Escribo estas líneas pocas horas antes de la primera huelga general contra la mal llamada reforma laboral del gobierno de Rajoy y unas horas después de que asturianos y andaluces hayan acudido a las urnas para elegir sus respectivos gobiernos autonómicos. Uno tras otro, así vienen marcados ambos acontecimientos en el calendario. Además, como bien sabemos, todo está interrelacionado y todo tiene consecuencias. Por supuesto, los resultados electorales en Andalucía y Asturias tienen y tendrán consecuencias, digo. Y no sólo sobre la huelga general. Al margen de esas consideraciones, la huelga tiene vida propia. Dicen los sindicatos que es la primera respuesta a la brutal agresión a los derechos de todos los trabajadores. Y hasta el propio Rajoy parece compartir esa opinión cuando dijo sotovoce en el Parlamento Europeo que estaba cocinando una reforma que le costaría una huelga general. Mariano puso la venda antes de infringir la herida. ¿Provocador o precavido? Dejo la respuesta a criterio del lector.
EL TECHO
No han pasado ni cien días desde el triunfal paseíllo de la derecha hispana por el coso nacional y ya la han frenado en seco. Hablo de Andalucía y Asturias, donde ni los más forofos del PP pueden sentirse contentos con los resultados electorales. Y eso que Mariano y sus conmilitones ocultaron en la recámara del BOE -hasta agotar la paciencia de sus socios comunitarios- las impopulares medidas de los presupuestos generales. Tampoco sirvió de mucho el acoso y derribo a Griñán pergeñado por cierta prensa conservadora. Pues ni por esas. El PP ganó escaños en Andalucía, pero perdió votos. También perdió votos en Asturias, pero repitió escaños. En la comunidad del sur, socialistas e Izquierda Unida tienen mayoría absoluta. En la del norte, parece que será UPyD quién dirima el empate. Difícil decisión para Rosa Díez, obligada por las circunstancias a hacer de Salomón cuando le gusta ser Reina de Saba.
El partido único de la derecha hispana no será por ahora movimiento nacional, lo ha impedido las urnas. ¿Ha tocado techo el PP?, cabría preguntarse. Es posible. La crisis no amaina, y las medidas que está aplicando el gobierno de Rajoy aumentan el paro, nuestro peor carcinoma. No han pasado ni cien días y ya sufrimos las peores recetas del ultra liberalismo. Con manipulación y censura incluidas.
LA RUINA
Por si el panorama nacional no fuera suficiente, echemos una mirada a esta tierra antaño de oportunidades. La recesión hace tiempo que llamó a nuestra puerta. Lideramos, con más gracia y soltura que Camps perchea en la Albufera, la destrucción de empleo y la caída en picado del Producto Interior Bruto. Un informe del BBVA sitúa la contracción de nuestra economía para 2012 en el 2,2%. La peor de todas las autonomías. Vemos cómo Ana Pastor, la ministra del AVE, prioriza enlaces con Europa que Europa no quiere, mientras ningunea ejes mediterráneos sobre los que hay un amplio consenso. Leemos a un ex Molt Honorable jactarse de haber toreado a la justicia. Mientras vemos a los jueces bucear en el estiércol generado por la Gürtel con motivo de la visita del Papa. Y ahí no acaba la lista.
Además de litros de zotal, haría falta mucha penitencia para limpiar tanta inmundicia. Cotino ya se ha puesto manos a la faena. Hace unos días fue visto confesando a uno de sus monaguillos por la Plaza de la Virgen. Fue durante un festival –pagado con dinero público- en “defensa de la vida”, o sea contra “la violencia de género estructural contra las embarazadas”, en palabras del Ministro de Justicia. En el acto había una gran pancarta que rezaba: “Siervas de la Pasión al servicio de la Vida”. Está claro que quien convocaba no era el Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios. Una noble institución de Málaga fundada en 1840 por Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de 45 años enfermera en el citado hospicio y que ganó la santidad por su buen hacer. La reforma laboral del PP recorta los derechos de lactancia y condena a la mujer a seguir atada a su maternidad y en casa. ¿Hay motivos para el cabreo?
URBANO GARCÍA
Fotos: URBANO GARCIA
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