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martes, 26 de octubre de 2021

REFLEXIONES PORTUARIAS

 

Viernes 22, una manifestación convocada por la Comissió Ciutat-Port recorrió las calles de València, hasta que la lluvia puso fin a la fiesta. La oposición a la ampliación norte del Puerto crece día a día. València se juega su futuro, y el PSOE no lo tiene claro. A todos nos gusta llegar a buen puerto. Pero, ¿a qué puerto queremos llegar? A pocos les quedan dudas de que en el PSOE conviven dos almas, y cada una busca su puerto. Una es neoliberal, o socioliberal, para ser más exactos. Alma camuflada, lobo con piel de cordero en casa de Caperucita Roja. Camuflaje necesario ante la previsible indignación de unos votantes mayoritariamente socialdemócratas, rojos como caperucita, la otra alma del PSOE.

Estos días vemos ambas almas batirse en cabeza ajena. No son diferencias entre socios de y en gobiernos de coalición, ¡no! Al menos no es sólo eso. Uno de los debates de la coalición botánica está en la mega ampliación del puerto al norte de la ciudad. A más puerto, más contaminación. No parece buena idea luchar contra la crisis climática ampliando el puerto para albergar más contenedores que van de paso. Al margen de a la naviera MSC y a la Autoridad Portuaria, ¿a quién más le interesa? Los estibadores no parecen entusiasmados. Su trabajo estará totalmente automatizado en las nuevas instalaciones. Se lo dijeron al alcalde y Ribó tomó buena nota. La apuesta de futuro es el tren. Ya estaría bien que tuviéramos doble vía de ancho europeo por el eje mediterráneo. Esa sí que es una inversión rentable para la economía valenciana. Está llegando, pero lo hace de forma lenta e insuficiente. ¡Hasta cuándo!

Luego está la erosión de la costa, y el peligro para el futuro de la Albufera. Las playas del sur de València han ido perdiendo arena a medida que crecía el puerto. Nos jugamos demasiado para fiarnos de un plan viejuno, caro e insostenible, un proyecto pensado cuando combatir la crisis climática era asunto de ecologistas iluminados, y con un informe de impacto ambiental caducado. Ahora que la cumbre del clima se reúne en el Reino Unido, ¿irá Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria, a Glasgow, a la COP26, a vender las bondades para el clima de la ampliación portuaria? ¿O a venderles la ZAL? 

REFORMAR LA REFORMA

Otro ejemplo de manual de la esquizofrenia del PSOE lo tenemos en cómo aborda la derogación de la contrarreforma laboral impuesta por el PP. Una contrarreforma que creó empleo, ¡sí!, pero un empleo más precario y temporal que el que había, que ya es decir. Una contrarreforma que rompió la negociación colectiva, anulando la capacidad negociadora de los trabajadores. Para el alma socioliberal del PSOE, con quitar lo más lesivo de la contrarreforma del PP es suficiente. Para la socialdemócrata -y ese alma tienen los sindicalistas de UGT-, hay que reformar toda la contrarreforma, o “modernizar” el mercado laboral, por usar un término al gusto de Pedro Sánchez. ¿Es el mismo puerto? No está claro.

La Unión Europea condiciona las ayudas a reducir el paro estructural y la precariedad (tenemos un 26% de empleo precario, una de las tasas más altas del continente). Algo habrá que hacer, digo yo. ¿Hay celos en algunos líderes del PSOE a la creciente popularidad de Yolanda Díaz? No es descartable.     

 SENTENCIA

                No quiero terminar estas reflexiones que empezaron siendo portuarias, sin mencionar una de las mayores anomalías parlamentarias de los últimos años. Hablo del pulso entre el poder judicial y el legislativo a costa del escaño de un diputado. Hace unos días, la presidenta del Congreso, Maritxell Batet, le quitó el escaño a Alberto Rodríguez, de Unidas Podemos. El diputado canario había sido condenado a una multa de 500€ y 45 días sin poder presentarse a unas elecciones. El juez Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda de la Audiencia Nacional -sí, ese juez que el PP promocionó para que controlase “la Sala Segunda desde detrás”-, juzgó y dictó sentencia contra el diputado, acusado por un policía ligado a la extrema derecha de haberle dado una patada en 2014 durante un desahucio. Marchena condenó al diputado, sin más prueba que la palabra del policía, a una multa y 45 días sin sufragio pasivo. Batet, ante la amenaza de los poderes judiciales, optó por quitarle el acta a Alberto. Quién será el siguiente.

Y esto sucede poco después de que PSOE y PP acordaran que el PP levantara parcialmente su bloqueo institucional, y el PSOE aceptara las ruedas de molino de Espejel y Arnaldo, piezas clave del PP en el puerto de la Justicia. El acuerdo dejó fuera el Consejo Superior del Poder Judicial, madre de todos los corderos, puerto de todos los puertos. El PP no quiere perder ese amarre. Su futuro está en juego.  

 

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Manifestación contra la ampliación norte del puerto de València. F. Calabuig


jueves, 21 de octubre de 2021

FASCISMOS

Sí, así, en plural. No hubo uno sólo en los años 30, ni lo hay ahora, que se reedita esta perversa ideología. Sorprende la capacidad de mutación del totalitarismo de derechas, en el fondo y en la forma todos lo son. De ahí su peligro. Entran en el cuerpo social por el lado más débil, y son capaces de contaminar hasta las sociedades aparentemente más sanas. Por eso es tan acertado comparar el fascismo con un virus. Es como una infección vírica. “Ya no están activadas las vacunas que nos dejaron la II Guerra Mundial y la guerra civil”, dice Josep Ramoneda, asumiendo la validez de la metáfora.

El incremento de los discursos de odio, de los ataques a la diversidad ideológica, religiosa, étnica o sexual muestran que en tiempos de crisis aumenta la intolerancia. No es consuelo que también pase en otras latitudes. Cada país arrastra su propia mochila. Y la nuestra es un pesado lastre. Paul Preston acaba de publicar Arquitectos del terror. Franco y los artífices del odio, de lectura muy recomendable. Aquí se impuso el fascismo después de un golpe de Estado, una cruel guerra y cuatro décadas de dictadura. Un fascismo que arrasó con todo lo anterior, que creó una estructura económica, política y social nueva, que hizo suyo lo más viejo de lo ya viejo, los restos de la debacle imperial.

CONSTITUCIONALISTAS

                Hace unos días, la jueza Carola Soria, titular del Juzgado n.o 1 de Castellón, ordenó la medida cautelarísima de retirar 11 lotes de 32 libros cada uno, de temática LGTBI, donados por el Ayuntamiento a 11 institutos y al centro Pi Gros de la capital de La Plana. La medida responde a la denuncia de una asociación ultracatólica ligada a la extrema derecha. La donación del Consistorio castellonense se hace con la voluntad de “fomentar la convivencia en igualdad, la tolerancia y el respeto a la diversidad”. Está claro que la asociación de abogados cristianos no comulga con estos valores. Además, el gobierno municipal de Castellón está formado por PSPV y Compromís, una coalición de izquierdas y valencianista que tampoco gusta a los carcamales. ¡Vaya cristianos! Por cierto, la misma jueza autorizó que un enfermo de COVID fuera tratado con ozonoterapia, contra el criterio médico, en un centro público.

                Otra. El juez del Constitucional Ricardo Enríquez ha redactado una ponencia, a solicitud de la extrema derecha, para que el Estado financie la educación segregada por sexos. El mundo al revés. Jueces y juezas dictan lo que deben leer nuestros hijos, y quieren que financiemos los centros del OPUS.

                Una más, el TC, a petición del partido neofranquista, declaró ilegal el primer confinamiento (14 de marzo de 2020). Por cierto, los neofranquistas pidieron el cierre del Congreso tras detectar un contagio masivo en un acto que organizaron. Y el TC suspendió sus reuniones ante la pandemia.

                Algunos magistrados añoran tiempos pasados. Como en Polonia, donde su TC, atendiendo la petición de su gobierno de extrema derecha, ha dictado que las leyes polacas prevalecen sobre las europeas. ¡Viva la mazurca! Y que conste que me gustan las danzas polacas. No hace falta recordar que el PP de aquí apoyó en el Europarlamento las medidas de restricción de libertades llevadas a cabo por los gobiernos polaco y húngaro, desmarcándose del Grupo Popular Europeo. El líder del PP de aquí, dice que el TC es un órgano político, mientras brama por despolitizar la justicia. ¡Un poco de coherencia!

                Luego están los que les importa un bledo las formas. Son los fascistas más peligrosos. Lo hemos visto hace unos días en Roma. Allí, unas escuadras de Forza Nuova mezcladas con una manifestación de negacionistas -los hay que niegan la historia y también las vacunas- asaltaron la sede del CGIL, el principal sindicato italiano. Con prácticas parecidas empezó Mussolini a construir el fascismo.      

ANTECEDENTES

                Aquí tenemos experiencia en saraos de la extrema derecha. Durante la Transición lograron mediante la violencia y los escraches a los demócratas imponer su agenda, que no era otra que frenar los avances democráticos y autonomistas. El miedo es muy convincente. Y siguen con esas -sembrando el miedo, digo- confiando en que la inercia les garantice la supervivencia.

Ahora, desde que tienen una plataforma electoral, los neofascistas de aquí parece que andan entretenidos en ver cómo entran en el arca de Noé neofranquista. No hay espacio para tanto facha. Siempre les quedará el recurso de llamar a la puerta del PP. Aunque algún diputado de esta camada ha andado el camino inverso. Es el caso de Gil Lázaro que transitó de Falange a AP, de ahí al PP, y luego vuelta a las esencias, para no perder el escaño que calienta desde hace 4 décadas. ¡Todo por la pasta!

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Quema de libros en la Alemania nazi.


miércoles, 13 de octubre de 2021

JUEGOS

 

Squid game (El juego del calamar), se podría haber titulado sambori, o rayuela, o cualquier otro nombre de gincana o yincana, como dicen algunos. Es el nombre de la mini serie que triunfa en la globosfera. Es coreana -dosis de gore y sadismo garantizados-, con un guión lo suficientemente simple como para ser entendido por todo el mundo, y a la vez complejo para que tenga múltiples lecturas, desde la friki a la anticapitalista. Minimalismo, trazo limpio y homenaje a las escaleras imposibles de Escher. Leo en redes sociales que las zapatillas de los forzosos esforzados y ludópatas concursantes se han agotado en el mercado. Algunas series, como algunas películas, suelen abrir espacios para el negocio que van más allá del consumo del producto audiovisual. Le llaman merchandising. Hasta Sergi Pàmies se ha sumado en La Vanguardia al río de tinta de calamar vertido con la serie. ¿Se habrá comprado Pàmies las zapatillas?

JUEGOS OTOÑALES

Podemos acercarnos a la política como si fuera un juego, una serie. No le falta sadismo. Con su puesta en escena, con sus capítulos. En otoño y lejos de citas electorales, llega la temporada de los congresos. Terminada la convención volante del PP, ahora le toca al PSOE. Mientras Compromís calienta motores, y busca cómo ayudar a redefinir ese espacio a la izquierda del PSOE que tantos anhelan.

València es la sede del cónclave socialista. Lugar y momento oportunos para reclamar una financiación justa. Pedro Sánchez intenta restañar heridas dando acomodo a antiguos rivales. El actual secretario junto a los ex, foto segura de la cita. Sánchez respaldado por Zapatero y González, buscando sumar apoyos para afrontar los retos futuros, que no son pocos. En la agenda, a medio plazo, está la cumbre de la OTAN en Madrid el próximo año, y el mandato de turno de la Unión Europea. Ambos espacios necesitan ser redefinidos.

La Alianza Atlántica, tras la debacle afgana y la reorientación de la política exterior USA, tiene menos sentido que nunca. Ni la seguridad mundial, ni mucho menos la europea, pueden seguir en las únicas manos del amigo americano. Las prioridades, ni económicas ni militares, de Estados Unidos no son las nuestras, sobran los ejemplos.

Por otra parte, Europa, tras la pandemia, el brexit y el órdago de Polonia, requiere un inaplazable rearme ideológico. Aclarar competencias y soberanías. Redefinir estrategias y aliados. Poner límites a la propagación de nuevos fascismos. Primar la solidaridad frente a la exclusión. La tolerancia frente al odio. La amenaza de la crisis climática está ahí, y se acaba el tiempo para impedir sus dramáticas consecuencias. Ese es el principal objetivo del ambicioso plan de recuperación y resiliencia tras la Covid-19.   

Pero aquí y ahora lo más urgente para nosotros son los presupuestos de 2022. Al PSOE no le basta con Podemos, necesita sumar más que la derecha extrema y la extrema derecha para sacarlos adelante. Y ahí entran en juego los socios de investidura. Nadie da nada a cambio. Las deudas con el País Valenciano son muchas y fáciles de satisfacer. Si hay voluntad política, claro. Reformar la financiación, sin ir más lejos. “El derecho a la diferencia, sin diferencia de derechos”, que dijo el President en el acto oficial del 9 d’Octubre. O esa otra, también de Ximo Puig en el mismo acto: “Espanya ha d’ofrenar allò que li correspon a la nostra comunitat”. Es de justicia y evita broncas.

TÁNGANA

                Sí, así con tilde, significa eso, jaleo o follón, también un juego de origen medieval. Para tángana la que se montó con el último vídeo clip de C Tangana -sin acento- y Nathy Peluso. Se grabó en la catedral de Toledo. Es una historia de amor, una conversión, como la caída de Saulo del caballo. “Yo era ateo, pero ahora creo. Porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo”, dice el estribillo de la canción. Una bachata, un canto al poder curativo del amor terrenal. Casi como un poema místico de Teresa de Ávila. Así lo entendió el deán de la catedral que autorizó la grabación. El arzobispo está indignado. Obispos tiene la iglesia. Un grupo de beatos corrió a rezar el rosario a la puerta del templo. Léanse La Regenta de Clarín. ¡Hace más de 130 años que la escribió Leopoldo Alas! Para algunas cosas, estamos como en el XIX.  

Aunque para escándalo las inmatriculaciones de la Iglesia. Su mundo no será de este mundo, pero bien que aprovechó la jerarquía católica la oportunidad que le dio Aznar y el PP de poner a su nombre miles de propiedades que pertenecían al pueblo. ¡Hasta de la mezquita de Córdoba se han adueñado! En València, la Iglesia sigue sin pagar el IBI de muchos de sus negocios inmobiliarios. Y no es un juego.

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Jugando al sambori o rayuela/ Alamy.

jueves, 7 de octubre de 2021

PATRIAS

                Octubre -mes patriótico donde lo haya- fue el elegido por un PP bicéfalo para definir su patria, digo su perfil político, y deshojar la margarita de su futuro. Un PP que bascula entre el liberalismo sui géneris de Vargas Llosa, libre de lastres electorales, y el neofranquismo que Aznar predica con aires de talibán. Mientras Casado esquivaba el fuego amigo disparado desde sus propias filas, la lideresa de los madriles hacía las américas anunciando una hispanidad libre de nativos y patrias indigenistas. Las dos patrióticas giras confluyeron en el coso de València. Escenario de días de vino y rosas. De exaltaciones mitineras y corrupciones varias. Compromís recordó con un cartel luminoso frente a la plaza, las deudas que el PP mantiene con València. Por si alguien las ha olvidado. A veces cuesta entender las amnesias.

                Resumen: plaza llena, líder aclamado en loor de multitud como caudillo redentor, recuerdo emocionado a la alcaldesa de España que murió repudiada por su propio partido, víctima del “caloret”. Y el ectoplasma del ex molt honorable maese Camps paseándose por el ruedo, contento de verse fuera del redil. Faltaban Rafael Blasco, Correa y el Bigotes para que la escena hubiera sido memorable.  

Al discurso final de Casado no le faltó detalle. Ninguno de los avances democráticos de los últimos años le parece bien. Ni los acuerdos con los agentes sociales, ni cerrar las heridas aún abiertas de la interminable represión franquista, ni recomponer los puentes del diálogo y la negociación territorial, … nada le parece bien. Sólo conjuga el verbo derogar. Derogar la ley de la memoria democrática, derogar el salario mínimo, derogar saldar las cuentas con el pasado, derogar el diálogo para la resolución de conflictos, derogar la escuela pública, … por derogar que no quede. ¿Patriota?

 NOU DE NOU

                Como quien no quiere la cosa, ya está aquí otro 9 d’Octubre. Éste con la pandemia más o menos embridada, aunque toda precaución es poca contra un virus que sigue campando a sus anchas. La vacuna limita mucho sus secuelas, pero no evita su propagación. 9 d’Octubre, día patriótico donde los haya. Cada cual con su bandera, siempre que a nadie le dé por atizar al prójimo con su mástil. ¿Volverán los neofascistas con su intolerante patriotismo? La lista de vindicaciones valencianas sigue igual que antes de la pandemia. No se atisba un cambio en la injusta financiación autonómica, que nos hace menos iguales. Ni se aprecian mejoras en la red de comunicaciones del país. Tampoco se ve el final de las obras del eje ferroviario mediterráneo … En fin, otro 9 d’Octubre con la mochila cargada de promesas incumplidas.

                En 2022 será el 40 aniversario del Estatut, Ley Orgánica 5/1982, de 1 de julio, publicado en el BOE n.o 164, 10-7-1982. Estatut cocido en los despachos, que nunca pasó por las urnas. ¡Ay, la patria! No estaría mal ir preparando una reflexión, sobre lo hecho y sobre lo mucho que queda por hacer. Aquel día se institucionalizó una unidad política con pasado, con historia, y con un futuro por delante.  ¿Una patria?     

 LUCES Y PAPELES

                Mientras la factura de la electricidad se disparaba a niveles estratosféricos, Antonio Miguel Carmona, economista y tertuliano, ex portavoz socialista en el ayuntamiento de Madrid, cruzó una puerta giratoria buscando una nueva patria para finiquitar su vida política. Y vamos si la encontró. Nada menos que la vicepresidencia de Iberdrola, una de las patas del oligopolio energético. ¿Qué vale una patria?

Luz y taquígrafos. Nos hacen falta, aunque nos arruinemos con la factura eléctrica. Lo está haciendo el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, coordinando a más de 600 profesionales de 150 medios de todo el mundo, para poner negro sobre blanco quienes son los top ten del fraude. El colectivo está desmenuzando los “papeles de Pandora”, una extensísima documentación de 14 asesorías, con 29.000 titulares de compañías offshore domiciliadas en paraísos fiscales. Medio millar son españoles. Entre los defraudadores está Corinna Larsen y sus ingresos procedentes del Fondo de Inversiones Hispano Saudí, con mención expresa a un tal Juan Carlos I y sus herederos, a los que hace beneficiarios del 30% del valor de la offshore, en caso de fallecimiento de la titular. ¿Patriotas?

                Mientras escribía estas patrióticas líneas, Facebook, WhatsApp, Instagram… se eclipsaron. ¡Horror!, el mundo sin redes sociales. Estas son algunas de las 20 empresas transnacionales que apenas pagan el 5% de los beneficios que obtienen en nuestro país. ¿Cuándo se jodió el Perú?, que decía Vargas Llosa antes de encontrar su patria en una offshore. ¿De qué patria hablamos?

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Processó Cívica del 9 d’Octubre. EFE