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miércoles, 25 de julio de 2018

CLAVE DE BÓVEDA

Vuelve la Gürtel valenciana. Esta vez, con maese Camps a la cabeza. El aún miembro del Consell Jurídic Consultiu (actividad por la que cobra casi 60.000 € al año) se había ido hasta ahora de “rositas” y pensaba que de ese martirologio se había librado. Pero no, mire usted por dónde. Todos los imputados en la trama gürteliana señalan a Camps como el máximo responsable de la financiación ilegal del PP valenciano. El ex Molt Honorable había transitado hasta ahora por esas brasas sin inmutarse, sin desmelenarse, sin que se le torciese su sonrisa impostada. Mirando al cielo y diciéndose: “¡dientes, dientes!”, emulando a la Pantoja en sus momentos estelares. Hasta su inicialmente mentor -digo de Zaplana- anda por el trullo sin que su grave enfermedad le libre de la penitencia carcelaria. Serà per diners. Nadie pone en duda que Camps se lucrara con sus corruptelas. Pero no hay que ser tan ingenuos como para pensar que sólo el dinero alimenta la corrupción. Fama, prestigio,…o ganar las elecciones por mayoría absoluta y convertirse en el delfín de Mariano también valen la pena. Camps se lo jugó todo, sabedor de que su partido -el PP- controlaba hasta los más recónditos entresijos de los cuatro poderes del Estado. Sí, también del judicial. El PP convirtió la democracia en un juego de mesa con las cartas marcadas. Para Ric, nunca terminaba la fiesta en tierras valencianas. Hasta que Garzón destapó el mangoneo de Correa y sus secuaces. De eso hace casi una década. Sin embargo, la omertá funcionó en el PP valenciano con disciplina calabresa. En enero de 2018, en la Audiencia Nacional, Ric decidió romper su silencio. Ante las nuevas revelaciones, Compromís solicitó a les Corts que retirara a Camps la poltrona en el CJC. Aún sigue chupando del erario. Por lo visto, también en el CJC rige la máxima de Santa Rita.   

 AMNISTÍA  
                  El vuelco experimentado por el país en las últimas semanas no deja lugar a dudas. La agenda de Pedro Sánchez tiene poco que ver con la de Rajoy. Tampoco sus prioridades son las mismas. Sin embargo, en algunas cuestiones parecen coincidir ambos. Una es -en contra de lo dicho anteriormente por el propio Sánchez- la negativa a publicar los nombres de los 31.000 beneficiados por la amnistía fiscal de Montoro, anulada por el Constitucional y que sirvió para blanquear cientos de millones pagando sólo un 3%. La otra, en parte relacionada con la anterior, es facilitar el aforamiento de Juan Carlos I, para evitarle responder en sede parlamentaria del supuesto cobro de comisiones por mediar en temas de Estado. Ante la sospecha, los Borbones se blindan. Las declaraciones de Corinna, comisionista y amiga del ex Jefe de Estado, filtradas por el oscuro inspector Villarejo, en las que esta princesa de opereta habla de los supuestos “regalos” que el rey emérito recibió de “su primo”, el príncipe –éste de verdad- de Arabia Saudí por el contrato del AVE por el desierto, ha activado los “mecanismos” para proteger a la jefatura del Estado de posibles investigaciones. De la inviolabilidad al aforamiento. El caso es preservar a la corona de husmeadores que rastreen en las cuentas familiares posibles enriquecimientos ilícitos. Alberto Garzón (IU) recordó a Pedro Sánchez que fue una moción republicana la que le llevó a la Moncloa. No está de más refrescar la memoria. Escudarse en la ley para mantener la opacidad es olvidar que la amnistía fiscal fue ilegal y que la ley permite hacer público el nombre de los morosos. 

AGENDA VALENCIANA
                  También la agenda valenciana se ve afectada por los cambios de gobierno. El nombramiento del Josep Vicent Boira como comisionado para el Corredor Mediterráneo es una buena noticia. Hay otras que no lo son tanto. Por ejemplo, el aplazamiento del cambio del modelo de financiación autonómico. Los estudios técnicos están lo suficientemente avanzados como para que la falta de tiempo no sea excusa. Proyectos heredados del PP como la ampliación de la V21, o la ZAL en La Punta de Natzaret, también deberían ser revisados atendiendo a los intereses de la ciudad. El nuevo reparto del déficit público, dando a las autonomías un margen mayor de endeudamiento no deja de ser un parche ante la urgencia de la reforma del sistema de financiación. En ese contexto, el anuncio de que la deuda histórica no será resarcida, tampoco ha sido bien recibida por estos lares. Joan Baldoví, diputado de Compromís, fue muy crítico con estos anuncios del Presidente del Gobierno. Flaco favor le haría al PSPV rebajar sus exigencias ahora que está en la Moncloa un socialista. Ha ocurrido en otras ocasiones, pero ahora está Compromís para hacerse eco del malestar.  

URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com

Imágenes:
1.   Camps en el juicio de los trajes. Vicent Bosch
2.   Amnistía fiscal de Montoro. JR Mora para Kaos en la Red
3.   Corredor Mediterrani. La Vanguardia            

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