“Me iré cuando me jubile”, dice Juan Cotino, el aún President de les Corts y perejil en
todas las salsas con las que se guisa la corrupción. La devaluación de nuestra
democracia tiene cómplices necesarios en una serie de políticos –lo de casta
quita matices al término-, especialmente del PP, pero no solo, que hicieron de
su actividad política el principal motor de sus negocios, aunque fuera bajo
sospecha de corrupción. Las conversaciones de Enrique Ortiz sobre el negocio de
las residencias de ancianos siendo Cotino Conseller
de Bienestar Social y ver cómo se levantan grandes fortunas familiares a costa
del erario público, indigna más allá de lo humanamente soportable.
La
deslegitimación que supone justificar todo tipo de corruptelas es la turbina
que centrifuga la democracia. Lo dijo con otras palabras Joan Romero -catedrático
de Geografía y ex secretario general del PSPV, entre otros méritos de su
extenso currículo- en la presentación del manifiesto en solidaridad con Mónica Oltra.
La diputada y coportavoz de Compromís
ha sido suspendida de empleo durante un mes por cuestionar el funcionamiento de
la cámara autonómica. Su expulsión, ordenada por Cotino, aprobada y ratificada
por la mayoría absoluta del PP en les
Corts, a puerta cerrada, coloca a la primera institución de los valencianos
a un nivel democrático inferior al de las repúblicas bananeras. Si a este
deterioro sumamos la total incapacidad del actual gobierno para mejorar la
financiación autonómica, vemos que el peor enemigo de los valencianos es su
propio ejecutivo. Un feo asunto que solo puede resolverse, en parte,
consultando a la ciudadanía y jubilando a los protagonistas de esta época tan
negra. Cotino se irá con el riñón bien forrado.
PENSIONES
Antes
de jubilarse, todo el mundo procura ahorrar para hacer frente a la segura caída
de ingresos. Pensando en el futuro, para eso se crearon los Planes de
Pensiones. En nuestro país, el más importante sigue siendo el público
gestionado por la Seguridad Social. Con el espectacular incremento del paro y
de los expedientes de regulación de empleo, las indemnizaciones por despido y
los planes de pensiones se han convertido en la tabla de salvación de muchas
familias.
Durante
el gobierno de José Mª Aznar se incentivó la creación de planes de pensiones
privados mediante rebajas fiscales y contribuciones empresariales. Argentaria,
entonces banca pública, asumió muchos de estos planes voluntarios. La
participación de la parte contratante nunca fue superior a la del trabajador.
La derecha europea hacía lo mismo, aunque más pasada de rosca. En Bruselas, por
cada euro aportado por los diputados, el Parlamento Europeo aporta dos del
erario público. La gestión de esos fondos se confió a un Banco Luxemburgués, el
país financieramente más opaco de la Unión, y su rentabilidad se fió a una
Sociedad de Inversión de Capital Variable (SICAV), con una fiscalidad del 0,1%
(aquí es del 1%). A esa bicoca se amorraron desde Arias Cañete a Rosa Díez,
pasando por Montoro y Willy Meller. A favor de este último hay que decir que dimitió
en cuanto se hizo pública la existencia de este Plan Privilegiado de Pensiones,
tras 10 años de disfrutarlo. La respuesta del resto ha sido el silencio o las
malas escusas. Cañete que gestionó por un tiempo este fondo de reptiles, aún no
ha dicho nada. Un silencio vergonzante y vergonzoso.
REGENERAR
Ahora
viene el PP con milongas regenerativas. Carece de credibilidad. Se necesita
savia nueva para regenerar la carcomida vida política valenciana tras casi dos
décadas de absolutismo sin ilustrar. No será fácil. Habrá que hacerlo con diálogo,
sin prisas y si es posible con una sonrisa. El PP no quiere regenerar, quiere
mantenerse en el poder. Por eso quiere recortar más la democracia. Anular el
salario mínimo, demonizar la protesta, reducir el número de concejales y de
diputados autonómicos, quitar competencias a los ayuntamientos,…Eso sí dando
más recursos a unas diputaciones que como la de Orense de Baltar o la de
Castellón de Fabra son cuevas en las que anida lo más granado del clientelismo,
la corrupción y la ineficiencia. El futuro será plural y más democrático o no
será. Habrá que hacer lo posible y lo imposible para que sea, y cuanto antes
mejor.
URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com
Imagen: Memegenerator.es
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