Bad News, ese era el titular que
ocupaba la portada de la reviste TIME de hace unos días. Se refería a la BBC,
pero podría aplicarse al resto de medios que últimamente sólo dan malas
noticias. Los ciudadanos vivimos agobiados por la realidad y su relato. No es
cuestión de culpar al mensajero, pero este doble agobio a veces se hace
insostenible. Y es que el cabreo mantenido en el tiempo no es bueno para la
salud. Bien lo saben los neo conservadores que abusan de ese sentimiento para
paralizar a la gente. Naomi Klein lo llamó “doctrina del shock”. Saber que
podemos ser víctimas de esta manipulación sentimental nos libera, al menos de
una parte del agobio. Otra válvula de escape es seleccionar las pocas buenas
noticias que discretamente se asoman entre tanta desazón. Hay que buscar y
rebuscar entre las páginas de los diarios para hallar un remanso de paz. Las
pocas noticias felices que se publican, esas que nos dibujan una sonrisa, no
son fáciles de encontrar. Es más, lo que para unos puede ser una noticia
alegre, no lo es para todo el mundo. Un ejemplo, que el jefe de la trama
mafiosa china quede en libertad por un error judicial, a la espera de que se
celebre la vista, seguro que alegra a Gao Ping, pero a mi –como creo que a la
mayoría- me pone de mala leche. Me cabrea que la Justicia sea tan dura con los
débiles y que algunos jueces sean tan laxos cuando aplican las leyes a
presuntos delincuentes de guante blanco. También ocurre al revés. A muchos nos
alegra la fianza que el juez ha puesto a Urdangarín –en cierta medida, restablece
la confianza en la Justicia-, aunque a él no creo que le haga demasiada
gracia.
VECINOS DEL NORTE
Con
las noticias pasa como con el vaso de agua. Unos lo ven medio vacío, otros
medio lleno. Los análisis del resultado de la elecciones en Catalunya son una buena muestra. Hay de
todo como en botica, aunque las valencianas anden algo escasas por los impagos
del Consell. Muy pocos acertaron en
los resultados. Después del 25N es más fácil dar en la diana. Catalanes y
catalanas han vuelto a demostrar una gran madurez democrática. Con el adelanto
electoral, Artur Mas buscaba ser más. Tras la cita con las urnas, Mas es menos.
En las próximas Cortes Catalanas, CiU tendrá menos margen de maniobra. Se ha
impuesto la pluralidad de una sociedad compleja. El importante incremento de
ERC, el más modesto de ICV y la irrupción de CUP serán un freno a las políticas
austericidas y crean un caldo de
cultivo para ir avanzando en la construcción de una alternativa de izquierdas plural,
democrática y moderna. Syriza en Grecia es un ejemplo, aunque la copia mimética
no suele dar resultado. Al PP le ha salido una pústula con Ciutadans. Si lo tenía mal al competir con CiU por el mismo espacio,
ahora tiene otra sangría a su derecha. Temporal o no ya se verá. Y CiU vive en
la esquizofrenia. Si opta por el soberanismo, una parte de su electorado le
dará la espalda y el PP le hará la vida imposible. Si opta por seguir con los
recortes, Rajoy será un aliado ayudándole a cavar su tumba. ¿Accederá el PP a
un federalismo asimétrico dándole a Catalunya
una financiación similar a la que tienen Euskadi y Navarra? ¿Y el eje
mediterráneo, seguirá siendo ninguneado por el PP? ¿Nos llegará por fin la
señal de TV3? Todo son preguntas.
EL AMIGO AMERICANO
Cuando
hace unos meses la policía detuvo a Felip, la mano derecha de Blasco llevaba
una cartera repleta de documentos. Muchos de ellos correspondían a empresas
radicadas en Estados Unidos y en las que figuraba el nombre de Rafael Blasco. Es
un nombre corriente, pensó todo el mundo. La jueza que instruye la causa
“Cooperación” está convencida de poder hallar más de una aguja en ese pajar.
Por eso se desplazó a Miami, para rastrear los pasos de Roger Rabbit y su socio
Augusto César Tauroni, propietario de un par de lujosos apartamentos allí.
Mientras el cerco judicial se estrecha, las artimañas de Blasco se vuelven más
burdas. El trasiego de papeles entre el Conseller de Hacienda, José Manuel
Vela, y Rafael Blasco en medio de un plenario de Les Corts no pasó desapercibida para casi
nadie. Como se podía apreciar en fotografías y vídeos, el papel era ni más ni
menos que el informe pedido por la jueza a la Intervención General de la Generalitat, un documento privado al que
Blasco no debía tener acceso. Parece que alguien se ha pasado revelando
secretos y que debería asumir responsabilidades. Claro que aquí nadie las
asume, por eso no es noticia.
URBANO GARCÍA
urbanogarciaperez@gmail.com
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