Durante unos días cundió el pánico en los mercados
financieros, especialmente en los unidos al comercio marítimo y al petrolífero.
El encallamiento del mega buque Ever Given de
la naviera taiwanesa Ever Green Marine, en el canal de Suez, destapó
las flaquezas de la globalización. Gigante con pies de barro, que diría un
maoísta del Mayo del 68. El buque, del tamaño de un Empire State tumbado, como repetían los altavoces mediáticos,
encalló en el embudo egipcio cuando se dirigía desde China al puerto de Róterdam
con más de 20.000 contenedores. Por el canal diseñado por Lesseps en tiempos de
la Francia imperial, circula el 13% del comercio mundial. No es poco. La ruta
alternativa bordea África, añade riesgos, una semana de navegación y eleva los
costes. La crisis de 2008 tambaleó los pilares financieros del capitalismo, la sanitaria
pone a prueba nuestra capacidad de resiliencia, y el accidente en el canal nos
ha hecho conscientes de la fragilidad del mercado global. En medio, millones de
personas se han incorporado a las filas de la exclusión.
CODICIA & CAPITALISMO
“Greed & Capitalism”, a esa perversa ecuación atribuyó Boris Johnson el
éxito de la vacunación en el Reino Unido. No sé si el premier británico es más cínico
que sincero, o sólo ha sido transparente. Tanto que nada más darse cuenta de lo
que había dicho, intentó borrarlo de las redes sociales. ¡Imposible! Es lo que
tiene la información globalizada, corre por internet como la liebre delante del
galgo. Codicia y capitalismo no son términos antagónicos. Más bien al
contrario, se complementan. Una y otro se retroalimentan empujando la espiral
del máximo lucro. En ese contexto, ¿pecó de ingenua la Unión Europea o cayó en
la trampa del lobby farmacéutico? No está claro. Los contratos firmados por la UE
con las empresas fabricantes de las vacunas, están plagados de cláusulas de
confidencialidad y agujeros negros. La opacidad alimenta las teorías más paranoicas.
El caso es que de las dos fábricas de AstraZeneca existentes en países de la
Unión se han mandado 20 millones de dosis a Gran Bretaña, pero de la británica
no ha llegado ni una dosis al continente. Los británicos venden como éxito del Brexit
lo que sólo es el triunfo de la codicia capitalista.
Ricos entre los ricos. El 10% de la población mundial posee el 40% de las vacunas, el 70% de éstas lo acaparan 10 países. La cruda competencia capitalista se ha desatado cuando la lucha contra la Covid-19 ha llegado al gremio farmacéutico. La vacunación va lenta, entre otras cosas porque no hay vacunas. Y no las hay porque las empresas las venden al mejor postor. Sólo hay que ver lo que paga Israel por su inmunidad.
CONCENTRACIÓN
El
darwinismo social forma parte de la esencia del capitalismo. Hoy en día, unas
pocas empresas farmacéuticas controlan la mayor parte de los medicamentos que circulan
por el mundo. Ocurre en todos los sectores económicos. Una decena de grandes navieras
dominan el mercado, por ejemplo. Muy lejos del centenar que había a principio
del siglo XXI. La concentración empresarial afecta a todos.
El viernes 26 de marzo,
Bankia pasó a la historia. Su absorción por CaixaBank ha dejado el cacareado
poder financiero valenciano hecho unos zorros, por ser benévolo. Apenas
sobrevive un pequeño recuerdo de lo que fue. Caixa Ontinyent es de las pocas entidades
valencianas que sobrevivió al exterminio bancario. El rescate de Bankia costó
24 mil millones de €. Tan solo hemos recuperado una mínima parte. Le llaman socialización
de pérdidas. Cientos de pueblos no tienen ninguna oficina bancaria. Muchos de
ellos perdieron hasta su último cajero. Así se vacía, más si cabe, la España vaciada.
¡Embudos!
PARA LA LIBERTAD
28
de marzo de 1942, domingo de Ramos, en una celda del penal de Alicante fallecía
de tuberculosis Miguel Hernández. Tenía 31 años. “Para la libertad, sangro,
lucho, pervivo. Para la libertad…”, escribió el poeta. La libertad fue un sueño
apenas probado por una generación que salía de la dictadura de Primo de Rivera
con ansias de ser libre. Sueño truncado. Es bueno recordarlo ahora, cuando quienes
nunca se vieron privados de la libertad, no dejan de manosearla. La libertad es
mucho más que poder ir a Madrid, a ese botellón europeo en que la derecha ha
convertido la capital del reino. Ese es otro embudo.
URBANO GARCIA
Imagen: Mega buque Ever Given encallado
en el canal de Suez. EFE