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miércoles, 15 de junio de 2011

REAL, REALISMO, REALIDAD

 Rara vez lo realmente existente coincide con lo deseable. Esa suele ser la razón que nos impulsa a cambiar una realidad no satisfactoria. Antes de ser conocida como 15 de Mayo, la fuerza que ha protagonizado el debate más importante que ha habido en los últimos años sobre el deterioro de nuestro sistema democrático se llamó Democracia real, ¡ya! Tras su irrupción en la vida pública española, no faltaron los ataques –generalmente desde el campo ideológico de la derecha- tildándolo de desnortado, fantasioso, incluso autoritario por poner adjetivo al sacrosanto nombre de democracia. La lideresa del PP madrileño –tan demócrata ella- le dedicó los epítetos más despectivos, jaleados por la coral mediática de extrema derecha que ocupa casi todo el espectro comunicativo español. Pero es que la democracia ha diluido sus principios y, hoy en día, raro es el régimen político que no se llame democrático. Es tan ancho el paso que admite cualquier calibre. Tal vez por eso, los del 15 de Mayo acotaron con el adjetivo real la amplia tolerancia de la democracia Y han llamado a una necesaria reflexión: No hay democracia sin ciudadanos críticos dispuestos a revitalizarla día a día. Pues eso.   

MEMORIA
El problema es cuando buscamos un referente democrático en nuestro pasado y no los encontramos. Los que hay, los han borrado. Tal vez sea esa nuestra peor carencia: la falta de una memoria democrática. Los 40 años de franquismo eliminaron todo recuerdo de un pasado en democracia. La Transición no restauró esta pérdida. Un déficit que lastra nuestro presente. No hay más que ver la chapuza nacional que a costa de nuestro pasado –y nuestro dinero- ha pergeñado la Real (de realeza, no de realidad) Academia de la Historia. La ignorancia es la puerta grande por la que entra la manipulación. En esas estamos. Los directivos de la Academia llevan apellidos de rancio abolengo. Pero no importa tanto el continente como el contenido. Hace unos días conocimos algunos textos que aparecen en su Diccionario Biográfico Español. El sesgo revisionista con el que se ha biografiado a personajes de nuestra historia reciente ha ruborizado a los historiadores serios. Ante los términos más polémicos, los redactores del Diccionario no han tenido ni el prurito de limitarse a describir el estado de la cuestión. ¡No!, han tomado partido. Si el tema hubiera quedado circunscrito al ámbito de los historiadores no hubiera pasado nada. Pero es que la obra ha costado 6 millones de euros del erario público. Y estamos en crisis.

¿Qué hubiera dicho Rita de Franco? Seguro que hubiera deslizado algún elogio. Su redacción sería sesgada. Además de no ser historiadora, es hija de un ilustre franquista y ella misma se niega a quitar los nombres franquistas del callejero de Valencia. Pues el Diccionario parece redactado por ella.    

PROGRAMA
                Construir una falsa memoria negando la verdadera forma parte del programa de la derecha hispana. Pero hay otras medidas del PP, hasta ahora ocultas, que van saliendo a la luz. Una muestra. El Conseller Alejandro Font de Morgue eliminará las líneas de enseñanza en valenciano. Una agresión en toda regla a la recuperación de nuestra lengua. No es el único recorte que se anuncia. El nuevo ejecutivo valenciano, encabezado como el anterior por el mismo President imputado por cohecho, anuncia más recortes en servicios públicos. Las arcas de la Generalitat, igual que las del Ayuntamiento, están exhaustas. Y ya se acabaron los ingresos por el ladrillo. Camps prepara recortes y copagos similares a los de su camarada de Murcia, J.L.Valcárcel, o a los de CiU en Catalunya. La derecha, sin apenas matices, aplica las recetas más injustas para salir de la crisis. Hasta en orden público son más bestias. La carga de los Mossos a las órdenes de Felip Puig contra los acampados en plaza Catalunya es el modelo para el PP. Ya sabemos lo que nos espera. Es momento de estar vigilantes y preparar la resistencia.

URBANO GARCÍA

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