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sábado, 17 de noviembre de 2012

ANEMIA MEDIÁTICA

Jueves 9, concluye la huelga de los trabajadores del diario EL PAÍS. Un brutal ERE, aplicando la mal llamada reforma laboral de Fátima Báñez, pone en peligro su actual plantilla y el futuro del propio diario. Desde su aparición, nunca había estado tan amenazado este referente del periodismo nacional. Pero, ¿es que no es rentable EL PAÍS? Pues parece que no, EL PAÍS sigue siendo una empresa solvente. Por tanto, no es ese el problema. Como todo el mundo sabe, el diario fundado por Jesús Polanco forma parte de un importante holding en el que hay desde canales y productoras de televisión hasta editoriales de libros escolares. Y no todos los negocios son tan rentables como el diario.
            “Hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Cada vez más gente se informa por internet y no por el periódico”, argumenta un Cebrián convertido en cancerbero y velador de los intereses económicos de Ignacio Polanco, hijo del fundador. No le falta razón, aunque no son éstas todas las razones. Uno de los actuales medios de referencia en el periodismo internacional es el The Huffington Post, diario digital editado en castellano precisamente con el apoyo de EL PAÍS. Y hace tan solo unas semanas, Newsweek, referente del periodismo político, cerró su edición en papel y solo se edita en formato digital. ¿Es el signo de los tiempos? Posiblemente sí. ¿Tiene algo que ver la crisis económica? También. ¿Y la mala gestión empresarial? Pues claro. O es que todas las inversiones de Ignacio Polanco han sido rentables. La reestructuración de EL PAÍS comenzó por las delegaciones autonómicas. La recentralización de la política también llega a los medios de comunicación. El deterioro de nuestra calidad democrática avanza a paso triunfal.
            Una justificación similar, o sea ninguna, adujo el diario LEVANTE para despedir a Manolo Molines, uno de sus fotógrafos con más solera. También en este caso la dirección del diario se acogió a la nueva Reforma Laboral. Claro que no todas las reducciones de plantilla hay que cargarlas en la cuenta de Fátima. LAS PROVINCIAS prescindió de una parte de su capital humano, Penalba entre otros, sin esperar a Rajoy y su arma de destrucción masiva de empleo.  
           
TDT-PARTY
            Hace unas semanas, tras la denuncia de Tele Elx, el Tribunal Supremo declaró nula la adjudicación de emisoras de TDT realizada en 2006 por Camps (President), González Pons (Conseller) y Paula Sánchez de León (Secretaria Autonómica). Con el reparto ahora impugnado, la dirección del PP valenciano pretendió hacer un TDT-Party que copara todo el espacio televisivo valenciano, público y privado. Una prevaricación de la que debería responder ante la justicia. Entre los agraciados, además de los clásicos –COPE, Libertad Digital, Intereconomía,…-, había un ramillete de emergentes empresarios ahora inculpados por diversas corruptelas, como el constructor leonés Ulibarri, en Gürtel, o Enrique Ortiz, en Brugal. Por cierto, a Ulibarri también le dio la alcaldesa de Valencia la gestión de la tele municipal. Seis años después, la programación de las TDT valencianas está llena de tertulianos de extrema derecha, de porno y de tarots. La oferta digital ni ha aumentado la pluralidad informativa ni ha mejorado nuestra calidad democrática. “No vamos a convocar un nuevo concurso”, dijo el Conseller de Hacienda, mostrándose insumiso ante la Justicia. Pues alguien debería pedir la ejecución de esta sentencia, caiga quien caiga, por el bien de nuestra maltrecha democracia.      
            A la debacle de las empresas privadas de comunicación hay que sumar el fundido a negro de gran parte de las públicas, reducidas por el PP que gestiona la mayoría, a meros gabinetes de propaganda. Parece que la derecha gobernante prefiere una ciudadanía desinformada antes que una consciente de sus derechos. No debe de confiar demasiado en el poder de convicción de su argumentario. Lo cierto es que asistimos al mayor empobrecimiento de nuestra “dieta mediática”, como diría José Ignacio Pastor, desde los oscuros tiempos del franquismo. El jarabe de palo y la anemia mediática son la receta preferida por el PP como recurso para mantener a la población secuestrada.

LA NOSTRA
            Los últimos lustros en la historia de la Radio Televisión Valenciana son la crónica de cómo el PP ha expoliado nuestro patrimonio público. No conforme con hacer de La Nostra su gabinete de prensa, la convirtió en oficina de colocación. Programas de todo tipo engordaron a las productoras afines al PP, sin mirar costes ni audiencias. Y así, por el albañal de la mala propaganda se malversaron los fondos necesarios para sostener la industria audiovisual valenciana. Hasta con la visita del Papa de Roma en 2006 hizo negocio la Gürtel y el entonces Director General de RTVV, Pedro García. De aquellos polvos, estos lodos. La crisis le sirve ahora de excusa al PP para rematar el expolio de Canal 9. En una mano, el ERE. En la otra, la cesión a los amigos y a precio de ganga de amplias franjas de la programación. ¿No merece lo aquí relatado una investigación y pedir cuentas ante la justicia a los responsables de este latrocinio?    
URBANO GARCÍA
FOTO: Canal 9 

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