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viernes, 25 de febrero de 2022

GUERRAS

 

Lunes 21 de febrero. El mismo día que Putin reconoció la independencia de los territorios de Donetsk y Lugansk, en la región de Donbass, al este de Ucrania, el sanedrín del PP estuvo encerrado a cal y canto durante más de 10 horas, buscando una salida al lio en el que él solo se ha metido. Bueno, no le han faltado ayudas. En apenas unos días el ambiente pasó de “pre” a bélico. Hasta las guerras relámpago se preparan. Y estas -la del PP y la de Ucrania- llevan tiempo larvándose en los medios de comunicación.

Empecemos por la más próxima. Para saber dónde está la madeja, estiremos del hilo. La diferencia entre Casado y Ayuso, es que el primero tiene (o tenía) el poder del partido (pocos recursos, menos dinero), mientras que la segunda maneja (por lo visto, a su antojo) el abultado presupuesto de Madrid. No hay color. Tanto tienes, tanto vales. Uno vende ideología, la otra compra voluntades.

Para ganar la guerra, lo primero que hay que ganar es la opinión pública. Y esa la gana Ayuso por goleada. No hay más que ver cómo hablan los mass media de ella. Y ver cuánta publicidad institucional recibieron en 2021. En un año, la inversión de Madrid por este concepto subió de 4,9 a 14,5 millones de €. El diario El Mundo, encabeza la lista de beneficiarios. Le siguen El País, ABC, La Razón, El Confidencial, OK-Diario, El Español, … ¡Será por dinero! Pero es que además hay otras canonjías repartidas a discreción. Al Grupo Planeta (por ahí anda La Sexta) Ayuso le concedió una Universidad privada que imparte cursos de postgrado en alta dirección de empresas, a un precio estratosférico.

Y Madrid también tiene su TV autonómica. ¡No faltaría más! Desde 2015, TeleMadrid es TeleAyuso, cuyo administrador único es el gobierno de la Comunidad, con Ayuso de presidenta. El sueño húmedo de Camps y Zaplana. Hubo un tiempo en que el PP de aquí quiso hacer lo mismo en Canal 9 y en el circuito territorial de TVE. No está claro que no lo consiguieran. ¿Qué papel deben cumplir los medios de comunicación públicos? Los paga la ciudadanía y a la ciudadanía deberían servir, dando información de calidad, contrastada y veraz. ¿Lo hacen? TeleAyuso convocó, como quien no quiere la cosa, la concentración ante la sede del PP, en la calle Génova de Madrid. Nada es gratis, nada es espontáneo.  

¿Y la corrupción? ¿Nadie se acuerda de ella? La propia Ayuso reconoció que su hermano había cobrado una suculenta comisión por comprar mascarillas para la sanidad madrileña, en China, en abril de 2020, al inicio de lo más duro de la pandemia. Reviso y comparo antiguas corruptelas que hubo por estas tierras. Y a veces pienso que la corrupción forma parte del ADN del PP. Eso explicaría que muchos de sus votantes en vez de pedir limpieza, claridad y transparencia prefieran que les engañen, que les oculten la verdad si es amarga. Las elecciones en Castilla-León dejaron en el PP el amargo sabor de las victorias pírricas. Ahora quien amenaza su feudo es la extrema derecha neofranquista, carne de su carne, alacrán subido a su chepa, en su nido incuba la serpiente. La crisis de la dirección nacional no tardará en llegar a la periferia. La primera en dimitir ha sido Belén Hoyo, hasta ahora leal a Casado. ¿Quién será el próximo? En los partidos políticos las crisis de los liderazgos se resuelven en Congresos, son sus campos de batalla. 

AL ESTE

                También suenan tambores de guerra al otro extremo del Mediterráneo. Como en la guerra del PP, los preámbulos se juegan en el tablero de los medios de comunicación. Prácticamente toda la información que nos llega desde ese rincón oriental del continente europeo viene filtrada por las agencias de noticias estadounidenses. Y eso que estamos cerca. Ucrania está a las puertas de la Unión Europea. En tiempos de la Guerra Fría había un telón de acero. Ahora sólo hay fronteras. Desapareció la URSS y se disolvió el Pacto de Varsovia. Pero no la OTAN, organismo creado en teoría como contrapeso del soviético. “La Unión Europea, que no dispone ni de envergadura política, ni de estructura diplomática, ni de poder militar, ni de mecanismos financieros y económicos propios, es un simple vasallo de los EEUU”, dice Luis Casado, editor de Politika. Resulta curioso que la Unión Europea siga haciendo dejación de funciones y deposite toda su confianza y su seguridad en manos de unos Estados Unidos lejanos a las posibles zonas de conflicto. ¿A quién le interesa sacudir avisperos que están a las puertas de Europa?  

                A nadie se le escapa que vivimos tiempos de crisis. Hegemonías en declive y otras que emergen con fuerza. Estados Unidos y Gran Bretaña están entre las primeras. China va camino de convertirse en la potencia hegemónica del siglo XXI. ¿Y Europa?

                Las guerras, como las armas, las carga el diablo. No estaría de más que en tiempos tan belicosos desempolváramos algunas viejas consignas pacifistas que nunca pasan de moda. Yo también fui hippie.    

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Guerra de Manchuria.


jueves, 17 de febrero de 2022

ANCHA ES CASTILLA

 

Ancha y larga, incluso profunda y hasta tridimensional. No hay una sola Castilla como no hay una sola y áspera meseta. Y mira que algunos hacen méritos para que los demás veamos a castellanos viejos, a leoneses, zamoranos, palentinos, pucelanos, abulenses, burgaleses, salmantinos, segovianos y sorianos como todos iguales. Pues no, no lo son. En el extenso territorio de los antiguos reinos de Castilla y León hay de todo, como en botica. Y buena muestra son siempre los resultados electorales. A estas alturas no hago spoiler si digo que el PP ganó las elecciones en Castilla-León, con 31 procuradores (así se llaman los diputados autonómicos de Castilla-León). Se cumplieron las previsiones, pero el PP se quedó lejos de la mayoría absoluta, necesitará muletas, ¿dónde las encontrará?

“¡Qué cara de vicepresidente se te está poniendo!”, le dijo el jefe de flechas y pelayos a su candidato. Ese es el pacto más probable. Supongo que, a estas horas, el PP se preguntará por qué Mañueco anticipó las elecciones. Tenía un socio menguante y sumiso, pero optó por dinamitar con mentiras su gobierno y abrir un baúl de incertidumbres. Quería ser don Rodrigo Díaz de Vivar y se quedó en Rocinante. Al PP le salió mal la jugada. Casado y Teodoro se montaron el cuento de la lechera. Se veían camino de la Moncloa tras vencer en Bermillo de Sayago, pero ni C-L es Madrid, ni sus circunstancias son las mismas. Pensaban inaugurar una autopista y han inaugurado un camino de carros, lleno de curvas. Buscaban la mayoría absoluta y ahora necesitan sí o sí a los neofranquistas para poder gobernar. Es curioso ver cómo las derechas europeas ponen cordones democráticos a la extrema derecha neofascista, mientras que aquí el PP pone alfombras rojas para que desfile la ultraderecha hispana. “Alianza de intereses”, le llama Ayuso.   

IDENTIDADES

                Cuando Adolfo Suárez se sacó de la chistera la España de las autonomías y decidió lo del café para todos, lo hizo atendiendo más a criterios partidistas que históricos. Y así se entiende que su escudero, digo de Rodolfo Martín Villa, decidiera unir los destinos de castellanos y leoneses como si fuera una boda medieval de conveniencia. Había que crear un granero de voto conservador para contrarrestar el peso electoral de los dinámicos territorios de la periferia, especialmente de Euskadi y Catalunya. Más de tres décadas lleva el PP gobernando en Castilla-León, y ahí sigue. Hay dictaduras que no duran tanto.  

En 1977, la atención electoral estaba puesta en la dinámica estatal, lo demás eran utopías y proyectos. Entonces se reivindicaba la rebelión comunera de Castilla como símbolo de una identidad perdida. Pero muchos leoneses ni se sentían ni se sienten castellanos. Su identidad iba por otros derroteros. Con la autonomía se creó un nuevo espacio institucional y político, con sus propias dinámicas, con sus desigualdades y centralismos. Con o sin democracia, con o sin autonomías, la España vaciada se siguió vaciando. Y Soria, León, Zamora, Ávila, … siguieron perdiendo población. Es lo que pasa cuando se tienen menos oportunidades en el campo que en la ciudad, en los pueblos que en la capital. Sin duda el éxito de Teruel Existe espoleó la formación de partidos provinciales que luchan por vencer estas tendencias centrípetas. El éxito de Soria ¡Ya! con el 42% del voto soriano y tres escaños es una buena muestra; mayor efecto ha tenido en León, donde UPL, con el 21,3% ha obtenido también 3 procuradores; y Ávila, donde Por Ávila, con el 16,8%, ha conseguido un escaño autonómico. Es una muestra de las ventajas que el sistema electoral otorga a quienes concentran el voto en circunscripciones pequeñas. Con un 1,5% de los votos, los partidos de la España vaciada han obtenido el 3,7% de los escaños en las elecciones del 13F en Castilla-León.

Algo parecido ocurre en las elecciones generales. Y es que todos nuestros sistemas electorales -autonómicos o estatales-, aunque ligeramente corregidos, son hijos del usado en el referéndum para la Reforma Política de 1976. Un sistema preconstitucional, profundamente injusto, que prima las circunscripciones menos pobladas en detrimento de las áreas más densas de población y políticamente más dinámicas. Esperemos que las nuevas formaciones no caigan en un estéril provincianismo.

LECTURAS

                Como es natural, los resultados de Castilla-León también han sido leídos desde el punto de vista valenciano. Para Catalá han confirmado al tándem PP y neofranquistas como alternativa al bloque de progreso. La extrema derecha ya ha anunciado que en C-L eliminará las leyes de memoria democrática y violencia machista. Eso para ir abriendo boca, y cuando aún no han formado gobierno. Tomemos nota.     

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Atardecer en las Hoces del Duratón (Segovia). Getty Images. 

jueves, 10 de febrero de 2022

VOTOS

 

En democracia es lo que cuenta. Al final y al principio. Cuentan los votos y los votos se cuentan. Sin duda se enredaron. Dijeron que votarían sí y votaron no; quiso votar no y le salió sí. Unos por maldad, otro por estupidez. No era la primera vez que ocurría. Ni lo uno ni lo otro. Hay malos, malos; vamos, malos de película. Y hay estúpidos, torpes, manotas o cortos. También de película. De todo hay en las películas, como en la vida misma. A estas alturas ya sabrán de qué les hablo. Sí, de la reforma de la contrarreforma de la reforma laboral. De ese proyecto de ley que iba a derogar todo y al final se quedó en derogar lo que se pudo. Poco o mucho depende de quién y cómo lo mida. Derogar, lo que se dice derogar, no ha sido derogada la contrarreforma de la reforma que hizo el PP a solas con su camisa. ¡Y lo que nos hemos reído! Iba a ser la ley estrella y por poco nos estrellamos. No hay más que repasar el vídeo. Con VAR o sin BAR da lo mismo. Las caras, un poema. Nadie salió de su asombro. Los primeros en alegrarse fueron los que pensaron que les había salido bien la jugada. No contaban con que en toda buena familia siempre hay un estúpido, corto o manotas que al final la caga en la cena de Navidad. Eso sí, luego a pedir perdón, a decir que no volverá a ocurrir, y a otra cosa mariposa. Se creyó con la conciencia limpia, tras darle una pasada con zotal y pensando que la estupidez es listura que uno tiene de cuna. ¡Hay que ser corto! Nada más producirse la votación, incluso antes de acabada, hubo alegría y alborozo en una parte del graderío. Miradas de complicidad. Guiños de pícaros que se las saben todas. Para eso son los más listos, los más guapos, los más ricos, … los más necios o los más estúpidos. Sabedores que su pedigrí les abre puertas y ventanas, que su ideología les da acceso a palacios y catedrales, que sus contactos les facilitan consejos de administración y otras canonjías, lo suyo es dejarse llevar por la corriente. Les viene de fábrica ser los más listillos de la cuadrilla. Y la jugada les salió bien. Por poco tiempo, pero les salió bien. Y se miraron. Y se guiñaron un ojo. Y se hicieron las señales casi imperceptibles de quienes han hecho una jugada maestra, una triquiñuela de tahúr, un truco de magia “potagia” digno del gran Judiny. “¡Somos unos genios!”, se dijeron antes de que la risa mutase en mueca de sorpresa. Nadie lo vio venir. Como el día del tamallazo. ¿Os acordáis? Esa sí que fue buena. La jugada, digo. Fue más lenta, eso sí. Costó un poco más. De tiempo y de dinero, digo. Pero salió redonda. Creó escuela. Como aquella, ninguna. La de Murcia también fue buena. ¿Quién sería el ingenioso ingeniero que ingenió la maniobra? Ni John le Carré hubiera podido imaginar unos servicios de espionaje tan patosos. Tan estúpidos y necios. Hay que serlo para intentar descabalgar al contrario y terminar siendo el descabalgado. El PP, soltero o casado, aún vive de aquellas rentas. De aquello y de subirse al gorrino para llegar antes a meta. Hablo del gorrino y pienso en los neofranquistas. Debe ser por lo de subirse a su lomo para llegar antes. Lo saben, pero no lo dicen. Si quieren gobernar necesitarán sus votos. Sí o sí, que decía aquel. No hay granja porcina para tanto purín. Tanto esfuerzo para nada. Al final contaron los votos y no salían las cuentas. Faltaba un voto. Un sí que era un no por culpa de Bill Gates. Alguien pulsó y repulsó el sí queriendo decir no, como quien dice rosa por risa; como quien dice una cosa, pero quería decir otra. Faltaba un torpe, un manotas que hiciera justicia divina. Y ahí estaba, en casa, con pantuflas y en pijama, dispuesto a lidiar con la informática para emitir su preciado voto. Había que estar atento para no equivocarse. Para no decir sí, si quería decir no. O era al revés. Había que decir no, si quería decir no. Al final salió sí. ¡Vaya lío! Y salió lo que salió, una cagada monumental. Y cuando su sí subió al marcador, resulta que había más síes que noes. Eso sí, sólo uno más. Que la cosa no era para tirar cohetes. Victoria pírrica, le llaman. Y Teodoro, su jefe, se quedó de piedra.

Casi lo mismo, pero al revés, al otro lado de la bancada. Los que votaron no, y querían votar sí, sorprendidos por que ganara el no, más tranquilos cuando ganó el sí. Los del sí es sí, incrédulos con el inicial no, exultantes cuando ganó el sí. ¿Quién habrá sido el ingenioso que ingenió dejar el botón nuclear en manos de la derecha navarra, de UPN? Hace falta ser confiado, o ingenuo, o necio. Ya lo ha comprobado, ¡se habrá quedado tranquilo! No hay mayoría alternativa a la que ganó la investidura y dio la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez. Esa es la realidad que hay que cuidar. Pan de miel y sopitas con leche.

¡Basta de choteo!, el tema es serio. De no haber salido la reforma de la contrarreforma adelante, se habría revalidado la Ley Laboral del PP, echado abajo el gobierno de coalición y abierto las puertas a la otra coalición, a la del PP con los neofranquistas, la que se impondrá en Castilla-León si tiene mayoría.    

“Lo estoy pasando fatal, estoy destrozado, la que he liado”. A veces, no hay nada como una buena diarrea a tiempo, para recuperar la razón. ¡Hasta la próxima, campeón!

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen: Puerta de los leones del Congreso. EFE.  


jueves, 3 de febrero de 2022

ABUSOS

 

Demasiado tarde. Demasiado mal. Eso es lo que está pasando en nuestro país con el reconocimiento por parte de la jerarquía eclesiástica de los abusos (no sólo sexuales) cometidos por miembros de la santa madre iglesia católica, apostólica y romana. Como en todo régimen presidencialista -el Vaticano no deja de serlo, aunque su presidente electo lo sea con carácter vitalicio, salvo raras excepciones- lo que dice el jefe va a misa, y en este caso con más motivo. Por eso es tan importante lo que dice el Papa de Roma. Importa y mucho quien rija la Santa Sede. Y no es lo mismo llevar babuchas de tafilete de cabritillo que sandalias de pescador. Cuando el cardenal argentino Francisco Bergoglio fue elegido Papa a algunos miembros del episcopado español les salieron sarpullidos de rabia. El Papa Paco no era como el emérito Ratzinger que optó por la alta costura antes que hacerse modistilla. No, el Papa Paco además de hablar castellano -la lengua de Rinconete y Cortadillo- quería que la iglesia católica, apostólica y romana, fuera ejemplo de cristiandad. Aunque su objetivo parecía lógico, no lo era a ojos de un episcopado acostumbrado a ser tolerante con los pecados capitales, especialmente con el tercero.

Si no recuerdo mal de mis años de catecismo los pecados eran siete: avaricia, gula, lujuria, pereza, ira, envidia y soberbia. Yo los repartía entre los días de la semana, a cada día su pecado. Hoy es lunes, toca avaricia. Y ahí me tienes rompiendo sacos por los rincones. Los pedófilos católicos, apostólicos y romanos van a piñón fijo, pecan del tercero y detrás llega el resto. Y ya se sabe que las fijaciones no traen nada bueno. Y en eso llegó el Papa Paco y mando parar. ¡Ya está bien!, dijo. Y se puso manos a la obra para retirar velos, levantar alfombras y destapar pervertidos. Hace tres años que el Papa Paco ordenó a la jerarquía de su Iglesia que dejase de encubrir los abusos, que los investigara y que los comunicase a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el órgano que centraliza la información y vela por su privacidad. El episcopado español contestó con cifras ridículas y echando balones fuera.

Ante la poca colaboración, los periodistas de El País, Iñigo Domínguez y Daniel Verdú, entregaron al Papa y a la Conferencia Episcopal una lista con 251 denuncias, apenas la punta del iceberg. Unidas Podemos, Esquerra Republicana y Bildu, han pedido una comisión de investigación parlamentaria, y la Fiscalía del Estado ha tomado cartas en el asunto. Todos los grupos parlamentarios, excepto neofranquistas y adláteres, están por abordar el tema y llegar hasta las últimas consecuencias. Veremos.

                La Iglesia francesa destapó miles de casos tras una profunda investigación, también Alemania y Estados Unidos están abriendo ese melón, Portugal ha aprobado la creación de una comisión independiente, presidida por el prestigioso psiquiatra infantil Pedro Strecht, mientras la jerarquía eclesiástica española mira hacia otra parte. ¿Hasta cuándo?

 BIENES

                Poco parecen preocuparle las almas a una jerarquía eclesiástica mucho más atenta a velar por su patrimonio material. Al menos, más rapidez se dio en poner a su nombre miles de propiedades que no eran suyas. Aznar le facilitó un instrumento legal para hacerlo: la ley hipotecaria. Franco concedió todo tipo de facilidades a la Iglesia para adueñarse de lo ajeno, tan solo hacía falta la palabra de un obispo para registrar a nombre de la institución eclesial cualquier finca u otra propiedad. 

Entre 1998 -año en que el PP modificó la ley- y 2015, la Conferencia Episcopal inmatriculó 34.976 bienes inmuebles. Poca broma. Entre los bienes de los que se apropió la cúpula dirigente de la iglesia católica española estuvo la mezquita de Córdoba. No hay nada como poner una pica en Flandes para adueñarte de todo Flandes. La excusa para la apropiación del bien público fue que dentro había una catedral. Menos mal que Carlos V hizo en la Alhambra de Granada un palacio y no una catedral.

Ante el requerimiento del gobierno de coalición, la Conferencia Episcopal tan solo declaró un millar de irregularidades, ni el 3% de lo expoliado. ¿En serio? Suma y sigue en la tomadura de pelo. La asociación civil Recuperando asegura que el montó total de bienes puestos por la Iglesia bajo su titularidad alcanza los 100.000, incluidos edificios, colegios, residencias, pisos, aparcamientos, masías, bosques … Por si no era suficiente con estas reamortizaciones, la Iglesia está exenta de pagar impuestos sobre sus propiedades. Por tanto, el Impuesto de Bienes Inmuebles al que tenemos que hacer frente todos los ciudadanos con alguna propiedad inmobiliaria no afecta a los bienes eclesiásticos, aunque sea un piso en Marqués del Turia o un bajo en la calle La Paz. ¡Ah!, se me olvidaba, y encima está el tema del Concordato.

URBANO GARCÍA

urbanogarciaperez@gmail.com

Imagen : Conferencia Episcopal, EFE / Víctor Lerena.