaza. ¡Será por petardos! La verdad es que la alcaldesa y la delegada del gobierno forman un buen tándem reaccionario. Las dos compiten por ver quién es más facha. ¿Qué buscaba la alcaldesa? ¿Es que no se imaginaba lo qué podía ocurrir? ¿Es que a esta mujer la cabeza solo le sirve para cardársela? Ya se sabe que las pistolas las carga el diablo. Y podía haber ocurrido una desgracia, ¡claro que sí! Una desgracia de la que rápidamente se habría culpado al 15M. Y eso que los organizadores de la marcha se desmarcaron de quienes querían ocupar la plaza. Con la culpa habría venido la penitencia, y las multas y hasta el más que seguro paseo por los tribunales. Todo estaba preparado para que Rita, cual Salomé, ofreciera a Mariano la cabeza sangrante del 15M en bandeja de plata adornada con traca. ¿Y la delegada? Paula Sanchez de León con no hacer nada tenía bastante. Al menos eso fue lo que dijeron los del Sindicato Profesional de la Policía Local que, en rueda de prensa, acusaron de pasividad a la Policía Nacional. Solos, entre los indignados y los petardos. Así dejó Domínguez, el concejal del OPUS, a unos pocos policías locales. Podría haber ocurrido una tragedia. Ocurrió un milagro. Los indignados convirtieron de nuevo la plaza en ágora para el debate político. Los motivos para el cabreo van en aumento.        

DEBACLE
                Los síntomas de alarma siguen creciendo. En suelo patrio, Rajoy amenaza con intervenir Asturias. En Bruselas, Merkel amenaza a Grecia. En ambos casos se argumenta vacío de poder tras el paso por las urnas. Manu militari o manu del capital. El resultado es el mismo: doblegar la voluntad de la ciudadanía y someterla a diferentes grados de tiranía. Grecia volverá a las unas. Es previsible que crezcan quienes defienden otra Europa más solidaria y más justa. También crecen las dudas sobre el futuro del euro y el de la propia Unión Europea. El premio Nobel Krugman escribía en The New York Times la cronología de un colapso anunciado si no cambian las políticas de la Unión.    
                Mientras todo eso ocurre en el mundo mundial, aquí, por los juzgados, desfilan implicados, imputados, compinches, encubridores, aprovechados, regalados, amigos, mangantes y chorizos de la Gürtel que hicieron de nuestra comunidad una suerte de cueva de Alí Babá abierta a todo tipo de latrocinios, unos en provecho propio, y otros para financiar, supuestamente, las campañas electorales del PP valenciano. De aquellos polvos, estos lodos. ¿La debacle?  

URBANO GARCÍA

FOTO: Urbano Garcia


domingo, 13 de mayo de 2012

12M 2012, PRIMER ANIVERSARI DEL 15M













FOTOS: URBANO GARCIA

EUROPEOS

El domingo 6 de mayo, ciudadanos de varios rincones de Europa acudieron a las urnas. Los franceses para elegir, en segunda vuelta, a su Presidente de la República. Los griegos, a su parlamento nacional. Los italianos, a sus representantes locales en una primera jornada. También los alemanes del pequeño lander de Schleswing Holstein votaron a sus representantes. Y en la periferia de la Unión, los serbios votaron en legislativas y en primera vuelta de presidenciales. Todas esas citas con las urnas nos pueden indicar por dónde van las preferencias de los ciudadanos europeos en este nuestro cuarto año de la mal llamada crisis. Una parcial e incompleta radiografía de la Unión, todo hay que decirlo. Una visión que no deja de ser superficial sobre el complejo calidoscopio que es el viejo continente. Pero que no deja de tener su interés en cuanto que puede indicar unas ciertas tendencias, ahora solo apuntadas.

RECOMPOSICIÓN
                La socialdemocràcia respira aliviada por la llegada de Hollande al Eliseo. No es poco. En su programa destacan las críticas a la hoja de ruta marcada por Merkel, basada únicamente en la austeridad. Pero hay propuestas que van más allá. Por ejemplo, la implantación de una tasa tipo Tobin para que la especulación financiera pague un peaje por los fabulosos beneficios que obtiene de su actividad delictiva y descontrolada. Dice Ignacio Ramonet, en Le Monde Diplomatique de este mes de mayo, que las ilusiones despertadas por Hollande podrían acabar devoradas por la rapiña y el matonismo de los insaciables y mal llamados mercados. Hay precedentes, aunque la dimensión y la historia de Francia son las mejores defensas de su democracia. En Latinoamérica fueron los golpistas quienes impusieron las políticas neoliberales, en Europa son los tecnócratas. Pero el desprecio a las reglas democráticas es parecido. Allí en los 70 y aquí en los inicios del siglo XXI, molesta que la gente opine, se informe libremente y vote. De ahí viene la desafección. Y que una parte importante de la población europea dé la espalda a las urnas. Una parte que ya no cree en la capacidad transformadora de la política. Todos hacen lo mismo, piensan. Y es verdad, pero solo en parte. Hasta ahora, los dirigentes socialdemócratas europeos han sido incapaces de levantar un muro de contención contra el dicktat de austeridad y recorte marcado por la derecha hegemónica en Europa. Si ellos no lo hacen, lo harán otros.  

                Ante esa impotencia ideológica, cada vez se levantan más voces desde los lindes de la socialdemocracia. Europe Ecologie liderada por Eva Joly y, especialmente, Le Front de Gauche de Jean-Luc Mélenchon han sido fundamentales para el triunfo del candidato socialista. También en Grecia la izquierda crítica con las políticas económicas de la Unión ha avanzado. Es el mejor síntoma de que la ciudadanía europea está viva. El descalabro de un PASOK dócil con las órdenes de Bruselas, indica que una parte de su electorado –de izquierdas y crítico- opta por formaciones menos sumisas. Grecia inventó la democracia y no parece dispuesta a que se la arrebaten así como así.

                En Italia la izquierda avanza, mientras Berlusconi y sus aliados se despeñan. Y en Alemania, Merkel retrocede y pierde su principal báculo, los liberales, condenados al ostracismo. Pero la siembra del nacionalismo y las políticas antisociales de la derecha europea alimentan la insolidaridad y al monstruo de la extrema derecha. Marine Le Pen sueña con el sorpaso en Francia, y los fascistas entran en el Parlamento griego. Crecen el euroescepticismo y las soluciones bufas: el partido Pirata en la Alemania más próxima a Dinamarca, y en Italia Beppe Grillo, émulo del francés Coluche.

BANKIA
                Para la Europa de los mercaderes que nos gobierna, la banca siempre gana y con dinero público. Porque público es el dinero que el BCE presta a los bancos al 1%, para que éstos se lo presten a los Estados al 3, o al 7%. El rescate con dinero público de Bankia es la guinda que le faltaba al pastel de Rajoy. Bankia es la suma de dos cajas –Bancaja y Caja Madrid- intervenidas de facto por el PP que las ha gestionado cómo ha querido en las dos últimas décadas. Ellas solas han sido responsables, en gran parte, de la burbuja inmobiliaria que hipoteca nuestro futuro. Rato abandona el barco antes de hundirse, tras sacarle buen provecho. El también ex director del FMI tiene otros negocios que atender, como la gestión de la sanidad valenciana, por ejemplo. Mientras la entidad financiera recibe una inyección pública de millones de euros, solicita, vía judicial, la ejecución de sentencias de desahucio por impago de hipotecas sobredimensionadas y abusivas. Esa es la Europa que tenemos, injusta e insolidaria. Cambiarla es urgente y necesario.   

NOTA: Desde Francia se impulsa la red www.roosvelt2012.fr con ambición europea y con la intención de cambiar las políticas de la Unión. Entre sus promotores están, entre muchos otros, Hessel, Susan George y Edgar Morin.   

URBANO GARCÍA

FOTO: EFE

sábado, 5 de mayo de 2012

SOL DE MAYO

Tiempo de cerezas y de revoluciones. Hace justo un año, por estas fechas, un movimiento joven, pacífico, espontáneo, sacudió las aguas de nuestro devaluado sistema democrático. Una exposición en Valencia, en Gestalguinos, muestra parte de la huella icónica que dejó. Durante este año han pasado muchas cosas. Hoy, el movimiento del 15M yace exhausto tras agotarse en una primavera, la de 2011, que parecía no tener fin. Se diluyó en colectivos y organizaciones cívicas de barrios. Y resurgió, en parte, en la prematura #primaveravalenciana que iluminó las calles de la ciudad tras la brutal represión policial de la protesta de los estudiantes del IES Luis Vives. Para celebrar su primer aniversario, el 15M prepara su regreso a la movilización ciudadana. Pero nada es igual. Ahora el PP gobierna en todos los recovecos de nuestra cada vez más enjuta democracia. Del bipartidismo hemos pasado al Partido Único, antesala de cualquier dictadura. Y las ilusiones que levantó el 15M, se han trastocado en pesimismo. Los autoritarios gobernantes del PP no parecen dispuestos a dejar que se reivindique en la calle más democracia de la poca que ellos están dispuestos a tolerar. Ya lo ha dicho Espe, emulando a Fraga: “la calle y las plazas son mías”, y “no consentiré que el 15M acampe en la Puerta del Sol”. Parece que la lideresa de la FAES busca que explote la hasta ahora contenida indignación.


ESPIRAL
“Espagne: la spirale infernale?” Así titulaba Le Monde, el 27 de abril, la información sobre nuestro país. La víspera, el 26, la agencia Standard & Poor’s rebajaba en dos décimas la valoración de nuestra deuda; el desempleo aumentaba acercándonos al abismo de los 6 millones de parados; y el presidente del gobierno seguía escondido bajo las faldas de Merkel, sin dar la cara ante el fracaso de sus políticas económicas. La austeridad como única receta para salir de la crisis tiene sus días contados. Gane quién gane las presidenciales en Francia, las voces en Europa en contra del ricino germánico son ya clamor. Tal vez por eso, Rajoy quiere aprobar todos los viernes un nuevo recorte. Los viernes, poda. Los lunes, más gente al sol. Mariano tiene prisa, no sea que se le acaben las excusas. El deterioro democrático va a la par con la pérdida de libertades. La terapia de shock aplicada por Mariano y sus cancerberos es elogiada por la heredera de Bismarck. Ya Hitler loó la contumaz represión de Franco sobre los vencidos tras su golpe de estado y la consecuente guerra civil. Pero a la vez temía que tanta represión soliviantara a los españoles. También Merkel teme una revuelta de la ciudadanía europea contra su cilicio. Abundan ya los síntomas de hartazgo.      
La última semana de abril, una ciclogénesis explosiva se adueñó de nuestro espacio meteorológico y político. El gradiente térmico se ensanchó tanto como el social. Hasta los votantes del PP están cabreados. No comprenden muchos de los ajustes hechos por el gobierno. Pero como no hay elecciones a la vista, Rajoy duerme tranquilo. Si las hubiera, veríamos la sangría de apoyos por parte del PP. Mariano lo sabe. También por eso tiene prisa. Necesita vaciar cuanto antes al Estado de competencias y transferirlas como nicho de negocio a la iniciativa privada. La rapidez y la sorpresa son cualidades del matador, y sabemos la querencia del PP por la tauromaquia. Los bueyes doblan…
Cada día hay más pobres en nuestro país. Una parte importante de la sociedad española está al borde de la exclusión. Vuelve la beneficencia ante la ausencia del Estado. Son palabras de Sebastián Mora, secretario general de Cáritas. El informe de esta organización coincide con el de la OIT, las políticas de austeridad nos llevan a la ruina.        

REPRIVATIZAR
                Mientras América Latina desanda el camino privatizador que le marcó el FMI en los 90’, aquí el PP ahonda el vaciado de lo público. El Molt Honorable no sabe qué hacer con la deuda valenciana, la mayor de todas las autonómicas. Ni con la caída del PIB ni con el aumento del paro. El viernes 27, el Consell aprobó privatizar la gestión de todos los hospitales públicos. Un nicho de negocio. Se desconocen muchos detalles, pero se sabe que Atitlán y Capio son las dos empresas más interesadas. Detrás de ellas está Luis Barcia, ex gerente del hospital de Torrevieja, Roberto Centeno, yerno de Juan Roig, y Manuel Lamela, ex consejero de sanidad de Esperanza Aguirre, entre otros. También acechan Rodrigo Rato y López del Hierro, marido de Cospedal, junto con Bankia y la CAM, a la espera de que Rajoy les aligere el peso de sus inversiones inmobiliarias para apostar en campos más rentables. En el páramo en que el PP ha convertido nuestro país, los buitres financieros ya revolotean en torno al cadáver de la sanidad pública valenciana.

URBANO GARCÍA

FOTO: Urbano García