Las
líneas de ese color hace tiempo que fueron superadas. En los últimos días
vivimos asomados al abismo, aunque el Presidente se resista a reconocerlo. Más
de una semana con la prima de Rajoy, digo de riesgo, superando los 500 puntos
nos convierte en candidatos a la intervención por parte de la Unión Europea. De
facto ya lo estamos, pero aún no hemos salido en los titulares. La desconfianza
es absoluta. No es de extrañar. La chapuza de Bankia será difícil de superar. Y
eso que Rato aún no ha desvelado el plato frío que está cocinando. La vendetta del ex de casi todo podría
disparar la prima a niveles nunca sospechados. Estamos en un buen momento para
acudir a las hemerotecas y leer lo que decía Mariano no hace mucho sobre las mentiras
y la improvisación del anterior gobierno. Todo es superable, el PP lo ha
demostrado en poco tiempo. Apenas le queda nada del crédito y legitimidad que
cosechó en las urnas.
BLANQUEO
Una vez declarado, queda eternamente blanqueado. Más o
menos eso fue lo que vino a decir Cospedal para justificar tamaña felonía. Un
regalo para que quienes han delinquido puedan sanear sus cuentas sin que nadie
les pida explicaciones sobre el origen de su enriquecimiento. ¡Qué más quieren!
¿Qué pensará Carlos Fabra de esta ley de
blanqueo aprobada por el gobierno de su partido? Seguramente pensará que llega
tarde. Aunque a él no le importa, sus supuestos delitos son anteriores a 2010 y
por tanto están plenamente contemplados en la ley de amnistía fiscal aprobada por
su amigo Mariano. Para eso están los amigos. En estos días que procedemos a
cumplir con nuestras obligaciones fiscales, conviene recordar dónde se cobijan
los defraudadores, y qué apoyos tienen. No sea que, como nos despistemos un
poco, terminemos siendo nosotros, ciudadanos que pagamos nuestros impuestos,
los legalizadores del blanqueo.
En demasiadas ocasiones da la impresión de que no se
gobierna para la mayoría, que se hace en defensa de intereses inconfesables. De
ahí la afición de muchos gobernantes a maquillar la realidad. Como si no la
sufriéramos todos los días y no distinguiéramos realidad de milongas. Tal vez
por eso la desafección afecta cada vez a más ciudadanos y cunde el pesimismo y
la desazón al visualizar el futuro. No hay consuelo que valga ante tamaño
desatino.
DISENSO
Se puede gobernar buscando consensos. Es laborioso,
cuesta esfuerzo y no siempre el resultado es el deseado. Pero en eso consiste
el consenso, en llegar a acuerdos cediendo todos. En aras del consenso se
nombró a un Presidente de la Corporación –Alberto Oliag- que llevaría jubilado
muchos años si hubiera sido plantilla de RTVE. De poco le sirvió haber sido
ministro con Adolfo Suárez. El PP le declaró la guerra al primer día de su
nombramiento. Eso hizo el PP durante los 8 años de ZP, poner palos en el
engranaje democrático. Cuanto peor, mejor, fue su lema. Ahora es difícil parar
el descrédito. El PP sigue obstinado en gobernar mediante decreto ley. ¿Para
qué consensuar si se puede aplicar el rodillo? El PP cambió la legislación para
nombrar al Presidente de la Corporación RTVE sin necesidad de consensuar con
nadie. Una devaluación de la democracia que será difícil de cauterizar. A
partir de ahora no hace falta consensuar nada. Así el PP convierte su mayoría
absoluta –a pesar de haber sido votado por 1 de cada 4 españoles- en un trágala
para toda la sociedad. “Quieren acabar con todo y no quieren que lo contemos”, fue
el lema de la jornada que CCOO hizo el 5 de junio en defensa de la libertad de
expresión y de los trabajadores de los medios de comunicación. Y es que el PP,
además de generar dolor con sus medidas, quiere ponernos la mordaza para imponer
el silencio de los corderos.
POBREZA
La reforma laboral y las
políticas de austeridad empujan a la pobreza. Hace meses que lo dijo Cáritas. Ahora
también el Consejo Económico y Social. Su presidente dice que estas medidas
aumentan la brecha entre ricos y pobres. Estos últimos cada vez son más y su
pobreza más crónica. El incremento del paro y el recorte de las ayudas están
precipitando a mucha gente a la miseria. Las alarmas se han disparado. Las
salidas a la crisis que está imponiendo la troica: el FMI, el Banco Central y
la Unión Europea, diseñan un mundo más injusto. ¡Ya está bien!, digo yo.
URBANO GARCÍA
urbanogarciaperez@gmail.com
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