Dícese de las mentiras difundidas conscientemente. Con las nuevas tecnologías de la información, todo el mundo se cree periodista. Otra cosa es que realmente lo sea. Hay palabra en castellano para decir fake news sin necesidad de recurrir al idioma de Shakespeare. También existe “bulo”. Los hechos, como la verdad, son los que son, lo diga Agamenón o su porquero. El problema es que los hechos no penetran las creencias. Éstas siempre flotan. Nada más lejos de mi intención que hacer una comparación escatológica. Las creencias son asuntos muy serios. Mueven montañas.
En tiempos de ansiedad, con mentiras, bulos y paparruchas se levantan grandes tinglados aparentemente democráticos, huecos por dentro. A base de paparruchas, Cámeron y los lobos tories levantaron el gran catafalco que es el brexit. Cámeron hizo mutis por el foro. Su heredera, Theresa May, no sabe cómo quitarse de encima esa patata caliente. Una parte de los suyos quiere que se vaya. Su repuesto, más caos. Farage sembró el brexit desde su bien pagado púlpito en el Parlamento Europeo. Ahora los suyos esperan hacerse con el timón de la maltrecha nave imperial a la deriva. Mientras, Corbyn, el líder laborista, mantiene una prudente distancia confiando en que la moción de censura resitúe el debate político en los temas que interesan a la gente: el paro, las pensiones, la vivienda, la desigualdad,… Desde que el brexit ocupa la agenda política, los verdaderos problemas están tapados por una espesa capa de emociones. Blanco y negro para una realidad multicolor.
El mismo día que el Parlamento británico votó mayoritariamente contra el acuerdo de brexit, negociado por May con la UE, el Parlamento andaluz invistió a Moreno Bonilla como nuevo presidente de Andalucía. El PP se hace con la presidencia de la Junta. a pesar de haber tenido los peores resultados de su historia, gracias a los votos de C’s y de la extrema derecha. A partir de ahora, un tripartito de derechas o una derecha tripartita -“trifachito” ha bautizado ZP- gobernará la tierra de Lorca y Falla, de Blas Infante y Juan Ramón Jiménez. ¡Un respeto a la memoria democrática!
Durante 20 años, el País Valenciano fue el laboratorio de las políticas ultra neoliberales del PP. Nos tocó el amargo privilegio de experimentar la privatización de la sanidad y de la educación hasta niveles nunca vistos, la creación de chiringuitos y la promoción de eventos de dudosa rentabilidad. El saqueo y el balafiament acompañaron un régimen –el del PP- que hizo de la corrupción su seña de identidad. Todos los ex Molt Honorables Presidents del PP o están en la cárcel o en cola esperando que les llegue la hora del juicio. Camps, absuelto por los tres tristes trajes, tiene abiertas unas cuantas causas. La de la F1 o la de la visita del Papa en 2006, entre otras.
Ahora, el honor de ser conejillo de indias del tripartito “facha” le toca a Andalucía. Allí se va a ensayar lo que Casado/Aznar quieren exportar al resto de España, el pacto del PP con el neofranquismo. La derecha sin complejos. El sueño de la FAES hecho pesadilla. Casado reivindica a las viejas momias de la derecha hispana, junto con la mantilla, la teja, el estoque y el cartucho de perdigones. Lo más seguro es que las medidas más reaccionarias las dejen para después de las generales. Hasta ese momento, mejor dejar en standby lo menos popular. Estamos en campaña.
Nada de primarias, las carga el diablo. Debe pensar Casado que pactó con él para vencer a Soraya. Nada como el dedo para elegir al candidato más reaccionario. Para la alcaldía de València, tras auto descartarse González Pons –cómodo en el Europarlamento-, le tocó la suerte a Mª José Catalá que, a pesar de su apellido, hace del trasnochado anticatalanismo su bandera de enganche. Tema donde hay competencia. Se vio en el “escrache” a las Magas de Enero en las puertas del Ayuntamiento. Allí se dio cita lo más granado del gremio inquisitorial, comandado por los mamporreros José Luis Roberto y Santandreu, cabezas del neofranquismo del cap i casal, y aspirantes a unirse a la santa alianza con la que sueña el PP. Un regreso al pasado en toda regla.
Precisamente, la Universitat y la Diputació de València acaban de publicar La sociedad valenciana en transformación (1975-2015), un amplio estudio en el que se analizan los importante cambios que han ocurrido por estos lares. Una conclusión: cualquier tiempo pasado no fue mejor.
URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com
Imágenes:
1. Ilustración del BREXIT del Daily Express.
2. Logo del Parlamento de Andalucía.
3. Les Magues de Gener. Valencia Plaza.
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