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miércoles, 17 de noviembre de 2010

SALVEM


Hace ya 12 años que la plataforma cívica Salvem el Cabanyal-Canyamelar celebra su encuentro cultural de Portes Obertes. Todo un acontecimiento en esta tierra que rinde culto a lo efímero.
Hace ya más de tres legislaturas que un grupo de vecinos -cada vez son más- de estos barrios marineros de Valencia se opone con todas sus fuerzas a un proyecto que pretende arrasar numerosas viviendas para especular en un espacio urbano considerado, en gran parte, Bien de Interés Cultural y, por tanto, merecedor de la máxima protección. Doce años son muchos años. Suficientes para conocer qué hay verdaderamente en juego. Qué esconde Rita bajo la capa de cal viva con la que dice querer “sanear” la zona.
A la resistencia vecinal, hay que sumar la decidida apuesta del gobierno de ZP por rehabilitar, en vez de destruir. Otro revés para las intenciones de la alcaldesa, a la que la crisis del ladrillo ha pillado con el pie cambiado. No parece que estemos en los mejores tiempos para hacer más pisos, teniendo en cuenta los muchos que hay sin vender. El fin de la pesadilla de los vecinos podría estar próximo. Buen momento para reflexionar sobre un fenómeno –los Salvem- y para revisar algunas cuestiones relacionadas con ellos.
CONSCIENCIA
Los Salvem -a pesar de no haber dos iguales- son un buen ejemplo de que hay otras formas de intervención vecinal sobre la ciudad, más allá de las estrictamente reglamentadas. Hasta el 28 de noviembre, en el Centre Octubre, se puede ver la exposición del artista Mira Bernabeu La genealogia de la consciència. Una mirada analítica y distanciada de algunos de estos grupos cívicos.
Todos nacieron como defensa ciudadana ante una agresión. La edificación en el solar de Jesuitas, amenazando la supervivencia del Jardí Botànic; la reducción de la huerta en el hinterland de Valencia a consecuencia de una planificación viaria desproporcionada; o la destrucción de la trama urbana de un barrio para alargar una avenida, dieron pie a algunos de estos primeros movimientos de resistencia. Pero también surgieron nuevas formas de organizarse ante unas políticas urbanísticas depredadoras del territorio. La proliferación de Planes de Actuación Integrada (PAI), poniendo en peligro el equilibrio medioambiental y sometiendo la voluntad ciudadana al negocio de las constructoras, incentivó este tipo de respuestas. Siempre, tras vindicaciones que sobrepasan los límites de la ideología, pero que ayudan a concienciarse.
Otra característica de los Salvem -unos más, otros menos- ha sido intentar dar soluciones alternativas y factibles a los conflictos planteados. Un buen ejemplo es Salvem el Botànic, pionero y padre de los Salvem. Desde su creación no ha parado de aportar salidas para resolver las situaciones que se han ido planteando a lo largo del tiempo. Hace unos días, presentó una de las posibles alternativas para que el solar de Jesuitas quede definitivamente exento de edificaciones, con coste cero para la ciudadanía. Pero como todos los Salvem, su capacidad es limitada. La última palabra siempre la tiene quien manda.
PARTICIPACIÓN
La voluntad política de la actual mayoría que rige el Ayuntamiento de Valencia no siempre coincide con la de los vecinos afectados por sus decisiones. La democracia participativa –tan querida por los Salvem- no figura en el programa de gobierno de Rita. La alcaldesa prefiere imponer sus proyectos gracias a su mayoría absoluta, que confrontarlos y pactarlos. Un tic autoritario que Rita camufla con sobredosis de populismo y demagogia.
La reducida pluralidad del Consistorio no facilita la representación de todos los intereses ciudadanos. Muchos valencianos y valencianas se sienten actualmente excluidos de su Ayuntamiento. En el ámbito municipal, la calidad democrática es bastante mejorable. Sin olvidar el tema de la corrupción, que también enloda el Consistorio valenciano. No hay más que mirar a la depuradora de Pinedo para darse cuenta de cómo una empresa gestionada por el Ayuntamiento y pagada con fondos públicos se convierte en oficina de empleo para militantes del PP. Dicen malas lenguas que es la punta de uno de los icebergs con los que se financia el partido de Rita. Hay indicios.

URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com

Imágenes:
1. Logotipo "Salvem el Cabanyal"
2. La Lonja de Pescadores del Cabanyal. Foto: Urbano García
3. Camps, Rita y el Cabanyal del programa "Polònia" de TV3
4. Miembros de "Salvem el Botànic". Foto: Mira Bernabeu para exposición "La genealogia de la consciència"
5. Pintada "Salvem l'Horta" de la web www.insurgenciagrafica.wordpress.com
6. Convocatoria rueda de prensa "Salvem el Botànic"
7. Protesta ante el ayuntamiento de Valencia contra la destrucción del territorio. De la web www.conflictesterritoripv.org
8. Pancartas en la sala de Plenos del Ayuntamineto de Valencia. El País

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