No es que antes no la hubiera. ¡Vamos sí la hubo! El PP hizo política y mucha. Mala política, eso sí. Política contra la mayoría. Gobernar es hacer política. El PP –como Franco- siempre negó que la hiciera. Displicente con quienes la reivindicaban. Política es decidir, priorizar, negociar,… Política es llegar a consensos para concitar más apoyos. Pero política -mala- también es gobernar para unos pocos. Hacer políticas para que tengan más los que más tienen y menos los que tienen poco. Hacer buena política es repartir la riqueza, o la pobreza, que de todo hay. Todo es política.
Decíamos ayer… Antes de terminar la frase ya se ha quedado vieja. La sentencia de la Gürtel precipitó todo. La moción de censura –la cuarta de nuestra reciente democracia- ha puesto fin a una etapa que parecía eterna. En apenas unos días, otro Presidente, otro gobierno. La Constitución del 78 ha funcionado con precisión de relojería. Con precisión germánica, habría que decir. No en balde, la Constitución alemana la inspiró. Al menos en esto, los constitucionalistas diseñaron un procedimiento rápido. Tan veloz que la derecha viejuna y la renovada apenas han tenido tiempo para adaptarse. Rajoy ya es pasado. El PP, en la oposición, compite con C’s en “patriotismo”.
Más que morriña, el PP tiene ganas de venganza. Grita traición. No sólo por el PNV. El partido de Fraga, Aznar y M.Rajoy se considera dueño del Estado, la bandera y el himno. Quien osa arrebatárselo sólo puede ser un usurpador. La moción de censura –constructiva- figura en la Constitución. “Es la democracia”, dijo la ex vice de todo, asumiendo el resultado de la moción.
Tenemos una democracia parlamentaria, no presidencialista, aunque el carisma de Suárez, González o Aznar lo camuflaran. Con la moción de censura, el Congreso recupera su papel en el juego democrático. Resucita el legislativo. Los 84 diputados del PSOE obligarán al Presidente, a Pedro Sánchez, a buscar alianzas y pactos para sacar adelante las leyes, por pocas que sean. El PP sigue en shock emocional, tras anunciar M.Rajoy su abandono como “lo mejor para el PP y para mi” y después de 40 años en la cúpula de su partido. El PP afila navajas para la sucesión y para laminar en el Senado, con su mayoría absoluta, unos PGE que hace tan solo unos días calificaba “como los mejores de la democracia”. Ahora, gestionados por el PSOE, le parecen “mejorables”. El PP ha perdido cualquier atisbo ético que pudiera quedarle. C’s le va a la zaga. Rivera sigue empeñado en reclamar elecciones tras oler el pastel a la puerta de la sede del PP. C’s tampoco se ha recuperado. Ni gobierna ni es líder de la oposición. Su voto contra la moción ha colocado a C’s en su lugar: muleta necesaria para un PP en horas bajas. Y Aznar, rey del fake news, ofreciéndose como salvapatrias.
Dos ministros valencianos, Ábalos y Montón, aseguran a priori una mejor relación entre la Moncloa y la Generalitat. La lista de reivindicaciones valencianas es larga. Aunque aquí se reclama con poco ruido mediático, la agenda valenciana ha conseguido un gran consenso al pedir una financiación justa e inversiones adecuadas a nuestra población y a nuestro peso económico.
Los PGE 2018 –vamos con un año de retraso- acordados entre PP, C’s, PNV y Nueva Canarias y cuyas enmiendas están viéndose en el Senado, no son buenos para los intereses valencianos. Olvidan inversiones fundamentales, como la mejora de las comunicaciones, las Cercanías o el Plan de Transporte Metropolitano de Valencia. Y no se hacen cargo de la cuantiosa deuda contraída con motivo de la Copa del América y la Fórmula 1 que hipoteca el futuro de La Marina de València, entre otras cuestiones. Por cierto, la deuda de 300 millones de € que arrastra La Marina acaba de ser vendida por el Santander a Taconic Capital Advisors Global Credit (TCAGC), el mismo fondo buitre que se ha hecho con las autopistas radiales de Madrid. Negocios especulativos del capital financiero a cargo del erario gracias a la política económica del PP.
El PSPV ha anunciado que retira su apoyo a las enmiendas de los PGE. ¡Lástima! Compromís y Podemos serán los que defiendan los intereses valencianos. Una oportunidad para que Compromís consolide lo que dicen las encuestas, un lugar hegemónico en el ecosistema político valenciano. La actitud del PSPV es comprensible, aunque no se comparta. Forma parte del gobierno y por tanto se debe a Pedro Sánchez, pero olvidarse ahora de lo que reivindicaba ayer no le hace ningún favor. ¡Cómo ha cambiado el panorama en una semana! Todo por una moción de censura.
URBANO GARCIA
Imágenes:
1. Pedro Sánchez y Rajoy tras la moción de censura. EFE
2. Montoro presenta los PGE-2018. RTVE
3. Marina de Valencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario