Hablo de la del 2012. Sólo ha pasado un año, pero
han pasado tantas cosas que parece haber pasado un siglo. Aquella primavera
empezó en febrero. Fue una primavera prematura, como a veces ocurre por estas
latitudes. “Cal que naixen flors a cada instant”, ese podría haber sido el
lema de aquella primavera que llegó antes de tiempo.
Una
primavera en que la indignación de los estudiantes del IES Luis Vives de
Valencia prendió en un terreno altamente inflamable. El fuego de aquella
primavera estuvo alimentado por la poda de nuestros derechos, entre ellos el de
la educación. De las llamas primaverales florecieron libros contra la barbarie.
En aquella #PrimaveraValenciana reverdeció otra primavera, la del 15M, en que
la POLÍTICA –así con mayúsculas- ocupó calles y plazas.
En
pocos días se cumplirá el primer aniversario de aquel jubiloso estallido
primaveral. Durante el año transcurrido, no han dejado de gotear sobre los
estudiantes sanciones y denuncias, la mayoría de ellas resueltas de forma
absolutoria por la justicia. Con ellas, la aún delegada del gobierno, Paula
Sánchez de León, quiso justificar la injustificable y brutal actuación policial
de esos días. No creo que haga falta recordar la consideración de “enemigos”
con que calificó a los estudiantes el entonces jefe de la policía. A pesar de
sus esfuerzos inquisitoriales, Sánchez de León no logró satanizar las protestas
estudiantiles. Por no tener razón, y gracias a la ayuda de un grupo de abogados
que de forma altruista pusieron su profesionalidad al servicio de los
estudiantes. Queda un centenar de causas pendientes que casi con toda seguridad
se resolverán de forma favorable, como las precedentes. Y quedan deudas, muchas
deudas.
Para
hacer frente a estos gastos, los estudiantes han organizado un festival que se
celebrará el 15 de febrero en el Palau de Congressos de Valencia.
Numerosos artistas, encabezados por el torrentí Pau Alabajos –coautor del hashtag #PrimaveraValenciana-, actuarán de forma gratuita. Los
organizadores, como forma de financiación, han recurrido al micromecenazgo a
través de la plataforma Verkami, una fórmula que les permitirá ahorrarse el abultado
IVA que lastra las actividades culturales. El concierto será uno de los muchos
actos que se harán en febrero, en Valencia, para reivindicar el triunfo de la
ciudadanía frente al nepotismo, de la ilustración frente a la barbarie.
CICLOGÉNESIS
De
eso se trata, de iluminar las tinieblas con la luz de la primavera. De afrontar
la tormenta política con la fuerza de la democracia. Me refiero ahora a la
ciclogénesis explosiva que sacude al PP y por ende a todo nuestro sistema
democrático. Y es que nuestro actual edificio político se construyó con los
pocos y muy deficientes mimbres que teníamos en 1975. Entonces, a unos enjutos
partidos políticos les tocó tirar del carro de la Transición. Tenían que
asegurarse la financiación como fuera y lo hicieron a costa de la
transparencia. Por lo visto, para algunos de esos partidos las cuotas de su
militancia y las ayudas públicas no eran suficientes, y por sus albañales
corrieron ríos de mierda. Desde entonces, a pesar de los numerosos escándalos
que han afectado y afectan a los grandes partidos, pocos cambios ha habido en
ese terreno. Zapatero puso fin a la opacidad de las donaciones, pero la medida
llegó tarde.
Corrupción
y escatología política. Eso es, ni más ni menos, el asunto Bárcenas. Un caso
que afecta única y exclusivamente a las alcantarillas del PP. ¿De dónde
salieron los 22 millones de euros que el extesorero del partido tenía en Suiza?
Si Bárcenas utilizó, tal como dicen sus abogados, la amnistía fiscal de Montoro
para blanquear parte de ese dinero negro, ¿quién responderá políticamente del
uso de las instituciones? Este sucio asunto intersecciona con otros negocios sucios
en los que también aparecen implicados los conservadores (Gürtel, Brugal,…). ¿Hay
formas de entender la política que favorecen la corrupción? No es casual que el
caso Bárcenas se produzca en el mismo partido que albergó el caso Naseiro. Ni
que aparezca por medio el nombre del valenciano Ángel Sanchis Perales,
extesorero del PP, exmilitante de AP, amigo de Fraga y recaudador, según propia
confesión, de donaciones para el PP.
Es
verdad que la financiación de los partidos políticos aún no está resuelta en
nuestro país, pero también es cierto que unos más que otros se aprovechan de la
situación para ciscarse en la democracia. Parece que los motivos que alumbraron
aquella #PrimaveraValenciana en febrero de 2012 siguen de actualidad. ¿Tendrá primavera
2013?
NOTA: Para más información y entradas para el
concierto del 15 de febrero ver: http://www.primaveravalenciana.com/
URBANO GARCIA
FOTO: Urbano García
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