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miércoles, 19 de octubre de 2011

GOBERNAR

“Si queremos reciclar hay que pagarlo. Reciclar es caro”, dijo Rita a los periodistas como único argumento en defensa de la brutal subida de la tasa de basuras. La mierda valenciana cotiza en bolsa. Es cara, muy cara, tal vez la más cara de España. Vale como oro. Al menos así pagamos por ella los valencianos. También somos los ciudadanos que más pagamos de Impuesto de Bienes Inmuebles. Aquí, además de en esquilmar el territorio, nos hemos especializado en tratamiento de basuras. Es bien conocida, aunque no juzgada, la trama Brugal construida en comarcas alicantinas alrededor de los vertederos. Dicen los expertos que aquí, como en Italia, la mafia se ha hecho con el negocio. Impuestos y mafias parecen gozar de incentivos en tierras gobernadas por el PP. Así parecen atestiguarlo las prácticas de los barones varones y las baronesas varonas del PP que por aquí pululan.
                Por cierto, parece que desde que su pupilo Camps dimitió, Rita no se siente querida por su jefe. Seguro que los psiquiatras han puesto nombre a esta dolencia. Es más, Rita dice que Rajoy “no tiene en consideración a los valencianos”. Victimistas sin fronteras la tiene en nómina. Rita quiere ir al Congreso. Y hasta se postula para encabezar la lista. Rita se aburre en Valencia. Quisiera ser presidenta, aunque fuera del Senado. Está tan atenta a su futuro que a veces olvida gobernar su presente.   

EXPORTACIONES
                A los pocos días de que la edila valenciana defendiera con tanto ardor la subida de las basuras, el diario Levante dio a conocer que en un puerto de Brasil, en el de Itajaí, “se habían inmovilizado 6 contenedores con 60 toneladas de residuos plásticos procedentes del puerto de Valencia”.  Esta claro que la de cítricos ha dejado de ser nuestra única exportación. El cargamento de envases compactados de PET (tereftalato de polietileno) –ese plástico reciclable que tanto impacto ha tenido en la industria envasadora- recaló en al menos 9 puertos antes de llegar a su destino. A decir verdad, la investigación abierta por ECOEMBES, la empresa estatal responsable del Sistema Integrado de Gestión de envases y residuos, aún no ha aclarado este ilegal negocio transoceánico, pero ya ha amenazado con sanciones a los responsables.
                Lo que está claro es que la vigilancia de la Autoridad portuaria valenciana sobre el tráfico en sus dominios deja bastante que desear. Es lo que tiene ser una potencia en contenedores. El continente oculta en ocasiones un mercadeo ilegal. Tampoco Rita parece preocupada por saber qué circula por Valencia.

IMPUESTOS
                Lo que le importa a Rita es recaudar más. De ahí su defensa de la subida de la tasa de basuras en contraste con la actitud del PP ante otros impuestos. Por ejemplo el de Patrimonio. Mientras los millonarios franceses piden pagar más, los de aquí se esconden esperando pasar desapercibidos...y que el PP les saque las castañas del fuego. Según Rajoy y su cohorte, la reactivación del impuesto de Patrimonio “castiga a quien ahorra”. Como si tener varios millones de euros de patrimonio pudiera ser sólo fruto de  la capacidad ahorradora de cualquiera. Porque de eso se trata, de marcar los límites a partir de los que se fijará el impuesto. No es lo mismo tener un piso que ser dueño de una urbanización entera, por ejemplo.
                La crisis económica afecta a todos, pero a unos más que a otros. Para la mayoría es una maldición, aumenta la infelicidad y el malestar. Para unos pocos, la crisis abre nuevas oportunidades para incrementar sus fortunas. No es demagogia. No hay más que ver qué tipo de vehículos han aumentado sus ventas en los últimos años: los de lujo y gama alta. La crisis no ha hecho más que hacer mayor la brecha entre ricos y pobres. No es demagogia. Por eso es tan importante cómo salir de ella. No es lo mismo ahorrar reduciendo gastos y recortando servicios públicos, que hacerlo aumentando los impuestos directos sobre quienes más tienen, sobre la banca y sobre las operaciones especulativas. Esa sigue siendo la gran diferencia entre gobernar con políticas de izquierdas o de derechas. Adivinan quién hace qué.                    
URBANO GARCÍA

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