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lunes, 5 de diciembre de 2011

REFUNDAR

Hay verbos muy sufridos. Igual valen para un roto que para un descosido. Refundar es uno de ellos. Tenía buena prensa hasta que Sarkozy lo devaluó con aquella atrevida proposición de que “había que refundar el capitalismo”. Aquello quedó como una boutade, por utilizar un galicismo suave. Ahora, en compañía de Merkel, Ángela para los amigos, dice que hay que “refundar Europa”, la Unión Europea se entiende. Algo habrá que hacer con la eurozona para que el euro no sea el gran fracaso europeo del siglo XXI. El recuerdo de fracasos anteriores no es nada bueno. Tan solo hay que mirar a los del siglo XX, de ellos salieron dos grandes guerras y un continente dos veces arrasado. Pero ahora las cosas se hacen con más cabeza. O eso dicen. La guerra ya no es solución, aunque las tácticas usadas ahora por esa simbiosis llamada Merkozy no son tan distintas. No hay más que ver el número de cadáveres arrojados a las cunetas del sistema, o las soluciones “técnicas” impuestas en detrimento de la democracia. A nadie parece importarle que los nuevos mandatarios de Italia, Mario Monti, y de Grecia, Papadimos, hayan salido de las ubres de Goldman Sachs. La misma financiera que ayudó a maquillar las cuentas griegas cuando el conservador Karamanlis se lo pidió para poder entrar en el entonces selecto club del euro. Al fin y al cabo, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, procede de esa misma escuela.

Y qué quiere esa derecha europea que gobierna una nave a la deriva. Pues ni más ni menos que más disciplina presupuestaria y más sanciones, más ayudas a los bancos y menos a los ciudadanos.



REINICIAR

Otro verbo bipolar. Con él hizo campaña en las generales EQUO, la formación con la que López de Uralde quiere cohesionar el espacio rojiverde, el de un ecosocialismo homologable al del resto de países europeos. Aquí, su convergencia con Compromís le ha dado representación en el Congreso de los Diputados. Una enjuta presencia para una tarea ingente. Y es que el cuestionamiento del modelo productivo parece varado con la excusa de la crisis, sin tener en cuenta que la crisis también lo es del propio modelo económico. El reinicio que defiende EQUO es el del sistema democrático. Un reinicio que pasa por más democracia, más transparencia y más participación. Nada que ver con el reinicio del ultraliberalismo que defiende el PP, al menos en sus prácticas. Mientras Mariano intenta convencer a los sindicatos de la trágala de reformar por enésima vez el mercado laboral, su camarada Cospedal, virreina del Toboso, aplica en su ínsula la privatización acelerada de la gestión de los hospitales públicos. Todo un programa de acción para reeditar el capitalismo decimonónico con nuevos brios.

En esta tierra antaño de oportunidades, lo que se quiere reiniciar es la burbuja inmobiliaria. Volver a la anhelada edad de oro de la especulación. Habría trabajo de paleta para todos y así Cospedal no necesitaría renunciar a ninguno de sus sueldos. Pero el patio no está para bollos y hay que hacer recortes.



RECORTAR

Pero una cosa es recortar el paro y otra recortar las prestaciones a los parados para que se esfuercen más en buscar trabajo. No es lo mismo. La política de la derecha, aquí del PP, pasa por culpabilizar de la crisis a los que menos tienen. Y hacerles pagar por ello. No es lo mismo rebajar el déficit recortando servicios públicos, que hacerlo incrementando los ingresos. Y no es lo mismo que esos ingresos procedan de impuestos indirectos (todos pagamos lo mismo), que aumentar la carga impositiva a las actividades financieras especulativas. No es lo mismo. El recorte del poco estado del bienestar que tenemos en nuestro país aumenta la brecha entre ricos y pobres. Erosiona la cohesión social e incrementa las tensiones. Las tijeras del PP amenazan con una poda injusta. De la ciudadanía depende el consentirlo.



NOTA: Hace unos días, la policía judicial a las órdenes del juez José Castro que instruye en Baleares el llamado caso/ ovillo Palma Arena, convirtió Valencia en epicentro de la investigación. Los dos anteriores directores de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA), Jorge Vela y José Manuel Aguilar, están ya imputados, y la lista podría crecer. Hay que recordar que Urdangarín y su empresa Nóos hicieron suculentos negocios en tierras valencianas contando con el beneplácito y la opacidad de Camps y Rita, al frente del Consell y del Ayuntamiento de Valencia, respectivamente. Valencia capital de la corrupción.

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

miércoles, 30 de noviembre de 2011

SAQUEO

 Primero fue el asalto. Siguió el pillaje y al final el resultado fue el saqueo. Esas parecen ser las fases que atraviesa la hegemonía del PP en tierras valencianas. Una parte de sus cargos públicos se comporta como auténtico depredador del sistema democrático, copando hasta los más insignificantes divertículos. Arramblan con todo lo que pueden. Sus mayorías absolutas son las mejores aliadas de sus opacidades y corruptelas. Para muestra un botón. El saqueo de la Entidad Metropolitana de Aguas Residuales Sociedad Anónima (EMARSA) de la ciudad de Valencia no tiene parangón en nuestra historia. Debería estudiarse en las escuelas para prevenir estos latrocinios contra la ciudadanía. Pero no creo que el PP, ahora dueño de la sartén y del mango, esté por la labor. En solo un lustro -de 2005 a 2010- los gestores de la empresa pública EMARSA, nombrados por la mayoría que gobierna Valencia, rapiñó más de 5 millones de euros. Y a estas alturas, nadie ha asumido responsabilidades. Ni siquiera políticas.

DE AQUELLOS POLVOS
                Joyas, bolsos y estilográficas de lujo, viajes de placer, circuitos de spa, décimos de lotería,... Hasta juergas en puticlubs figuran entre las regalías que estos malandrines se regalaron a costa del contribuyente. ¡Vaya rapiña! Y todo con la excusa del tratamiento de lodos. Nunca unos barros rindieron tanto. Y Rita mirando para otra parte. Ni el veloz tráfico de los lodos ni el elevado coste de su tratamiento levantaron sus sospechas. Sus ojos estaban en otra parte, no en la gestión de la ciudad. O eso parece.
                Si a los políticos hay que valorarlos por cómo administran el interés público, Rita merece un cero. Ella es la principal responsable de que la administración municipal haya estado casi paralizada entre los comicios locales y los generales. Había que centrarse en consolidar al recién llegado al Palau de la Generalitat y en atar el voto a Mariano para su asalto final a la Moncloa. Y sobre todo no había que hacer ruido para no despertar al dormido votante de izquierdas. Hasta la privatizada grúa municipal ralentizó su actividad exterminadora. Tan intensa fue la parálisis del Consistorio como contundente la avidez recaudatoria tras el 20-N. Ni la policía local ni la grúa dan abasto. Al paso que llevan habrá superávit sin necesidad de recortar nada. Lo dudo. El recorte es la clave del miedo, y este es la base de la sumisión.   

DESPILFARRO
                Para miedo las cifras, son contundentes. La valenciana está entre las tres comunidades que más déficit tiene y la que menos invierte por habitante. El mérito hay que atribuírselo única y exclusivamente al PP, que lleva gobernándonos desde tiempos de Matusalén. Los privilegios dados a gentuza como El Bigotes, Uribarri, Enrique Ortiz,...y un largo etcétera entre el que está Urdangarín, el último agraciado por la opaca gestión del PP, nos han llevado a la actual ruina. Y no es culpa de ZP, mal que le pese a Blasco. Los culpables se sientan con él -con Blasco, digo-, incluso él mismo es uno de los artífices de esta fechoría. Un mal gobierno que no tiene parangón en la historia de nuestra breve democracia. Habría que remontarse a Fernando VII para encontrar una mala gestión parecida. Pero todo puede empeorar. Tiempo al tiempo. La intervención del Banco de España en el de Valencia ha sido la puntilla a un sistema financiero, el valenciano, que nunca ha despuntado. Ahora, la burguesía valenciana que hizo de felpudo para que el PP se limpiara sus botas, llora el supuesto paraíso perdido.   
                El diario decano, en la pluma de Pablo Salazar, ha puesto el dedo en la llaga. Y aunque se ha lamentado de esta pérdida financiera, la ha incluido en la larga lista de cosas que nos han robado. Salazar también ha dicho que ya no hay victimismo que lo justifique. ¡Ya era hora! ¿Será el principio del fin de una época? Como ha dicho Francesc de P. Burguera “m'agradaria veure com els dirigents del PP valencià prenen nota dels articles de Salazar i tracten d'orientar la seua política, deixant d'utilitzar els diners dels valencians per a balafiar-los”. ¿Qué el PP dejara de malgastar? No nos caería esa breva.  
URBANO GARCÍA

...Y EL MANGO TAMBIÉN.

              Estoy seguro de que el sujeto del que hablo ya dispone de la sartén. Sólo le falta el mango para controlar todo. Podría referirme a una opción política concreta o a los despóticos “mercados”, sin apenas cambiar una coma. Escribo estas líneas pocos días antes de que las urnas decidan el futuro de nuestro país para los próximos 4 años. Entonces saldremos de dudas y sabremos si reeditamos un absolutismo similar al que ya jubilamos tras la muerte del dictador. No es baladí la comparación. La democracia creó nuevos cauces de participación política, nuevas instituciones, nuevos instrumentos para la gestión de la res pública. Rompió con el monopolio del poder, con la sumisión de todos ellos (ejecutivo, legislativo y judicial) al poder omnímodo del dictador. Pero tener el poder absoluto en municipios, comunidades y…se asemeja demasiado a una dictadura. Tal vez sería bueno recordar que Hitler dio el primer paso para convertirse en Führer tras el apoyo cosechado en las urnas. ¡Sí!, ya sé que no es lo mismo. Que en una democracia hay controles, que los partidos tienen un funcionamiento democrático, que la prensa garantiza la libertad de los ciudadanos, que las opiniones discrepantes no son perseguidas,…Sí, todo eso ya lo sé. Pero también sé que la serpiente incuba sus huevos en tiempos de crisis. Hay demasiadas semejanzas entre una democracia de mayorías absolutas y una dictadura, blanda eso sí.

BOTÓN DE MUESTRA
                Es posible que mi sesgada opinión esté influida por la nefasta experiencia que arrastramos los valencianos. Aquí hace tiempo que el PP gobierna encumbrado en mayorías absolutas, y su comportamiento no ha sido precisamente ejemplar. Es más, todo apunta a que en algunos aspectos aún no hemos tocado fondo. “Están en el programa del PP”, así zanjó la Consellera de Cultura y portavoz del gobierno de Fabra la incómoda pregunta sobre los 219 millones de euros destinados a financiar eventos. No importa que no haya dinero para la dependencia, ni para saldar la deuda farmacéutica, ni para mantener el compromiso de luchar contra la pobreza, ni que apenas queden fondos para pagar las nóminas de los funcionarios,… Nada de eso importa. Pero eso sí, para eventos sí que hay dinero. El PP lo lleva en su programa. No el dinero, sino los eventos. ¡Qué desfachatez!, anunciar recortes después de tanto despilfarro. Un insulto a la inteligencia. La Consellera portavoz también administra el escuálido presupuesto de Cultura. Un jarrón chino, una nota de color en las políticas privatizadoras. Por cierto, el PP ha anunciado que eliminará el Ministerio de Cultura, lo lógico sería hacer lo propio con el chiringuito de Lola, ¿no? No abandono este negociado. Poco antes de la cita electoral, la titular de Cultura visitó el CVC, otro jarrón chino parasitando el erario como una garrapata. Siguiendo una vieja costumbre implantada por el PP de aquí, Lola no admitió preguntas. “Se trata de una visita protocolaria”, argumentó para justificar su negativa. Y se fue por donde llegó, con las preguntas celosamente guardadas en una carpeta roja. Según el diario Levante, esta vacua operación de imagen costó 6.000 euros.

VALENCIA SUMMIT
                En tiempos de bonanza, cuando las plusvalías del ladrillo aún engrasaban los rodamientos de la administración local y autonómica, Camps y sus mariachis confiaron en las dotes organizativas de Urdangarín para que montase unos Juegos del Mediterráneo. Cobró, pero nunca se hicieron. También le encargaron unas jornadas sobre turismo y deporte bajo el título de Valencia Summit. Las tres ediciones de estos mini foros de 4 días salieron a 300.000 euros por jornada, financiadas, en parte, por las arcas municipales. El yerno del Rey iba incluido en el paquete promocional. A cambio, se dejó ver y fotografiar junto a Camps, Rita, González Pons y Blasco. Cada una de esas fotos nos costó un riñón a los valencianos. Total para nada. Los despilfarros llevados a cabo por el PP local no tienen parangón. A los ruinosos encargos a Urdangarín hay que sumar, entre otros, las costosas maquetas de los tres rascacielos con los que Calatrava quería poner broche de altura a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Los edificios ni se hicieron ni se harán, pero Lola, la Consellera y portavoz, dice que son un “activo”. Claro que para activo Calatrava que no dudó ni un instante en coger el dinero y correr a ingresarlo a su banco en Suiza.
Les das la mano y se toman el brazo. Lo que les faltaba era tener también el mango.         
URBANO GARCÍA

¡ABRAN PASO!, LLEGA LA CEDA

         El 20N amaneció tronando y con el cielo enladrillado. La climatología siempre es un buen recurso para construir metáforas y para ilustrar los estados del alma. Llovió intermitentemente durante todo el día. Pero la lluvia no impidió que hasta los más ancianos del lugar fueran llevados hasta las urnas por hijos, parientes, monjas o amigos. El voto, preparado por el lazarillo, engrosó la cosecha recolectada por el PP. La siembra, realizada por la derecha durante los últimos años, dio su fruto. ZP no era candidato, pero daba igual. La pieza estaba abatida. Esta vez el golpe de los mercados llegó a través de las urnas. Más vale así que no como en Italia y Grecia. Tal vez con el tiempo se le reconozca a ZP este mérito. Ahora nadie le llora. La derecha consiguió su objetivo. Vencido y derrotado el ejército rojo,... ¿la guerra ha terminado? Lo dudo. Rajoy ya está en la Moncloa. Tiene prisa para hacer el traslado, aunque le pide tiempo a Bruselas para atar al país con la camisa de fuerza que exigen los mal llamados mercados.

UNA Y GRANDE
                Son las señas de identidad de la derecha española. Lo de libre aún no está demostrado. El PP de Fraga, Aznar y Rajoy aprendió de la CEDA que mejor junta que separada. De Franco y su Movimiento Nacional se quedó con el ordeno y mando, para evitar indisciplinas. Y aliña la mezcla con buenas dosis de control y organización. El resultado es una máquina electoral casi perfecta. Si sumamos las redes -las ideológicas y las clientelares-, la máquina es casi imbatible. Sólo queda repartir con generosidad canonjías, prebendas y privatizaciones para tener a los amigos contentos. La vida eterna se queda corta para las ambiciones de la derecha hispana. El PP, como la jerarquía católica, añora un rebaño sumiso e ignorante. Y en ello ponen su empeño. No hay más que ver gran parte de los contenidos que emiten las televisiones que controlan, casi todas las autonómicas y las TDT. Puro negocio para la alienación.
                ¿Y la izquierda? Pues cada una a lo suyo. Izquierda Unida recupera bastante de su espacio, pero queda lejos de rescatar a todo el electorado socialista ahora huérfano. EQUO, a pesar de superar los 200.000 votos, tan sólo consigue representación por el País Valenciano y gracias al acuerdo con Compromís. Una injusta ley electoral es la culpable de que en nuestro país no todos los votos valgan igual. Del descalabro del socialismo hispano quién más provecho sacó fue UPyD que ha logrado poner a Toni Cantó en el parlamento sin necesidad de quitarse su look de niño pijo del barrio de Salamanca.

LA PRIMA DE RAJOY
                Aunque piden tiempo y renuncian por ahora a la intervención divina, Rajoy, Cospedal y toda su troupe llevan años machacándonos con que sólo ellos nos salvarán de la crisis. Pero los datos son tozudos y los especuladores no dan tregua. El resultado electoral ya estaba amortizado, por previsible, y la prima de riesgo recibió el triunfo del PP con un nuevo record. Las indefiniciones de su  programa y los silencios de Rajoy cotizan a la baja en la Bolsa de la credibilidad. Nada bueno para nuestra deuda. Tampoco ha mejorado la situación de las entidades financieras. Lógico, sus fondos tóxicos no desparecen de la noche a la mañana. La intervención del Banco de Valencia por el Banco de España es la mejor prueba de que la crisis no la para ni Rajoy. Olivas, ex de casi todo, posiblemente acumulará otra indemnización millonaria al ser obligado a dejar la dirección del banco. Más dinero público -3.000 millones de euros- para pagar la mala gestión. Más dinero público para tapar las vergüenzas del PP valenciano. ¿Hasta cuándo? ¿Dónde está nuestro dinero? Queremos saber y pedimos responsabilidades por el saqueo de nuestro país. Pero el Molt Honorable, el Consell y el PP callan. En su silencio está su autoinculpación. A pesar de tener más diputados, continúa bajando el número de votantes al PP valenciano. Y aún no han llegado los juicios. 
URBANO GARCÍA

ALEA IACTA EST

               Plutarco atribuye la frase a Julio César. Dice que la dijo tras pasar el río Rubicón, camino de conquistar la Galia. La fluvial no fue la única línea roja que cruzó César, también fue el inicio de una guerra civil que dividió el Imperio. Perdidos en la traducción, la frase ha pasado a la historia como “la suerte está echada”. No hay marcha atrás, sólo queda esperar el resultado. La fuerte apuesta que los dos grandes partidos españoles hacen por el bipartidismo, quiso convertir el mal llamado debate televisivo en un Rubicón. No sé si lo consiguieron. Hace tiempo que los dos protagonistas de ese cara a cara parecen estar en la misma orilla. No es así, al menos en sus programas. Aunque a veces sus actos se parezcan demasiado. Y es que el 20-N decidimos quién gobernará España por delegación de la Unión Europea. Una de las principales competencias de un país es la economía. Y esa política, desde la instauración del euro, está cedida en gran parte a la autoridad europea. Otra cosa es que se ejerza bien. Por ahora y por desgracia, ese debate parece estar aparcado. 

LAPSUS
                Hablando del “cara a cara” entre Rubalcaba y Rajoy, como dicen los freudianos, no hay equivocación inocente. Rajoy llamó un par de veces “Sr. Rodríguez” a Rubalcaba. Estaba clara la intencionalidad del Sr. Mariano, al menos para mí. Otra cosa fue la supuesta equivocación de RbCb tratando a Rajoy como si ya fuera presidente. ¿Lo hizo con intención o fue un lapsus? Me inclino por lo segundo. La prueba es que corrigió tras el primer bloque, el económico. Hubo otro lapsus de RbCb. Fue cuando al intentar decir “ahora es usted el que me inte...rrumpe”, le salió un “ahora es usted el que miente”. Más leña para la hoguera en la que se consume la credibilidad de los políticos. De ese cara a cara, me quedó la sensación de que uno preguntaba para saber y el otro se escurría como una anguila. Ante una cita electoral, lo lógico es que los candidatos defiendan su programa. Mariano ocultó las partes más duras del suyo. Normal, quería vender su imagen y no era momento de enseñar las tijeras. Rubalcaba lo tenía peor. Aunque ahora luce programa socialdemócrata, ha formado parte de un gobierno que ha aplicado fuertes medidas de ajuste por mandato de la Unión Europea. Eso es una pesada carga. Además está la losa del paro. Una responsabilidad que está en modelos y en burbujas económicas anteriores a ZP, y no pinchadas. Pocos parecen recordarlo. Ahora el PP, añorando tiempos pasados, quiere resucitar la burbuja y el modelo. Ambos causantes, en gran parte, de la profundidad de la crisis en nuestro país.

DEBATES
                Hemos avanzado en esto de los debates, pero queda mucho por hacer. Parece difícil una involución, pero no es imposible. Ya ocurrió con el gobierno Aznar-Rajoy. Y aún pasa en donde el PP gobierna. En los debates electorales en Canal 9, por ejemplo, los candidatos de Compromís-Equo tan solo tienen 11 segundos para defender su programa. Otras opciones, ni eso. Dicen que lo hacen porque así lo manda la Justa Electoral, pero cuando no tienen esa excusa lo hacen peor si cabe. Un despropósito que ha encendido otros debates en internet. Además, no todo lo que se autodenomina debate lo es. Y sigo en Canal 9, televisión pública que pagamos todos y que no está al servicio de la sociedad, sino del PP que la usa como si fuera su cortijo. La pluralidad y la independencia brillan por su ausencia en sus supuestos debates. El sesgo con que se aborda la información política ya ha sido motivo de numerosas tesis doctorales. Periodistas en nómina del PP, políticos disfrazados de periodistas, tertulianos traídos de Madrid para analizar la actualidad valenciana, mercenarios que hacen las veces de moderadores y de hooligans de la más extrema derecha y un largo etcétera de despropósitos. Con esos mimbres es imposible hacer una televisión mínimamente creíble. La audiencia huye sin necesidad de tirar los dados.          
NOTA: Viernes 11 del 11 del 11. Conjunción de todas las supersticiones. Pero no pasa nada.
URBANO GARCÍA

viernes, 4 de noviembre de 2011

PASARSE O NO LLEGAR

Es el shakesperiano “to be or not to be de la crisis que nos paraliza. Hace unos días, los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea dijeron comprender la indignación de los indignados con la austeridad defendida por la Unión. A renglón seguido puntualizaron que los recortes en el gasto público eran necesarios para salir de la crisis. No es cierto. Hay otras formas de hacerle frente. La indignación no es sólo por lo que dicen y no hacen, también indigna ver lo que hacen y dicen. Y lo que no dicen y hacen. Islandia es un ejemplo de cómo afrontar la crisis sin que la paguen quienes menos tienen. Pero esa solución no le interesa a la mayoría gobernante en la Unión Europea. Por eso la ocultan. Islandia optó por sentar en el banquillo a los culpables, y poner en vereda a la descontrolada banca privada. En vez de inyectar dinero a las entidades financieras para que siguieran especulando con la felicidad de los ciudadanos, decidieron ayudar a éstos para que solventaran mejor las penurias de la crisis. Y no les ha ido mal. Hace unos días, el Premio Nobel Paul Krugman recomendaba mirar a Islandia. Por contra, las recetas de la UE, del FMI y de la derecha económica y política, están generando más dolor en quienes menos tienen. “Rescatar a los bancos mientras se castiga a los trabajadores no es, en realidad, una receta para la prosperidad”, dice Krugman. La anorexia no es un método recomendable para adelgazar.

VOLVER
                Sueña el PP con su regreso. Tanto que Rajoy ya se ve en la Moncloa. Tal vez por eso ha desvelado su secreto más preciado: su programa económico. Y qué propone el PP. Ni más ni menos que volver al pasado. No al franquismo, ¡no! De la autarquía reniegan todos, incluso los franquistas. Lo que propone Mariano es volver a los tiempos en los que la burbuja inmobiliaria crecía y crecía sin que nadie le pusiera freno. Lo que propone Mariano es desregular más los mercados, aflojar el control financiero para animar el enriquecimiento rápido de unos pocos a costa de la miseria de muchos. Claro que como todo tiene su ritmo, el enriquecimiento antecede a la ruina y para cuando ésta llegue que arree el que venga detrás. En tierras valencianas no han dejado de aplicar la receta, y así nos va. Y es que aquí han vuelto sin haberse ido. Encabezamos la destrucción de empleo, y estamos a la cola en crecimiento del Producto Interior Bruto. Esa es nuestra miserable realidad. Y qué nos propone el PP para superarla. Pues poner en marcha el bombín de las ayudas públicas para hinchar la próxima burbuja inmobiliaria. Y eso antes de que la anterior pierda su presión. Y así hasta que no quede ni un ápice de territorio sin cementar.
                Poco antes de iniciarse la campaña electoral, el Conseller de Hacienda presentó los Presupuestos de la Generalitat para 2012. De austeridad dijeron, y austeros son, aunque no con todas las partidas. Mientras que disminuyen las destinadas a crear empleo, se incrementa el dinero público para financiar los mal llamados “eventos”. O sea que más para la Fórmula 1 y menos para los parados. Más para la Volvo Ocean Race y menos para el fomento del empleo,…y así podría seguir hasta agotar la nómina de saraos para pijos. Unos presupuestos que son más de lo mismo. Claro que con la excusa de la crisis se pide un plus a los de siempre para que se aprieten un poco más el cinturón. Indigna tanta desvergüenza.     

VOTAR
                Indignarse es necesario, pero no suficiente. Cada vez lo piensa y lo dice más gente. El último, Pietro Ingrao, un sabio anciano comunista en la Italia de Berlusconi. El reto es transformar esa indignación en cambio. Y no estamos tan sobrados como para renunciar a derechos. Por eso desde Anonymous han lanzado un vídeo llamando al voto el 20-N http://youtu.be/9xqhbx_DYoI. Piden un voto reflexivo. No les vale la abstención ni el voto en blanco que benefician a los partidos grandes. Anonymous propone romper el bipartidismo optando por los pequeños, o con el voto nulo como última forma de manifestar la protesta. Todo menos abstenerse. Y es que en las urnas también vota la indignación.  
URBANO GARCÍA

CAUCES

“Ha sido una tragedia imprevisible”, dijo Serafín Castellano tras la muerte de una pareja de  ingleses arrastrados por las aguas en la torrentera de La Cala, en Finestrat. Así de imprevisible es la naturaleza, Sr. Conseller. El barranco atraviesa la localidad alicantina, engullido por el previsible crecimiento urbano y transformado –con la ayuda del Consistorio- en una calle más. Lo llaman río seco, pero es una torrentera que de vez en cuando lleva agua. Es una calle imprevisible en un previsible cauce, en una tierra de escasas pero imprevisibles y torrenciales lluvias. El consistorio asfaltó el barranco, dándole un aire más urbano si cabe, menos imprevisible. Pero siguió siendo una torrentera. Y plantó palmeras. Pero siguió siendo una torrentera. Todos los viernes la torrentera se llenaba con el bullicio del mercadillo municipal. Ya no volverá a montarse, al menos allí. Era previsible. El resto de la semana se colmata de coches como un vulgar y previsible aparcamiento. No sé si seguirá ocurriendo. A pesar de su apariencia de calle, de mercadillo, de aparcamiento, sigue siendo lo que era: una previsible torrentera a la espera de las imprevisibles lluvias otoñales. Y es que el agua busca su cauce. Ya se lo dijo al alcalde la Confederación Hidrográfica. Pero el alcalde, Honorato Algado, del PP, prefirió pagar la multa que prever lo imprevisible. Tampoco desde la  Conselleria de Medi Ambient le pidieron más. Era previsible.     

TRAGEDIAS
                “Ha sido una tragedia imprevisible”, dijo Camps tras el accidente en la línea 1 del metro de Valencia. 43 muertos, 47 heridos, y ningún responsable, salvo el maquinista, también fallecido. Ocurrió el 3 de julio de 2006. Hace más de 5 años. No sé si la tragedia era imprevisible, lo que sí fue imprevisible es que Francisco Camps, entonces Molt Honorable, no recibiera a los familiares de las víctimas. Ha tenido que pasar un lustro para que su sucesor, Alberto Fabra, se reuniera con ellos. “Fue un accidente imprevisible”, les dijo el actual Molt Honorable. Ni una coma fuera del guión. Cambió el perro, no el collar. La investigación de la mayor tragedia ocurrida en un metro en España, en Europa, se cerró sin culpables, sin responsables, sólo con un “imprevisible” que todo lo indulta. A estas alturas, es previsible que no se reabra la investigación. Esa es la voluntad del PP que cuenta con la mayoría en les Corts Valencianes para imponerla. Es previsible que el Consell aplique el rodillo que tanto le gusta al PP.    

EJES
                Era previsible que Europa optaría por la solución más rentable, por la capaz de generar más prosperidad. Nada que ver con aquel mal llamado “eje de la prosperidad” que medró al calor del ladrillo entre Madrid, Valencia y Baleares. Aquel resultó ser un trampantojo para vestir el latrocinio. Hablo del eje ferroviario Mediterráneo. Ese sí que podría traer prosperidad. Claro, si sabemos gestionarlo. La prosperidad no es automática, hay que currársela. O nos convertiremos en estación de paso. En apeadero incapaz de aportar valor añadido a la previsible prosperidad del llamado corredor mediterráneo. Qué lejos quedan las piedras en el camino. Qué lejos los provincianismos que preferían que fuéramos playa de Madrid, en vez de estación de Europa. La razón económica se ha impuesto a la ideológica. El trazado lineal transeuropeo, a la centralidad radial madrileña. La derecha no quiso o no supo verlo. Por eso, cuando el PP gobernó España y Loyola de Palacio (q.e.p.d) era la máxima responsable de la Comisión Europea de Transportes, se dejó de lado la opción ahora aprobada. Veremos qué hace el PP si vuelve al gobierno. Habrá que estar atentos, no sea que la crisis le sirva de pretexto para desviar de esta obra las inversiones, que por cierto son muchas, tal vez demasiadas. Lo que pone Europa no llega al 20% del coste total. Una miseria teniendo en cuenta lo que podría obtener a cambio. Hasta esa racanería era previsible.  

NOTA: Jorge Bellver, concejal de Urbanismo y diputado autonómico, ha sido absuelto por el TSJ del delito de prevaricación por autorizar la construcción -a Enrique Ortiz, el de Brugal, Gürtel y el pelotazo en Alicante- de un aparcamiento junto al Jardín de Monforte (declarado BIC) sin el preceptivo informe de Patrimonio. Bellver declaró que no sabía que el Jardín estuviera protegido. ¿Era previsible su absolución?     
URBANO GARCÍA

miércoles, 19 de octubre de 2011

BIENVENIDA DIGNIDAD

Así decía una de las muchas pancartas que ilustraron la gran manifestación celebrada en Valencia el 15-O. A estas alturas, no creo que haya que recordar los motivos de la protesta. Sólo decir que se trataba de una convocatoria mundial, “planetaria”, según algunos titulares de prensa. La idea partió hace meses de una pequeña asamblea de barrio de las muchas a las que dio lugar el 15-M. De un rincón de la geografía madrileña se extendió a todo el mundo. Es lo que tiene la globalización de las comunicaciones, han diluido las fronteras. Además el terreno está abonado para la siembra. Ante las políticas agresivas contra los más débiles; ante recortes a la sanidad y la educación públicas, pilares básicos de las sociedades modernas; ante los ataques a la cohesión social; ante la permisividad con quienes causaron la crisis; ante el reparto del botín por algunos sinvergüenzas sin escrúpulos; ante el auge de la insolidaridad; ante la intolerancia; ante el ensanchamiento de la sima entre ricos y pobres,… la dignidad llama a la puerta. Una parte importante del éxito de la protesta está ahí. Pero sería nefasto encandilarse en el auto elogio. Como dice Zigmunt Bauman, filósofo y sociólogo polaco, entrevistado por Vicente Verdú para EL PAÍS: “el 15-M es emocional, le falta pensamiento” y “la emoción es inestable e inapropiada para configurar nada coherente y duradero”. El pensamiento se va haciendo poco a poco, a fuego lento. Por eso es tan importante no perder la perspectiva. No confundir molinos de viento con gigantes. No dejarse arrastrar por populismos demagógicos que ponen a todos en el mismo saco. No todas las políticas son iguales, no todos los políticos se comportan de la misma manera. Hay diferencias. Y hay que saber distinguirlas para poder elegir en libertad. Porque de eso se trata, de saber elegir lo más digno.   

AHORROS
                Hace unos días, la secretaria autonómica de Sanidad, Manuela García, anunciaba el ahorro de 2,6 millones de euros mensuales al erario reduciendo el número de camas en los hospitales públicos de la Comunidad. Camas que, según la Conselleria, no se habían ocupado en meses dada la buena salud de los habitantes del país. En total serían 262 camas las que se “compactarían”, es decir suprimirían temporalmente. La medida, a pesar de ser modesta, no ha durado ni una semana desbordada por la demanda. Y es que la sanidad pública valenciana está al límite de sus posibilidades. Figuramos a la cola de España en número de camas por mil habitantes y muy lejos de la media europea. Aquí los recortes hace tiempo que se aplicaron. Ahora se trata de rebanar bien la bandeja de la sanidad y la educación públicas. Tras la sanitaria no ha tardado en presentarse otra medida estrella para el supuesto ahorro educativo: facilitar la inversión y gestión privada de centros concertados o totalmente públicos. Como si los centros educativos fueran autopistas. Saqueo y no sólo económico. El deterioro democrático avanza, ahora con la excusa de que no hay dinero. Hace falta mucha dignidad para acabar con tanto latrocinio. 

MONAGUILLOS
                Los de Juan Cotino son los más aplicados. No hay más que ver cómo se las apaña su asesor en  Twiter mandando mensajes intimidatorios a Ana Pastor, la periodista de los Desayunos de TVE. Insultando además con cargo al presupuesto público. Y eso que el PP aún no ha ganado las elecciones. La chulería y el matonismo se enseñorean ya en el PP, y no sólo en las bases. Ángel Mínguez, el monaguillo de Cotino en les Corts, también es gerente de la Fundación Vives, creada por el propio Cotino para formar cuadros leales al sector católico del PP y que el Consell financia generosamente. No es ésta la única “obra de caridad” del actual President de les Corts. Siendo vicepresidente del Consell con Camps abrió las puertas a la red mafiosa Gürtel para que hiciera negocio con la visita del Papa. Y él mismo  tiró de presupuesto público para pagarse estancias y viajes particulares y hasta una limusina para pedir “agua para todos” en Bruselas. En ese clima de dispendio, no extraña que la ex subsecretaria de la Conselleria de Medio Ambiente -de la que era titular Cotino- cargara sus gastos privados a la caja de la Conselleria. ¿Quién dice que no necesitamos una buena dosis de dignidad con tanto mangante y chupóptero?
URBANO GARCÍA

DÍAS PATRIÓTICOS

La revolución los creó, los románticos los institucionalizaron. A veces, entre dos de las fechas patrióticas que festejamos los valencianos, el 9 y el 12 de octubre, se levanta un largo puente que pone broche de oro a la holganza estival. Este año no ha sido así. Esta vez, además de separadas por dos jornadas laborables -para quien tenga la dicha de tener trabajo-, ha habido otras novedades. La crisis que todo altera, tampoco ha perdonado las fiestas. En el primer 9 d'Octubre presidido por Alberto Fabra, la sombra de la tijera se deslizó entre sotanas y capotes -toreros y religiosos han copado parte de los galardones autonómicos- amenazando lo poco que queda por recortar. “Tindrem que fer grans sacrificis”, dijo el Molt Honorable, mientras el ectoplasma de Camps vagaba por el Palau de la Generalitat como alma en pena. Por lo demás, sin novedad en el frente. También se ha notado que este 9 d’Octubre estamos en vísperas electorales. Esta vez, las caras del PP se han hecho más visibles si cabe, buscando el loor de la multitud al lado de la senyera. La derecha valenciana se siente a gusto con este festejo y sigue apropiándose de los símbolos sin ningún tipo de rubor. Este año, los y las concejales de Compromís han hecho todo lo posible por contrarrestar este secuestro. Elogiosa iniciativa aunque un poco inútil. Y es que aquellos polvos de la Transición siguen embarrando la política valenciana. Vicent Flor lo tiene bien documentado en su “Per ofrenar noves glòries a Espanya”, un manual imprescindible para no perderse en el laberinto de quienes albergan sentimientos patrióticos en esta tierra de inquisidores y conversos.

MITOS FUNDACIONALES
                    Toda nación que se precie los tiene. Y quién no, se los inventa. O las dos cosas. Los mitos fundacionales de Valencia están más o menos claros. O eso creíamos. Hay constancia de cómo Jaume I conquistó Balansiya -así llamaban los árabes a Valencia- en el Llibre dels Feyts (s.XIII): “enviam a dir al rey e raiç Abulhamalet, per tal que sabessen los christians que nostra era València, e que negun mal no·ls faessen, que metessen nostra senyera en la torre que ara es del Temple, e els dixeren que·ls plaïa. E nos fom a la rambla, entre’l reyal e la torre, e quan vim nostra senyera sus en la torre descavalgam del caval, e endreçam-nos ves orient, e ploram de postres uils, e besam la terra per la gran mercé que Deus nos havia feyta.”. Al margen de milagrosas apariciones, hasta que llegó la Transición no se cayó en la tentación de adaptar los hechos a los intereses particulares de determinados grupos. O eso parece. Alfonso García nos descubrió en el diario Levante que la reproducción del retablo de Marçal de Sax que decora la capilla de San Jorge en el exterior de la Catedral valenciana presenta cambios respecto al original. Las cuatribarradas han sido sustituidas por cruces de San Jorge. Y hasta el rey conquistador aparece en segundo plano, detrás del santo. Una burda manipulación histórica y artística digna de mentes torticeras. O sea que cuidadito con los mitos fundacionales que están expuestos a todo tipo de maniobras.

15-O, PROTESTA GLOBAL
¿Qué mitos fundacionales tiene Europa? Si pensamos en lo que ahora ocurre es fácil deducirlo: un pacto entre la banca y un reducido grupo de mandatarios. No hay más que estar atentos a la próxima jugada: una nueva inyección de dinero público para salvar a la banca privada de otro crac. Mientras, ¿qué pasa con los ciudadanos europeos? Lo sufrimos en nuestra patria: sacrificio, sacrificio y sacrificio. Y poco más. El cabreo va en aumento. No sólo aquí. Como el capitalismo, como la crisis, también la indignación es global. De la Puerta del Sol a Wall Street. El sábado 15 de octubre, un grito mundial de protesta se oyó en todo el planeta. Tres años después de iniciado el calvario de la crisis, los culpables no tienen escrúpulos en repartirse el dinero de las ayudas públicas –no hay más que ver qué hacen los ex consejeros de las cajas de ahorros españolas “salvadas” por el Estado-, mientras al resto de la ciudadanía se le corta la luz para que no vea la salida del túnel. Otro mundo es posible. Hay que iluminarlo y hacerlo realidad.
URBANO GARCÍA

SUMAR

“Més lluny, sempre anant més lluny”
Elia Serrano, in memoriam.

                No son tiempos fáciles. Todo el mundo lo sabe, es una verdad de Perogrullo. Para nadie. Pero para algunos son peores que para otros. Las crisis, como la riqueza y tantas y tantas cosas, van por barrios. Desde que estalló el escándalo de la entidad financiera Goldman Sachs –el pasado septiembre se cumplieron tres años-, no hay día en que no nos despertemos sin un nuevo sobresalto. La crisis es ya mucho más que una crisis. A la desregulación de la vida económica se ha sumado la de la política. Los palos de ciego de la Unión Europea no son una excepción en este mundo globalizado. No hay más que repasar cómo respondió EEUU en los primeros meses de la crisis. Y cómo sigue haciéndolo. Primero se acudió a Keynes para que papá Estado sacara a la banca de su shock. Pero pronto se olvidó que los que más sufrían seguían quedándose en la cuneta. Uno de los problemas que arrastra la actual situación es que quienes causaron la crisis son quienes pretenden administrar nuestra salvación. Tanto la gobernanza económica mundial (FMI), como la europea (Banco Central, Consejo Europeo,…) están en manos de gentes que parecen tener una visión un tanto egoísta de las cosas. Una visión alejada de valores como la solidaridad, la cooperación o la igualdad. No hay otra explicación cuando vemos cómo actúan. Parece no importarles el sufrimiento, el dolor que causan sus medidas de austeridad. Quienes rigen la economía del planeta, sin haber sido elegidos por nadie, parecen vivir alejados de los problemas del común de los mortales. Mientras, el resto de ciudadanos estamos desarmados ante sus alardes de prepotencia.      

ILUSIONAR
                Es difícil en un contexto tan deprimente insuflar algo de esperanza. Rubalcaba ha rescatado del olvido las recetas socialdemócratas de las que hablaba el historiador Tony Judt y el agitador Stéphane Hessel para animar un poco al decaído socialismo hispano. Y es que ZP aplicó, como buen alumno que es, las recetas nada socialdemócratas que le recomendó la UE y le dictó el FMI (no conocemos la carta que recibió Zapatero, pero su contenido no debe diferir mucho del de la remitida a Berlusconi), y una vez hecho el trabajo, se retiró. Ahora le toca a Alfredo intentar la remontada. No lo tiene fácil. Será su mérito.
                La izquierda del PSOE, además de cabreada, también está efervescente. Piensa que es su momento. Ahora o nunca. Izquierda Unida, tras relamerse las heridas y purgar sus esencias, confía en recuperar parte del terreno electoral perdido. Ya ocurrió en las autonómicas y municipales. Aunque los resultados fueron claramente insuficientes para frenar el tsunami de la derecha. Posiblemente Izquierda Unida tiene un techo de cristal difícil de romper. Y no sólo causado por una injusta Ley Electoral.  
                Por cierto, en enero de 2011, las Cortes, con el voto de PSOE, PP, CiU y PNV cambiaron a peor esa ley electoral. Una reforma que no mereció la atención debida. A partir de ahora, quienes se presenten a las elecciones y no tengan representación previa en las Cortes, deberán ser avalados por el 0,1% del censo del distrito electoral por el que se presenten. 35.000 firmas si concurren en toda España. ¡Viva el bipartidismo! Nada más alejado del clamor del 15M que pide una ley electoral más justa. Lo justificaron como una medida de austeridad, para combatir la sopa de letras y para evitar el tráfico de datos, pero es una forma de reducir la pluralidad. Sólo con unidad puede la izquierda responder a esta brutal agresión.

UNIR
                Cada cual suma a su manera. Izquierda Unida/ Esquerra Unida lo ha hecho con un proceso de refundación y haciendo suyos algunos de los postulados defendidos en las plazas del 15M. Otros como Compromís y EQUO lo intentan con un complejo proceso de convergencia en el que no faltan las tensiones. Es lo que tiene la democracia participativa y desde abajo, que sus resultados no siempre son los previstos. La apuesta no deja de ser novedosa. Si consiguen los avales necesarios, la candidatura resultante de esta heterogénea suma de voluntades podría ser una de las sorpresas del 20N.    
URBANO GARCÍA

HACIENDO CIUDAD

Ahora que “Salvem el Botànic, recuperem ciutat” ha pasado página, cerrando un capítulo de la infamia urbana de Valencia, las y los ciudadanos de “Salvem el Cabanyal” toman el relevo. Nacieron tras la estela abierta por los del Botànic. No en balde adoptaron el nombre de Salvem como enseña de su épica resistencia. Resistir es vencer, dijo Negrín en 1939. Él resistió todo lo que pudo, pero no fue suficiente para frenar un fascismo en auge y a punto de romper la espina dorsal de las democracias europeas. Aquí y ahora, no ocurrirá lo mismo. Aquí y ahora, resistir es vencer. Ellos y ellas -los de Salvem el Cabanyal- entienden la construcción de la ciudad como un proceso democrático, participativo, alejado de maniobras y políticas despóticas que sólo rinden pleitesía al negocio especulativo. Es el urbanismo del siglo XXI.

PORTES OBERTES
Un año más, y van 13, numerosas vecinas y vecinos han abierto sus puertas -y en muchos casos sus corazones- para que empaticemos con su noble causa. Que no es otra que la de preservar el barrio, rehabilitándolo, adecentándolo y recuperando un encanto que nunca debió disminuir en todo su conjunto.
Carmen vive en el Cabanyal. Su casa está en esa zona 0 en la que Rita, la alcaldesa, quiere convertir una parte del barrio. Para Carmen no hay consuelo. Cuenta que un día, en la peluquería, una vecina arremetió contra quienes no quieren irse de sus casas para permitir que las excavadoras las arrasen. Carmen no pudo aguantar las lágrimas. El dolor por la incomprensión, por la virulencia con que su vecina y conocida defendía la cirugía mayor como única forma de recuperar la zona, venció sus resistencias. Carmen encontró consuelo en quienes como ella se aferran a sus viviendas, a sus recuerdos. Desde entonces, nunca falta a las reuniones de los miércoles en el antiguo matadero.
El Escorxador es la sede de Salvem el Cabanyal. A pesar del deterioro del entorno, el viejo edificio sigue guardando su encanto. Es más, Salvem el Cabanyal ha acondicionado el interior. Lo último que han hecho ha sido ponerle un toldo al patio. Allí hacen las asambleas, y “en verano, es la única forma de poder soportar el calor”, dice Maota,  profesora y activa miembro de la organización vecinal.
La edición de este año que abrió sus puertas el sábado 24, ha contado con importantes colaboraciones. La editorial Media Vaca, ubicada en el barrio, ha publicado un hermoso catálogo con los 99 relatos ilustrados que pueden verse en las viviendas “abiertas” en el Cabanyal-Canyamelar. Son historias del barrio, de sus gentes, de sus casas, de un tejido urbano y humano que aún les hace sentirse como un pueblo, como el viejo Poble Nou de la Mar que empezaron siendo. Nada se hubiera podido hacer sin la complicidad de un grupo importante de artistas, ni sin una ciudadanía activa y solidaria.   

PORTES TANCADES
                La lucha de Salvem el Cabanyal por su barrio titánica. David contra Goliat en versión urbana. A un lado unos vecinos sin apenas recursos. Al otro, el autismo de un Ayuntamiento que sólo abre sus puertas de par en par a súbditos dóciles y aduladores. Leviatán contra los ciudadanos. “La prolongación de Blasco Ibáñez estaba en el programa del PP, y la mayoría de valencianos me vota”, dice una ufana Rita desde su mayoría menguante. Pero gobernar es algo más. Aplicar el rodillo nunca soluciona los conflictos de intereses. Y de eso se trata, de lucha de intereses. Los de los vecinos del Cabanyal están claros: rehabilitar su barrio, mejorar sus condiciones de vida. Pero, ¿qué intereses defiende la mayoría municipal? Dicen que los mismos. Sin embargo surge la duda cuando se fomenta, por activa o pasiva, la ocupación por sectores marginales de viviendas compradas por el ayuntamiento. O niegan permisos de obras para reparar bajantes o arreglar goteras. Así se deteriora un barrio. Así se descubre el engaño. Surge la duda cuando no se respeta nada, ni el patrimonio. Un ejemplo, la antigua Lonja de Pescadores, edificio ecléctico centenario original y único, será arrasado para hacer una rotonda que facilite el acceso de coches a la playa, si nadie lo impide. Por no hablar de la trama urbana. O de sus casas, de un modernismo popular digno de admiración por arquitectos de las más lejanas latitudes. Además, no hay dinero.  
                Ahora, durante los primeros días del cálido otoño tenemos una magnífica excusa para andar sus calles, para entrar en algunas de sus casas y hablar con sus gentes. La mejor forma de amar lo nuestro es conocerlo. ¡Ánimo! El Cabanyal nos espera con las puertas abiertas.               
URBANO GARCÍA

EDUCAR / APRENDER

Para aprender siempre se está a tiempo. Yo, con una larga vida vivida, aún aprendo de los jóvenes del 15M que se movilizan indignados contra las injusticias que nos acosan. Me/nos  enseñan una forma de rebelión pacífica, festiva, alegre, pero a la vez contundente. No es fácil asimilarlo para quienes venimos de tiempos menos participativos y más sectarios. Muchos indignados del 15M son hijos de la democracia y se mueven en ella como pez en el agua. Nos recuerdan su esencia. Además se comportan como sabios de la aldea. Nunca pierden la calma ni la paciencia. Hace unos días volvieron a salir a las calles de numerosas ciudades para expresar su indignación por cómo quieren –los “mercados”, los bancos, la Unión Europea, el FMI,…- que salgamos de la crisis: pagando la factura quienes menos tienen. En el frontispicio de sus reivindicaciones, la defensa del estado del bienestar. Y en primer lugar la sanidad y la educación públicas. Coinciden con sindicatos y partidos de izquierda en la urgencia de la protesta.

ESCUELAS
Educación y sanidad son la piedra angular de toda democracia que se precie. Públicas y gratuitas, naturalmente. En eso, hasta ahora, había un gran consenso. Pero llegó la crisis, y con ella las rebajas. De derechos, ¡claro! Y los partidos conservadores han visto la oportunidad de hincar el diente en una tarta –la de los servicios públicos- que hasta ahora se les ha resistido. En ello están. Lo hacen a golpe de declaración y de presupuestos. Rajoy y sus mariachis gobiernan casi todo el mapa autonómico. A él están transferidas las competencias sanitarias y educativas. Por los divertículos de esas taifas se dilapida una parte importante de nuestro erario. El bueno del ministro Gabilondo sólo administra su palabra. No es poco. Los recortes en educación le parecen mal. Lógico. El mañana se cultiva en las aulas de hoy. Por eso los del PP no ahorran en insultos. Hasta colocan al Ministro detrás de la protesta. Hay que ser mezquinos.
La lideresa del madroño se pronunció ante la huelga del 20-S convocada por los enseñantes en su comunidad: “a lo mejor (la educación) no tiene que ser obligatoria y gratuita en todas sus fases". Acabar con la enseñanza de todos y para todos es el primer paso para apuntillar la igualdad. Vuelta al feudalismo.
El control del déficit público –ahora consagrado en la Constitución- se ha convertido en la excusa perfecta para justificar los más injustos recortes. Lo peor es que amenazan con la tijera cuando queda mucho por hacer. Por ejemplo, extender la gratuidad a la enseñanza de 0 a 6 años. A esa temprana edad despuntan las desigualdades que luego se harán sangrantes. O terminar de una vez con los barracones, por poner un ejemplo próximo. Claro que aquí, en tierras valencianas, aún no se han anunciado más recortes que los ya emprendidos. Será por la pausa pre electoral, o por el stand by del President, el caso es que aquí no hay más agravios que los sembrados por el ex conseller Font de Mora. No son pocos. Eso sí, somos vanguardia en la cesión de suelo público para la construcción de centros privados. Sobre todo, si llevan la vitola de católicos.
Hay toda una variedad de mecanismos para degradar la enseñanza pública. Amortizar las jubilaciones, no renovar a los interinos, recortar líneas o reducir la oferta educativa. Mientras se hace esto, se incentiva fiscalmente a quienes optan por centros concertados. Se relajan los controles sobre ellos y se publicita con dinero público sus resultados académicos. El asalto a la escuela pública está servido.

PRIORIDADES
                No termina la afrenta en la enseñanza reglada. Hace más de un lustro, un cartel de la Generalitat anuncia el solar sobre el que se levantará la nueva Escuela Oficial de Idiomas. Ni hubo dinero en tiempos de bonanza ni ahora con la crisis. Resultado: el colapso de la oferta pública de enseñanza de idiomas. Pero el episodio más grotesco lo vimos en el Centro Príncipe Felipe, cuando el Consell rescindió el contrato a los investigadores. En tres años, se pasó de casi 10 millones de euros de presupuesto a poco más de dos. Todo un record. Una austeridad que provocó la dimisión del comité y la dirección científica del centro, el que era escaparate de la investigación valenciana. ¿Son estas las prioridades del PP?
URBANO GARCÍA

GOBERNAR

“Si queremos reciclar hay que pagarlo. Reciclar es caro”, dijo Rita a los periodistas como único argumento en defensa de la brutal subida de la tasa de basuras. La mierda valenciana cotiza en bolsa. Es cara, muy cara, tal vez la más cara de España. Vale como oro. Al menos así pagamos por ella los valencianos. También somos los ciudadanos que más pagamos de Impuesto de Bienes Inmuebles. Aquí, además de en esquilmar el territorio, nos hemos especializado en tratamiento de basuras. Es bien conocida, aunque no juzgada, la trama Brugal construida en comarcas alicantinas alrededor de los vertederos. Dicen los expertos que aquí, como en Italia, la mafia se ha hecho con el negocio. Impuestos y mafias parecen gozar de incentivos en tierras gobernadas por el PP. Así parecen atestiguarlo las prácticas de los barones varones y las baronesas varonas del PP que por aquí pululan.
                Por cierto, parece que desde que su pupilo Camps dimitió, Rita no se siente querida por su jefe. Seguro que los psiquiatras han puesto nombre a esta dolencia. Es más, Rita dice que Rajoy “no tiene en consideración a los valencianos”. Victimistas sin fronteras la tiene en nómina. Rita quiere ir al Congreso. Y hasta se postula para encabezar la lista. Rita se aburre en Valencia. Quisiera ser presidenta, aunque fuera del Senado. Está tan atenta a su futuro que a veces olvida gobernar su presente.   

EXPORTACIONES
                A los pocos días de que la edila valenciana defendiera con tanto ardor la subida de las basuras, el diario Levante dio a conocer que en un puerto de Brasil, en el de Itajaí, “se habían inmovilizado 6 contenedores con 60 toneladas de residuos plásticos procedentes del puerto de Valencia”.  Esta claro que la de cítricos ha dejado de ser nuestra única exportación. El cargamento de envases compactados de PET (tereftalato de polietileno) –ese plástico reciclable que tanto impacto ha tenido en la industria envasadora- recaló en al menos 9 puertos antes de llegar a su destino. A decir verdad, la investigación abierta por ECOEMBES, la empresa estatal responsable del Sistema Integrado de Gestión de envases y residuos, aún no ha aclarado este ilegal negocio transoceánico, pero ya ha amenazado con sanciones a los responsables.
                Lo que está claro es que la vigilancia de la Autoridad portuaria valenciana sobre el tráfico en sus dominios deja bastante que desear. Es lo que tiene ser una potencia en contenedores. El continente oculta en ocasiones un mercadeo ilegal. Tampoco Rita parece preocupada por saber qué circula por Valencia.

IMPUESTOS
                Lo que le importa a Rita es recaudar más. De ahí su defensa de la subida de la tasa de basuras en contraste con la actitud del PP ante otros impuestos. Por ejemplo el de Patrimonio. Mientras los millonarios franceses piden pagar más, los de aquí se esconden esperando pasar desapercibidos...y que el PP les saque las castañas del fuego. Según Rajoy y su cohorte, la reactivación del impuesto de Patrimonio “castiga a quien ahorra”. Como si tener varios millones de euros de patrimonio pudiera ser sólo fruto de  la capacidad ahorradora de cualquiera. Porque de eso se trata, de marcar los límites a partir de los que se fijará el impuesto. No es lo mismo tener un piso que ser dueño de una urbanización entera, por ejemplo.
                La crisis económica afecta a todos, pero a unos más que a otros. Para la mayoría es una maldición, aumenta la infelicidad y el malestar. Para unos pocos, la crisis abre nuevas oportunidades para incrementar sus fortunas. No es demagogia. No hay más que ver qué tipo de vehículos han aumentado sus ventas en los últimos años: los de lujo y gama alta. La crisis no ha hecho más que hacer mayor la brecha entre ricos y pobres. No es demagogia. Por eso es tan importante cómo salir de ella. No es lo mismo ahorrar reduciendo gastos y recortando servicios públicos, que hacerlo aumentando los impuestos directos sobre quienes más tienen, sobre la banca y sobre las operaciones especulativas. Esa sigue siendo la gran diferencia entre gobernar con políticas de izquierdas o de derechas. Adivinan quién hace qué.                    
URBANO GARCÍA

TINTO DE VERANO

Aunque no ha terminado el verano y la canícula aún aprieta, septiembre es buen mes para hacer balance de temporada. Los comercios hacen caja después de las rebajas, y los ciudadanos nos tentamos el bolsillo tras los excesos veraniegos. Los de 2011 pasarán a la historia. No tanto por lo que hicimos, sino por lo que hicieron por nosotros. Es lo que tiene delegar el poder de decisión, nunca está claro qué se puede hacer y qué no sin contar con la opinión de la ciudadanía. Viene a cuento esta reflexión por el epílogo con el que terminó agosto: una reforma constitucional exprés pactada entre los dos partidos con mayor representación parlamentaria para poner tope al endeudamiento público. Es posible que la medida fuera conveniente, incluso necesaria, para poner fin al excesivo derroche de algunos en los años de bonanza inmobiliaria. Pero suena a despotismo ilustrado que se intente hacer sin consultarnos. La percepción ciudadana es que perdemos capacidad de decisión a raudales. La crisis económica ha dejado al aire las vergüenzas del capitalismo de inicios del siglo XXI. Casi las mismas que las de finales del XIX.

PÁNICO
                “Lo único a lo que debemos tener miedo es al propio miedo”, dijo Roosevelt en 1932, en su discurso de toma de posesión como presidente de unos Estados Unidos paralizados por el pánico ante la gran depresión. No hemos oído aún a ningún mandatario de ningún país pronunciarse con tanta rotundidad en los tres años que llevamos de la actual. Y mira que sobran los motivos. Los insaciables mercados, esos desalmados piratas que esquilman nuestros ahorros y nuestras esperanzas, no han parado de especular ni en agosto. El objeto de su codicia no es otro que el políticamente frágil euro. Una moneda de gran valor, pero sin un soporte adecuado. La moneda única europea es una buena presa. Al menos, mientras la todopoderosa Alemania no esté convencida de que sólo saldremos de la crisis con más y mejor Europa. Claro que el miedo tiene sus cómplices. No hay más que ver a quién beneficia.
                El principal efecto del pánico es que aturde los sentidos e impide la reflexión. En ese estado comatoso es difícil votar con libertad. Un ideal para quienes aborrecen de las consultas populares. Y ya se sabe que quienes manejan los hilos de los mercados huyen de las urnas como gato del agua.
                Poner un corsé al gasto público es lo contrario de lo que hizo Roosevelt. La gran apuesta del político demócrata para revitalizar la economía fue aumentar las inversiones y garantizar los salarios. Única forma de mantener el consumo y por tanto el crecimiento económico. El New Deal –el nuevo pacto con la ciudadanía- no le dio mal resultado. Salvó al país y de paso a la democracia. Ahora, tras haber gastado millones de euros en salvar a la banca, la derecha europea ha decidido hacer lo contrario. No podemos decir que contener el gasto y frenar las inversiones esté dando buenos resultados. Ni ha frenado el crecimiento del paro ni ha parado la especulación. Y el FMI azuzando el asalto neoliberal. 
                Eso sí, quienes están al acecho para hincarle el diente al Estado del Bienestar se frotan las manos. Las restricciones de gasto afectan directamente a los servicios públicos, esos que benefician a toda la sociedad. Dejar de prestarlos abre un nicho de negocio a la iniciativa privada. A pesar de que Rajoy ha dado orden a sus barones y baronesas territoriales para que no muevan ficha antes de las elecciones generales, en algunas autonomías ya se ve hacia dónde van los movimientos de la derecha. Educación y sanidad son el principal objeto de su tijera. En Madrid y en Murcia, en Santiago y en Valencia.     

TALANTE  
                Agosto también trajo cambio de President. Del nuevo, Fabra, intuimos otro talante. Al menos por sus palabras. Los hechos siguen siendo inciertos. Manda la economía, y esa deja poco respiro. La valenciana es la autonomía más endeudada. Y ha sido el PP quien la ha llevado a la ruina. A Camps, ahora becario en el Consell Jurídic Consultiu presidido por su director de tesis, habría que pedirle cuentas por su gestión. Alberto Fabra estuvo en la reentré de los Desayunos de TVE. “Todos hemos jugado a ser mini estados”, respondió Fabra a Ana Pastor cuando ésta le preguntó por las Diputaciones. Si hay que adelgazar la administración bien estaría empezar por estos entes decimonónicos. El PP no está por la labor. Qué se lo pregunten al otro Fabra, a Carlos, ex presidente de la de Castellón y símbolo del clientelismo caciquil que instauró en el XIX el régimen de la Restauración. Claro que una cosa es ahorrar y otra que la derecha renuncie a esa covachuela de poder, por muy buen talante que luzca.
URBANO GARCÍA

viernes, 29 de julio de 2011

SACRIFICIO

No hablo del magnífico film de Tarkovski, ¡no! Me refiero al sainete con aire zarzuelero que nos ofreció Camps en su despedida como president de la Generalitat. “Ofrezco este sacrificio personal para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno, para que el PP gobierne España”. Más claro, agua. Todo por Mariano, todo porque llegue cuanto antes a la Moncloa y aparte de mí este cáliz, debió de pensar Camps en medio del trance. ¿Y pedir perdón? De eso nada, de nada. Así fue el sacrificio del ya ex molt honorable, o ¿habrá que seguir dándole esta consideración protocolaria?
La ceremonia se ofició en dos lugares diferentes: en el patio del Palau de la Generalitat y en la sede del PP. En ambos rigió la más absoluta opacidad. Don Francisco Camps, ni en esos instantes trascendentales, accedió a que las cámaras de televisión ofrecieran sus palabras en directo. No hay que perder la compostura ni ante la sepultura. Hasta la cámara amiga de Las Provincias sufrió el boicot de un escolta, cuyo traje gris ocupó toda la pantalla. Un ninguneo a la ciudadanía sin parangón en nuestra historia. Ese es el talante que lució Camps en su despedida, el mismo que tuvo durante su mandato.
En el acto palaciego, Camps se rodeó de sus más allegados y de su ejecutivo, nombrado tan solo hacía un mes. A la diestra, al lado de la escalera, Rita, su madrina y hada protectora, junto con Trillo, el enviado de Génova. A la siniestra, su Consell, con la ex directora de Canal 9, Lola Johnson, ahora Consellera de Turismo, Prensa y Propaganda, en lugar destacado. La disposición escénica, similar a la de un coro de tragedia griega. En el centro él, Camps, con semblante cadavérico y aires de Hamlet. De eso se trataba, de la representación de un drama shakesperiano en versión casposa.

La escena en la sede del PP fue menos pública si cabe. Aquí se trataba de oficializar la especialidad del partido: la designación a dedo. Camps hubiera preferido de sucesora a Paula Sánchez de León, para eso la nombró Vicepresidenta y Consellera de Justicia. Alguien ducho en leyes siempre es un buen báculo ante un futuro en el banquillo. Pero Génova prefirió a un hombre gris, al margen de las conspiraciones palaciegas, alejado de los boyardos. Llegó el turno a Castellón y Alberto Fabra era la persona adecuada en el momento oportuno. Fabra fue el ungido por Rajoy para presidir la transición del postcampsismo. Allí, junto a él, estaba Rafael Blasco, el condottiero, presto a ofrecer sus servicios para que el nuevo president no se perdiera en el quién es quién en el PP valenciano. ¿Y el pueblo? Al pueblo tampoco le permitieron aquí ni asomarse a la ventana.     
El drama había estallado el viernes 15 de julio, tras el auto del juez instructor, José Flors, llamando a juicio a Camps, Costa, Campos y Betoret. Rajoy decidió tomar cartas en el asunto. Mientras, el aún President se atrincheraba en su despacho. Al día siguiente, como si fuera una metáfora, la entrada al Palau por Serrans apareció colmatada de macetones y bolardos a modo de defensa numantina.

No tardó en llegar a Valencia el emisario del jefe, digo de Federico Trillo. El marqués de Perejil, destacado miembro del Opus y cofrade marrajo en la semana santa cartagenera fue el encargado de levantar la pira funeraria para que Camps se autoinmolase. Dos días pasó Trillo en casa del finado para convencerle de que pagase la multa. Ni por esas. Camps era un mar de dudas. Confesar o dimitir, todo es morir. El acto de la extremaunción fue concelebrado, como en las casas de postín. Al lado de Trillo, para dar consuelo en el momento del óbito político, estaba Cotino, también del Opus, confesor y consejero, además de president de les Corts Valencianes.
  Cotino tiene tablas y no sólo en asuntos eclesiásticos. Gestionó todo el trapicheo de mochilas, urinarios y merchandising que rodeó la visita del Papa en 2006. ¡Sí!, esa visita para cuya recepción previa en el Vaticano Camps lució chaleco y terno confeccionado por la Gürtel, cuyos derechos de retransmisión televisiva se dieron en exclusiva a Canal 9, y cuya sonorización corrió a cargo de empresas tapadera de la red mafiosa. Un filón para cualquier periodista con ganas de husmear. 
Tras dos días de silencio institucional llegó el miércoles 20. A primera hora, Campos y Betoret se presentaron ante el juez con su escrito autoinculpatorio. Faltaban Costa y Camps para que los cuatro se libraran de pasar por el banquillo. Ricardo lo tenía claro. Tiene pendiente una causa por financiación ilegal del PP y no estaba dispuesto a cargar con antecedentes penales que le abrían la puerta a una condena en prisión. Además, no se fía de Camps que ya lo dejó tirado en la cuneta a la primera de cambio. Primero tú, dijo Costa. Pero Camps seguía deshojando la margarita. Boix, el abogado de Camps, entregó el escrito al juez. Sólo faltaba la firma. Y dieron las 2 y media y la puerta de la Audiencia se cerró. Llamó Camps para que la volvieran a abrir. ¡Qué viene, qué viene!, pensaron los periodistas que hacían guardia ante el noble edificio de la Glorieta. Pero Camps nunca llegó y el portón volvió a cerrarse.
La continuación de esta historia ya la he contado al inicio del relato. ¿Quieren oírla de nuevo? Pues, érase una vez un faraón que inventó una pequeña mentira para tapar su desnudez. “Yo me pago mis trajes”, dijo. A partir de entonces tuvo que inventarse mentiras más increíbles para ir tapando la bola de fabulaciones que crecía ante nuestras narices. “Camps s’ha anat, però la merda es queda”, dice Xavi Castillo. Y es que la lista de imputados y corruptos con escaño en les Corts Valencianes es interminable. http://youtu.be/b2px0jBs9H8
En los cuentos siempre hay moraleja. Pero no sé yo si de esta historia de algo más que tres tristes trajes se pueden sacar lecciones. Yo sí. Yo me quedo con una. Hay que ser críticos y estar vigilantes para que no nos tomen el pelo, o nos traten como tontos en vez de como ciudadanos libres.   
    
URBANO GARCÍA
PIES DE FOTO:

  1. Camps dimite. Periodista Digital
  2. Camps y los suyos. Tania Castro. EL PAÍS
  3. Camps, Rita y Trillo. Tania Castro. EL PAÍS
  4. Pegatina Plataforma Contra Corrupción.
  5. El juez José Flors camino del TSJCV. EFE
  6. Cotino en su despacho. Carles Francesc. EL PAIS
  7. Ricardo Costa hablando por teléfono. Manuel Bruque. EFE
  8. Camps y Alberto Fabra en la sede del PP. EFE
  9. Xavi Castillo. Pot de Plom
  10. Mani Anticorrupción en Valencia. Urbano García