Coincidiendo con la votación de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos,
el Congreso votó la nueva ley de educación. Y quien se destapó fue la derecha
catalana, votando contra la “Ley Celaá” junto con PP, C’s y franquistas. Catalunya
encabeza, tras décadas de políticas de CiU, privatizaciones sanitarias y conciertos
educativos. En Catalunya, hasta ahora, las diferencias entre izquierda y derecha estaban ocultas por el Procés. Mientras, la derecha estatal ha hecho casus
belli de la nueva ley de educación. Y eso que ley Celaá apenas cuestiona la concertada, y, como dicen las organizaciones estudiantiles, hace una tibia defensa de la enseñanza pública. Durante el breve periodo democrático que fue la II República, se hizo,
en proporción, más por la educación pública que en los últimos 40 años. No es
raro que la derecha ladre. Con las dictaduras siempre vive mejor. Parece demagogia,
pero cuando bajamos a tierra eso es lo que hay. Durante el siglo XIX y casi
todo el XX, a excepción de unos pocos años, la iglesia tuvo el monopolio de la
educación. Sigue siendo su bien más preciado, su dogma, su libertad.
Su brazo armado, digo del PP, ha iniciado una nueva cruzada: manifestaciones a
todo gas, mesas petitorias y recursos al Constitucional. Déjà vu. Las cifras son contundentes. España tiene
el doble de centros concertados que la media europea. La comparación con
Francia es abismal. Algo parecido ocurre con la enseñanza especial. La ONU y la UNESCO
han pedido que la pública la asuma. Pero no hay recursos. Una parte importante
de ellos se destina a financiar una educación elitista y doctrinaria, incluso a
colegios que segregan por sexos, incumpliendo la Constitución. La nueva ley da
una década para mejorar la oferta pública de la educación especial, para hacerla inclusiva de verdad.
Mientras
esto ocurría en la Carrera de San Jerónimo, aquí, el Ayuntamiento del cap y casal sacaba adelante, con la abstención de C’s, unos presupuestos
excepcionales para una situación excepcional. De nuevo, el consistorio
valenciano encabeza la lista de cumplidores. También en les Corts la tramitación se ha acelerado
después del “lapsus” con la partida correspondiente a la Conselleria de Mónica
Oltra. Muchos vieron síntomas de agravio en un inexplicable error. Los
presupuestos para 2021 tienen una elevada provisionalidad, pendientes de la
evolución de la pandemia y del boicot húngaro y polaco a los presupuestos europeos.
A pesar de que no hay semana sin que una nueva vacuna contra la Covid-19
anuncie novedades, el coronavirus sigue tan activo como en marzo y su amenaza es
tan terrible como en los peores días de la infección. En víspera del puente de
la Inmaculada Constitución, todos los territorios se apuntan al cierre para… ¡salvar
la Navidad! Hay miedo a repetir el repunte que siguió al relajo estival. Sobran
los motivos.
NOTA: El puerto de Arguineguín, puerta
sur de Europa, es la imagen de la indignidad. Cientos de refugiados hacinados
en su muelle, ¿recuerdan el Aquarius? La crisis en el Sáhara incrementa la
llegada de pateras a las costas canarias. Marruecos golpea a Europa en su
espinilla. Efecto colateral. ¿Qué espera la UE para actuar?
URBANO
GARCIA
Imagen: Muelle en el puerto de Arguineguín
con migrantes hacinados. EL DIA. La opinión de Tenerife.