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martes, 9 de junio de 2020

DUELO


“Los viejos hacen callando y mueren callando. Conviene escuchar ese silencio”, dice Juan José Millás hablando del pintor Antonio López, viudo desde hace poco de la también pintora realista Pilar Moreno (fallecida el pasado 17 de febrero). Viene a cuento la cita a propósito de las residencias para personas mayores. Ningún silencio ha sido más clamoroso en medio de la callada pandemia que el de estos lugares de retiro. De repente nos hemos percatado que detrás de la cortina estaban los viejos. Dejados, depositados, abandonados -de todo hay en la viña del Señor- en esa especie de guarderías para quienes han dejado de ser productivos en una sociedad que hace de la productividad su viga maestra. Nada más cruel que este olvido. Se calcula que unas 20.000 personas ingresadas en residencias españolas fallecieron a causa de la covid-19. Son cifras aproximadas. Algunos datos sobre las víctimas reales del SARS-CoV-2 tal vez nunca se conozcan. Un Consejero de la Comunidad de Madrid dejó escrito negro sobre blanco que los enfermos de las residencias no fueran hospitalizados. ¿Cabe mayor infamia que aplicar este criminal triaje desde un despacho oficial? El 80% de las residencias madrileñas son privadas o concertadas. Los neoliberales confunden asistencia con hostelería y derechos con negocio. Aquí el PP también nos dejó esa herencia envenenada. La familia Cotino sacó tajada.    No sólo hay que revisar el actual modelo de residencias, también la sanidad, la educación, la brecha digital, …



PLAN DE SALVACIÓN

A modo de primeros auxilios, las autonomías podrán disponer de 16 mil millones de € a fondo perdido. Por fin este reparto autonómico se hará con criterios poblacionales, como reclama Compromís desde hace tiempo. La principal partida irá a Sanidad. La siguiente, a Educación. “Hay que compensar los recortes anteriores”, dice Pedro Sánchez. ¿Será suficiente para recomponer la destroza de más de una década “austericida”? Voces autorizadas lo ponen en duda. A nadie amarga un dulce. Habrá más ayudas. La cola de damnificados por la pandemia no para de crecer. La industria automovilística, siempre atenta a chupar del erario público, ya se ha apuntado. Ximo Puig ha anunciado que las ayudas a Ford no se harán en función de lo que contaminen los vehículos que fabrique. ¿De verdad? El chantaje de Nissan está dando resultado. ¿Dónde quedó la promesa de avanzar en el cambio de modelo productivo y energético? ¿No hemos declarado la emergencia climática? ¿De qué sirve? Una de las enseñanzas de la Economía del Bien Común es que la mejor forma de cambiar las cosas es premiar las buenas prácticas. El economista Christian Felber tiene destacados seguidores en tierras valencianas. No estaría de más consultar a científicos y especialistas para orientar las decisiones políticas. La crisis actual es una broma comparada con la que nos viene encima, la climática.



BLACK LIVES MATTER

También la protesta contra el racismo se hace global. En Bélgica, sobran estatuas de Leopoldo II, instigador de matanzas en el Congo e inspirador de “El corazón de las tinieblas”, la novela de Joseph Conrad. En Bristol, sobran de Edward Colston, destacado comerciante de esclavos del siglo XVII (trasladó de África a América más de 80.000 personas para ser esclavizadas en las plantaciones de algodón). En todo el mundo sobran estatuas de prohombres que no lo fueron tanto. El asesinato por la policía de Minnesota de George Floyd también se recordó en València. Haciendo caso omiso a la distancia física que impone la pandemia, miles de personas se reunieron para reclamar el fin del racismo, en EEUU y en nuestro país. Los CIE son lugares en los que numerosas infamias quedan impunes. El odio, el racismo, la desigualdad también son una pandemia.



CORINNA VIRUS

               Mientras Juan Carlos I fue Jefe de Estado gozó de inviolabilidad constitucional. Sus corruptelas eran blanqueadas. Cuando en junio de 2014 se vio obligado a abdicar, se quedó con el culo al aire. Sus trapicheos con las teocracias árabes fueron anteriores y se corrió un estúpido velo. No fue el caso de los movimientos de capitales llevados a cabo en el paraíso fiscal suizo. La legitimidad de los reinstaurados Borbones saltó por los aires. Lo que sirvió en 1978 para justificar la monarquía, ahora carece de sentido. La conducta íntegra y transparente exigible a todo responsable público, también vale para la jefatura del estado, sea rey o presidente de la República. Las crisis nunca van solas. A la vírica se añaden muchas otras. Habrá que preparar el duelo.    

URBANO GARCIA



Imagen: Concentración contra el racismo en València. Domingo 7 junio 2020. Urbano García.

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