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viernes, 6 de mayo de 2011

RECUPERANDO CIUDAD

Salvem el Botànic, recuperem ciutat” ese es el nombre completo de la plataforma ciudadana que nació hace 16 años para intentar frenar el urbanicidio que suponía la construcción de tres tristes torres al lado del Jardí Botànic de la Universitat de València. No ha sido fácil eliminar las amenazas. Más de tres lustros hemos tardado los ciudadanos en poder ver cumplida la protección de esta parte del paisaje urbano. ¡Enhorabuena! Parece que por fin se ha producido la conjunción astral que la ha hecho posible.
Por un lado, la crisis en la construcción y la colmatación hotelera, el Hilton y el Sidi Saler han sido los últimos hoteles en cerrar; por otro, el enquistamiento de un conflicto arrastrado demasiado tiempo y que amenazaba con agriar las relaciones entre Ayuntamiento y Generalitat. ¡Sí!, digo bien, enturbiar las relaciones entre dos administraciones gobernadas por un mismo partido, el Popular. Y es que cada una ha ido por su lado. No hay más que repasar los últimos años. 
Desde que en 2006 la Generalitat declaró el Botànic Bien de Interés Cultural, el Consistorio no ha hecho nada para proteger su entorno, tal como le obliga la ley. La Conselleria de Cultura limitó a 5 las alturas a las que se podía edificar en el solar de Jesuitas, pero el propietario del terreno, Antonio Mestre, se negó y denunció a la administración autonómica ante el TSJ de la CV. La sentencia judicial dio la razón al promotor y fue un varapalo para el Consell de Camps. Lo lógico hubiera sido recurrir ante el Supremo. ¡Pues no!, el único recurso fue el de Salvem el Botànic. El Ayuntamiento se personó también en el recurso, ¡pero al lado del promotor, no de los vecinos!, cabe mayor mezquindad. El Supremo, frente a posiciones proteccionistas del paisaje, dio de nuevo la razón a Antonio Mestre permitiéndole levantar 11 pisos. ¿Dónde ha estado todo este tiempo la voluntad política del Ayuntamiento para resolver este litigio? Por tanto, menos flores Rita.

LEGITIMIDAD
                “Salvem el Botànic, recuperem ciutat” fue el primero de todos los Salvem que trufan el asociacionismo valenciano. No está mal que acabe bien la historia de su reivindicación. Un ejemplo a seguir. 
Las organizaciones cívicas también tienen su legitimidad. La de Salvem el Botànic se ha conseguido después de años de lucha en varios frentes: la movilización ciudadana, la legal reivindicando lo que es justo para el interés colectivo, y dando soluciones alternativas viables. Tres pilares al servicio de un único objetivo: recuperar como zona verde una parte del paisaje de la ciudad. La legitimidad política va por otros derroteros, no siempre coincidentes con el interés general. Por eso, en una cultura democrática, es tan importante que los políticos escuchen a los ciudadanos. Y pienso en el Cabanyal.
                La solución final, como no podía ser de otro modo, ha venido de la política. Es de su exclusiva responsabilidad la decisión adoptada. Según sus miembros, Salvem el Botànic no ha tenido nada que ver con la propuesta preacordada por el Consistorio con Antonio Mestre. Nada que ver con una permuta claramente mejorable para la ciudad. Esa es una factura que hay que cargar en la cuenta de la mayoría municipal. 
Hace menos de un año, Salvem el Botànic puso sobre la mesa soluciones menos gravosas para la ciudad que no han sido tenidas en consideración. Habría que preguntarse por qué.  

ANTECEDENTES                 
                También sería bueno preguntarnos por qué la actual autoridad municipal democrática es poco sensible a las reivindicaciones ciudadanas. Hoy es el solar de Jesuitas, pero hace años, con ayuntamientos aún franquistas, fue el viejo cauce del Turia –el llit del Túria és nostre i el volem verd-  o el Saler –el Saler per al poble- los que fueron rescatados de las fauces de la especulación gracias a la presión ciudadana. 
Y no se tardó tanto tiempo en conseguirlo a pesar de la magnitud de la empresa. Claro que la legitimidad franquista más bien era poca, y la capacidad auditiva del actual gobierno municipal parece muy lejos de ser la óptima. A lo mejor, por eso es tan importante elegir bien a quien gobierna la ciudad.
URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com

PIES DE FOTO:

  1. El Flaco. Abrazo al Botànic.
  2. Mira Bernabeu para expo. Asociacionismo valenciano.
  3. Urbano Garcia. Salvem el Botànic pintando el muro.
  4. Tarjeta postal de Salvem el Botànic dirigida a Rita.
  5. Urbano Garcia. Passejada de Salvem el Botànic.
  6. Urbano Garcia. Balcón en el Cabanyal.
  7. Cartel propuesta Salvem el Botànic para solar Jesuitas.
  8. José Penalba. Construcciones en El Saler. www.lasprovincias.es
  9. Llit del Túria. De www.sostenibleycreativa.es
  10. Urbano Garcia. Passejada de Salvem el Botànic

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