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jueves, 29 de marzo de 2012

LA HUELGA


Escribo estas líneas pocas horas antes de la primera huelga general contra la mal llamada reforma laboral del gobierno de Rajoy y unas horas después de que asturianos y andaluces hayan acudido a las urnas para elegir sus respectivos gobiernos autonómicos. Uno tras otro, así vienen marcados ambos acontecimientos en el calendario. Además, como bien sabemos, todo está interrelacionado y todo tiene consecuencias. Por supuesto, los resultados electorales en Andalucía y Asturias tienen y tendrán consecuencias, digo. Y no sólo sobre la huelga general. Al margen de esas consideraciones, la huelga tiene vida propia. Dicen los sindicatos que es la primera respuesta a la brutal agresión a los derechos de todos los trabajadores. Y hasta el propio Rajoy parece compartir esa opinión cuando dijo sotovoce en el Parlamento Europeo que estaba cocinando una reforma que le costaría una huelga general. Mariano puso la venda antes de infringir la herida. ¿Provocador o precavido? Dejo la respuesta a criterio del lector.

EL TECHO
                No han pasado ni cien días desde el triunfal paseíllo de la derecha hispana por el coso nacional y ya la han frenado en seco. Hablo de Andalucía y Asturias, donde ni los más forofos del PP pueden sentirse contentos con los resultados electorales. Y eso que Mariano y sus conmilitones ocultaron en la recámara del BOE -hasta agotar la paciencia de sus socios comunitarios- las impopulares medidas de los presupuestos generales. Tampoco sirvió de mucho el acoso y derribo a Griñán pergeñado por cierta prensa conservadora. Pues ni por esas. El PP ganó escaños en Andalucía, pero perdió votos. También perdió votos en Asturias, pero repitió escaños. En la comunidad del sur, socialistas e Izquierda Unida tienen mayoría absoluta. En la del norte, parece que será UPyD quién dirima el empate. Difícil decisión para Rosa Díez, obligada por las circunstancias a hacer de Salomón cuando le gusta ser Reina de Saba.  
El partido único de la derecha hispana no será por ahora movimiento nacional, lo ha impedido las urnas. ¿Ha tocado techo el PP?, cabría preguntarse. Es posible. La crisis no amaina, y las medidas que está aplicando el gobierno de Rajoy aumentan el paro, nuestro peor carcinoma. No han pasado ni cien días y ya sufrimos las peores recetas del ultra liberalismo. Con manipulación y censura incluidas.   

LA RUINA
                Por si el panorama nacional no fuera suficiente, echemos una mirada a esta tierra antaño de oportunidades. La recesión hace tiempo que llamó a nuestra puerta. Lideramos, con más gracia y soltura que Camps perchea en la Albufera, la destrucción de empleo y la caída en picado del Producto Interior Bruto. Un informe del BBVA sitúa la contracción de nuestra economía para 2012 en el 2,2%. La peor de todas las autonomías. Vemos cómo Ana Pastor, la ministra del AVE, prioriza enlaces con Europa que Europa no quiere, mientras ningunea ejes mediterráneos sobre los que hay un amplio consenso. Leemos a un ex Molt Honorable jactarse de haber toreado a la justicia. Mientras vemos a los jueces bucear en el estiércol generado por la Gürtel con motivo de la visita del Papa. Y ahí no acaba la lista.
Además de litros de zotal, haría falta mucha penitencia para limpiar tanta inmundicia. Cotino ya se ha puesto manos a la faena. Hace unos días fue visto confesando a uno de sus monaguillos por la Plaza de la Virgen. Fue durante un festival –pagado con dinero público- en “defensa de la vida”, o sea contra “la violencia de género estructural contra las embarazadas”, en palabras del Ministro de Justicia. En el acto había una gran pancarta que rezaba: “Siervas de la Pasión al servicio de la Vida”. Está claro que quien convocaba no era el Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios. Una noble institución de Málaga fundada en 1840 por Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de 45 años enfermera en el citado hospicio y que ganó la santidad por su buen hacer. La reforma laboral del PP recorta los derechos de lactancia y condena a la mujer a seguir atada a su maternidad y en casa. ¿Hay motivos para el cabreo?    
URBANO GARCÍA

Fotos: URBANO GARCIA

EL RELATO

Para entender mejor lo que ocurre a nuestro alrededor siempre viene bien un buen relato. Dicen que eso -un buen relato- es lo que le falta a esta mal llamada crisis, que empezó siendo financiera y ya es sistémica. Digo bien, sistémica, del sistema. Y es que no sólo afecta al bolsillo de ciudadano, que también, es que su partitura toca demasiadas teclas como para ser interpretada por un solista. Un detalle, el precio del litro de gasolina en Francia ya ha llegado a los 2 euros, y nosotros vamos a la zaga. Sabemos que el precio de los carburantes afecta al precio de todas las cosas. Por tanto, el exponencial aumento del coste de la vida parece que apenas ha comenzado. A pesar de la complejidad de la cuestión, hay relatos que nos dan cumplida explicación de lo que ocurre en nuestro pequeño mundo. Uno de los últimos lo ha escrito el biólogo valenciano Ricardo Almenar. Se titula “El fin de la expansión. Del mundo-océano al mundo-isla”. ¿Qué nos cuenta Almenar? Pues ni más ni menos que o cambiamos la idea dominante de desarrollo depredador de los recursos naturales, incluidos los medioambientales, o nuestra civilización está abocada al colapso. No es ser agorero ni apocalíptico, sólo hay que saber mirar y ver.

PROSPECCIONES
                La extracción del petróleo que almacena el planeta cada día es más difícil. Dicen los entendidos que hace tiempo que extrajimos la mitad del volumen de hidrocarburos contenidos en el subsuelo terráqueo. Desde los años 80 del siglo pasado, más o menos, hay que buscarlo a mayor profundidad y con tecnologías más costosas y agresivas. Sólo es rentable por su elevado precio. Buscar petróleo, sea donde sea, es la apuesta energética del PP. Y quiere hacerlo en Canarias y en la costa valenciana. No le importa a la derecha hispana matar a la gallina de los huevos de oro, digo del turismo, con tal de satisfacer la avidez de las compañías petrolíferas. Tampoco le importa que abandonemos el liderazgo europeo en energías renovables. Ese no es su relato, el suyo es el del colapso. Metidos en esa dinámica, el PP valenciano ya no ve objeción alguna a que las plataformas petrolíferas se recorten en nuestro horizonte. ¿Dónde están las voces del PP que clamaban a ZP para que no se hicieran estas prospecciones?    

LA PEPA
                El anticiclón dejó paso a la borrasca y con ella la lluvia. Así fue como el despotismo ilustrado borbónico dejó vía libre al constitucionalismo de La Pepa. Nuestra primera constitución -la de 1812-, a pesar de no ser perfecta, era la mejor a la que podíamos aspirar en un país ocupado por tropas extranjeras y con un imperio en declive. Con La Pepa pasamos de súbditos a ciudadanos. Pero la dicha duró poco, apenas un bienio. Ni Fernando VII ni la jerarquía eclesiástica estaban dispuestos a perder sus privilegios. Y volvieron las cadenas y con ellas la Inquisición. El relato democrático no cuajó y quedó aplazado. Al menos en la primera mitad del XIX. Hubo que esperar hasta la Primera República para ver cumplidos los sueños más importantes forjados en Cádiz. Hubo que esperar a la Segunda para que los anhelos de libertad se impusieran al deseo de los Borbones. Nuestro relato del XIX es el de un país colapsado.

INFAMIA
                Dice el Ministro del Interior que la #PrimaveraValenciana fue una provocación de los violentos. Y en su infame relato exculpatorio echó mano del performance de Dolors Folch, una aspirante a actriz que simuló morir ante la policía. Los relatos del poder suelen ser chocantes. En este caso, ridículos. Tanto como las excusas de Rita para no afrontar su responsabilidad política en el nombramiento de los chorizos que han saqueado la Empresa Municipal de Reciclaje de Aguas de Valencia, o las de Blasco para escurrir el bulto como máximo responsable político del saqueo perpetrado por sus conmilitones en la cooperación para el desarrollo. Matas, Camps, Gürtel, Brugal, …También la corrupción necesita un buen relato.
URBANO GARCÍA

Imágenes:
URBANO GARCIA 

miércoles, 14 de marzo de 2012

¿REFORMA?

Si en algo es hábil la derecha de este país es en tergiversar el significado de las palabras. De casta le viene al galgo, ¿o era podenco? Digo de Franco, ¿de quién si no le viene a la derecha hispana tanta maña en pervertir el lenguaje? El general ferrolano acuñó lo de cruzada para designar lo que era un golpe de Estado en toda regla. Luego, sus leguleyos sentenciaron “por rebelión” a quienes se mantuvieron fieles al legítimo gobierno de la República. El mundo al revés. Y siguen, ahí están los juicios a Garzón.
La última cabriola lingüística de Mariano y su cohorte es llamar reforma laboral al recorte de derechos. ¡Hombre, no es para tanto!, diréis. La propuesta del gobierno también contempla medidas para incentivar la contratación por parte de pequeños y medianos empresarios, argumentan. ¡Cierto! No seré yo quien diga lo contrario. Efectivamente, en el extenso texto dedicado en el BOE a la mal llamada reforma laboral hay algunos párrafos destinados a los emprendedores, ¡no faltaría más! Son excepciones en un texto que confirma la regla de todo lo contrario. Veamos.
+PARO
                “Esta reforma acaba con el marco franquista”, dice la lideresa madrileña. “Creará empleo”, apunta De Cospedal. “No creo que abarate el despido”, apostilla González Pons. Aunque para nota las declaraciones contradictorias de los ministros de Economía, De Guindos, y de Hacienda, Montoro. Para el primero, la nueva legislación ultra liberal servirá para acabar con el paro. Para el segundo, la misma legislación destruirá empleo al principio. También después, puntualizan los sindicatos. Y es que la nueva normativa desregulariza más si cabe nuestro desregularizado mercado laboral. Permite hacer expedientes de regulación de empleo en empresas privadas y públicas, ¡sí, públicas!, con solo tres meses seguidos de disminución de beneficios. Abarata el despido, ampliando los supuestos para considerarlo procedente y reduce las indemnizaciones hasta 20 días por año trabajado. Vamos, un chollo al servicio de empresarios poco escrupulosos. Tan solo han hecho falta unas horas para que el Liceo de Barcelona aplicase la nueva norma. Argumentar un balance con pérdidas ha sido razón suficiente para incoar un ERE y suspender temporalmente a casi toda su plantilla. Vendrán más, y con menos miramientos. Para eso ha hecho el PP la ley, para que se aplique. ¡Ah!, y tiene el visto bueno de Merkel y la derecha europea.   
                Teniendo en cuenta la insolvencia de la Generalitat, ¿cuánto tardará en presentar un ERE? Y los responsables de llevarnos a la ruina, ¿se irán de rositas?  
-CONSUMO
                Dicen los expertos que una de las cosas que diferencia la crisis actual de otras anteriores es que el capitalismo ha cambiado. Ahora, el capital hegemónico es el financiero. Y ese capitalismo –dicen- no necesita de los mercados interiores para seguir haciendo negocio. Los ciudadanos ya no servimos al nuevo capitalismo ni como consumidores. Sólo somos un estorbo para sus desmedidas ambiciones. Se equivocan, como de costumbre. El aumento del paro y la desaparición de las ayudas incrementan los efectos perversos de la crisis, poniendo en marcha la espiral de la depresión. Es posible que el capitalismo financiero ya no nos necesite, pero la desaparición de los factores que amortiguan los peores efectos de la crisis aumenta el riesgo de fractura social. Y no hay nada que tema más el capitalismo, el antiguo y el moderno. Además, como dice Manolo Peris en un artículo publicado en El País, la derecha hispana también está dinamitando otro preciado bien, el del consenso tejido con mimo y muchas concesiones durante la transición de la dictadura a la democracia. Y esa fractura tiene difícil recomposición.             
Lo dicho, de reforma nada. Es un ataque en toda regla. Un regreso al pasado de nuestras peores pesadillas. Ya lo dijo Mariano en Bruselas, donde no tocaba, “me harán una huelga general”. Al tiempo. Por lo pronto, el domingo 19 hay convocadas protestas en todos los rincones de nuestra geografía. 
      
URBANO GARCÍA
urbanogarciaperez@gmail.com

FOTOS:Urbano García

viernes, 9 de marzo de 2012

LA FIESTA



¡Ya está aquí! ¡Ya han llegado las Fallas! Con la cadencia anual que marca el calendario, la fiesta de las fallas con toda su parafernalia vuelve a ocupar las calles de Valencia y de muchas otras localidades de nuestro país. El atrezo está servido. A pesar de la que está cayendo, aflora la ilusión en falleras y falleros que salen durante unos días de su anonimato, sintiéndose protagonistas de una festiva catarsis colectiva. Y afloran los tópicos. El fuego regenerador. El olor a pólvora. El ingenio y la gracia… Y emerge la fiesta en todo su esplendor. El incremento exponencial del siempre excesivo nivel de ruido, la ocupación peatonal del espacio urbano normalmente reservado a los vehículos, los pasacalles, las bunyoleries con sus aceites requemados y sus felizmente recuperados bunyols de carabassa, las bandas de música poniendo la buena nota, los efímeros monumentos de cartón piedra en medio de las plazas, los castillos de fuegos artificiales, las mascletaes,… ¡Ah, les mascletaes! Y presidiéndolas desde el balcón consistorial las falleras mayores y menores, junto a las autoridades, invitados, cronistas del festejo, y tutti quanti tenga plaza en ese espacio reservado. El balcón municipal convertido en tribuna, en púlpito, en escaparate, en plataforma para sutiles, o no tanto, manipulaciones políticas,…El balcón como metáfora.

TRADICIÓN
                Es la tradición, se dice. En todo caso una tradición reciente. La del balcón, digo. La otra, la de la fiesta popular, hunde sus raíces en las saturnales y otras fiestas romanas, carnaval tardío y pórtico primaveral. La tradición agrícola marca los ciclos festivos, como nos ilustra Alfons Llorens, cuyo último libro, El sant del dia, recorre un santoral que va más allá del nombre de los santos a los que la jerarquía eclesiástica ha consagrado los días del calendario. Algunos elementos falleros que atribuimos a la tradición son imposturas recientes. Otros -tal vez los más subversivos- han sido desechados o vaciados de contenido por el poder establecido. La cercanía y el parentesco de las Fallas con Carnestoltes es más que evidente. Ambas fiestas tienen la sátira y la crítica al poder como elemento esencial. Por eso, una -la menos manejable-, la prohibió Franco, la otra la intentó domeñar. Y la domeñó, ¡vamos si la domeñó! Los pasacalles se convirtieron en desfiles casi militares. Las bandas de música, en cornetas y tambores. Los trajes de los falleros, en negras corazas. Y los de las falleras, en vestimentas kitsch de una indumentaria barroca que nunca existió. Se vació de significado a la fiesta y se le añadieron símbolos religiosos para desnaturalizarla. Cualquier pasado mordaz y crítico fue sustituido por el chiste procaz y la sal gruesa.

CULTURA
                ¿Qué es la cultura popular?, se preguntan Justo Serna y Anaclet Pons en el título de su recopilación de textos de Antonio Gramsci. ¿Las fallas podrían ser consideradas cultura popular? Parece que sí. Una cultura popular como debe ser, contradictoria y sometida a las imposiciones del poder hegemónico. La derecha valenciana politizó las fallas hasta extremos insultantes, como hizo con los símbolos y con la lengua propia de los valencianos. De la fiesta, como de todo, nos dejó con la carcasa.
                Este año, las mascletaes están siendo acompañadas de un calendario de protestas. Hay motivos para la indignación y ésta se manifiesta bajo el balcón consistorial. Y Rita monta en cólera. La protesta invade el que considera su terreno exclusivo. La derecha nativa y sus altavoces mediáticos hacen de coro. ¿Quién hace llorar a la fallera? Se preguntaron el diario decano y el concejal de fiestas. Para acto seguido señalar enemigos a exterminar, entre ellos a Compromís. Y la cohorte fallera se puso a la faena. ¿Quién politiza el mundo fallero? Corta memoria. ¿Olvida Rita el órdago que las huestes del PP montaron a Mª Teresa Fernández de la Vega en ese mismo escenario? ¿Olvida Rita que Unión Valenciana se fundó en un casal fallero? ¿Olvida Rita que es ella la que designa al concejal que preside la Junta Central Fallera?
-Es tradición - le dijo la alcaldesa sonriendo a la entonces vicepresidenta del gobierno.    
Pues eso, será la tradición de la fiesta fallera. ¡Viva la tradición de la crítica y el sarcasmo! 
             
URBANO GARCÍA
urbanogarciaperez@gmail.com

FOTOS: Urbano García

#PRIMAVERAVALENCIANA



Es un hashtag, literalmente una etiqueta. Un anglicismo que sirve para agrupar los breves comentarios sobre un tema en la red social Twitter, 140 caracteres como máximo en cada tuit o mensaje. También es un titular de éxito. En apenas unas horas tras su creación por el músico valenciano Pau Alabajos y Ricard Chulià, secretario de Compromís en Torrent, se convirtió en trending topic, otro anglicismo para puntuar los hashtag más populares. Pero #PrimaveraValenciana, como #yotambiénsoyelenemigo o #IESLluísVives, son mucho más, son un aldabonazo sobre los sucesos vividos en Valencia desde el viernes 17 de febrero en que la policía cargó de forma brutal contra un grupo de estudiantes del Instituto Lluís Vives que protestaban por los recortes en la educación pública. Lo que diferencia #PrimaveraValenciana de los demás titulares es que trasciende esa crónica circunstancial y puede servir para calificar la situación del País Valencià, convertido en paradigma de los despropósitos. En ese sentido, #PrimaveraValenciana bien podría ser sinónimo de #IndignaciónValenciana.

BROTES
                Aquí la primavera suele adelantarse. No hay más que ver los almendros en flor para darse cuenta de que los brotes verdes ya han llegado, aunque sólo sea a la flora. La fauna sigue en barbecho. Este año, el deseado anticiclón fallero ha venido antes de hora aunque, contradiciendo a la meteorología, ha traído borrascas políticas. La detención por corrupción de la cúpula del Consell encargada de administrar la solidaridad con el llamado Tercer Mundo, es el último escándalo político que sacude nuestra confiada tierra. Blasco, ahora portavoz del PP en Les Corts, llegó a la Conselleria de Solidaritat con la chequera en una mano y la cámara fotográfica en la otra. Dinero y propaganda fueron sus banderas. Blasco sabía qué terreno pisaba y que muchas ONG no son modelo de transparencia. Sus huestes le montaron un tinglado solidario a medida de su ambición. Hasta que hace año y medio se descubrió el pastel. Desde entonces, todo ha sido evasivas y amenazas. Tiempo ha tenido Blasco para montarse una buena coartada.
                Todo esto pasa mientras se pide austeridad en el gasto y nos recetan más recortes en servicios públicos básicos, como educación y sanidad. Y lo dicen quienes dilapidaron como nuevos ricos los caudales valencianos. Los mismos que gestionaron el pasado gestionan el presente. El PP valenciano es heredero de si mismo. Por tanto, es el único culpable de nuestra actual ruina. Además incumple sus compromisos. Al menos eso dice el balance presentado por el Ministro de Hacienda. Las autonomías –muchas gestionadas por el PP- son las responsables de que el déficit público haya llegado al 8,51% del PIB, más de 4 puntos por encima de las previsiones. Por contra, las ayudas de la Generalitat valenciana al Tercer Mundo no llegarán este año al 0,1%. Qué lejos de aquel objetivo del 0,7 al que se comprometió Blasco. Detrás o delante de la estela de corrupción que arrastran los últimos imputados, aparece su figura. Blasco es especialista en hacer de lo público la trastienda de sus negocios privados, en rodearse de leales servidores, en acudir para reclutarlos a su pasado político –antes de recalar en el PP, pasó por el PSPV y fue el último candidato de Convención Republicana, un invento del FRAP-, un especialista en jugar al escondite con la justicia. De las crónicas de Sergi Pitarch en el Levante sobre este caso se deduce el escrupuloso sigilo con el que la trama ahora desmontada hacía sus trapicheos. Reuniones en bares, notas en servilletas,…no sería extraño que hasta el IVAM –actualmente dirigido por la mujer de Blasco- hubiera sido utilizado como tapadera para estos fines. Blasco ha tocado muchas teclas autonómicas. Y en todas ellas se acompañó de los fieles servidores ahora imputados. Difícil no ver conexiones.      

IMPUESTOS
                Predican austeridad y castigan las depauperadas economías domésticas con nuevas subidas de impuestos. Eso es lo que hace el PP mientras anuncia más recortes para contener el déficit. Las nóminas de este mes ya vienen esquilmadas. La subida del IRPF –que no figuraba en el programa de Rajoy- castiga a las rentas medias. Este incremento es inferior a lo no recaudado por el impuesto de transmisiones. Así, de esa forma tan sibilina aumenta la contribución al Estado de las rentas del trabajo, mientras disminuye las del capital. Le llaman estar centrados, pero es una estafa. Una más.

URBANO GARCÍA
urbanogarciaperez@gmail.com

FOTOS: Urbano García