Que se conozcan no
significa necesariamente que vayan a ponérsele remedio, pero es un primer y
necesario paso para lograrlo. Hablo de las facturas impagadas por la
Generalitat, de ese cajón sin fondo al que han ido a parar, durante años, muchas
de las cargas que llegaban al Consell.
Ahora conocemos la cuantía aproximada de ese agujero negro, de ese sumidero por
el que corremos el riesgo de desaparecer como entidad política con un cierto nivel
de autogobierno. Esa será la herencia ruinosa de lustros de gobiernos del PP,
si no le ponemos remedio. Y lo digo en plural, ¡sí! No es un plural mayestático
para diluir responsabilidades. ¡Cierto!, los responsables siguen ahí,
comandando la nave, aunque ni ellos mismos sepan a dónde nos dirigen. Pero algo
habrá qué hacer ante la ineptitud de quienes llevan el timón, incapaces de
corregir el rumbo de una nave a la deriva. No es cuestión de esperar sentados
hasta que lleguen las elecciones. ¡Ya está bien de que se escuden en nuestra
pasividad para hacer sus tropelías!
NADA
Ni escuelas, ni hospitales. El teórico sacrificio
de RTVV no ha servido para incrementar los servicios públicos. Lo dicho por el Molt Honorable para justificar el cierre
de la radio televisión autonómica sólo era demagogia y populismo. Recursos que
cotizan a la baja en las democracias que se precian, pero que Fabra, tan escaso
de recursos él, no duda en aplicar como si fuera su bálsamo de Fierabrás. Ahora
se queja de la infrafinanciación autonómica. ¡A buenas horas! Tarde y mal. Lo
hace con espíritu mendicante. Implorando una limosna al tacaño de Montoro. Pero
Rajoy no está por ponerle botafumeiros a quien en tan baja estima se tiene.
Cuantifica Fabra, Alberto, en 1.500 millones de €
el dinero necesario para tapar agujeros. Nada que ver con la deuda histórica. ¡Ni
por esas!, ni con esa rebaja se apiada La Moncloa. “Fabra pide, pero no le
hacen caso”, dice el otrora vindicativo Vicente Boluda. La Asociación
Valenciana de Empresarios, cómplice de algunos de los desaguisados vistos por
estas tierras, está a punto de perder la paciencia. Muchos dan por amortizado a
Fabra. Otros prefieren que sea él quien abandere el batacazo del PP en las
urnas. Si se cumplen las encuestas, ¡claro! Y eso que el trencadís trencat parece que lo pagará Calatrava, el responsable de
la chapuza en el Palau de les Arts.
BANQUILLOS
El caso Cooperación o caso Blasco, como figura en Wikipedia, sigue su curso en el TSJ. No
es la primera vez que Don Rafael pasa por este trance. Ya se sentó en el banquillo
en 1989 por un asunto de corrupción urbanística. Entonces logró la nulidad de
las principales pruebas que le incriminaban,
las escuchas telefónicas. Ahora ha vuelto a intentarlo, pero no le ha salido
bien. “No sé ni mandar un correo electrónico”, dijo ante el juez quien desde la
Conselleria de Presidència puso a punto el proyecto
de RTVV en tiempos de Joan Lerma. Blasco era el décimo diputado imputado de los
55 que componían la bancada del PP en les Corts
Valencianes. Casi el 20%, una cifra digna de república bananera. Don Rafael
ya no se sienta con los suyos, pero sigue con nómina de diputado.
El día que sale a la venta esta cartelera, el President de Les Corts, señor de los caquis, declara ante el juez Ruz en la
instrucción de la Gürtel. Su sobrino,
Vicente, está imputado en esta causa. Cotino adornó todas las salsas con las
que se guisó la visita a Valencia del Papa de Roma en julio de 2006. Una visita
de la que la trama dirigida por Correa y El Bigotes sacó una suculenta tajada. También
figura en los papeles de Bárcenas como donante y receptor del PP de importantes
sumas de dinero negro. Para redondear la faena, las empresas de los Cotino son
unas de las más beneficiadas por el Consell.
Como dice el refrán, a Dios rogando y con el mazo dando.
URBANO GARCIA
Imagen: URBANO GARCIA