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jueves, 12 de enero de 2012

DE LOTERÍAS, IMPUESTOS Y RECORTES

¡Hasta les toca la lotería! Se lamentaba un señor en la cola de la caja del supermercado. Se refería al sorteo de Navidad, claro. Algunos diarios llevaban en portada la foto del presidente de la diputación de Valencia exhibiendo una ristra de décimos del segundo premio. A su lado, su mano derecha, el aún alcalde de Manises y ex gerente de la empresa municipal que gestionaba la depuradora de Pinedo cuando fue saqueada. “Yo llevo cinco décimos, y éste más”, decía Rus señalando a Enrique Crespo. Un farol. El juez que instruye la causa del latrocinio le llamó inmediatamente. ¿Cuánta lotería le ha tocado?, le pregunto el togado. Nada señor juez, ni un décimo. Contestó un Crespo visiblemente encrespado por la pregunta. Todo era un farol. Y es que Crespo figura en el epicentro de este hurto a las arcas públicas y su patrimonio está bajo la lupa de la justicia. Claro que a lo mejor su patriotismo es como el de Urdangarín y ya tiene sus “ahorros” a buen recaudo en algún paraíso fiscal. Tocó la lotería al PP de Manises y sobre el resto de ciudadanos parece que nos calló una lluvia de desgracias.

A PAGAR LOS POBRES
                Por primera vez en nuestra corta historia democrática, el gobierno congela el salario mínimo interprofesional. Y eso que es uno de los más bajos de Europa, 641 euros, por detrás de Grecia, aunque mejor que en Portugal. Se ve que en el aspecto salarial el PP no tiene mucho interés en la convergencia europea. No hay más que tirar de hemeroteca. Durante los gobiernos del PP, el SMI apenas creció, fue ZP quién lo colocó en el nivel ahora congelado por Rajoy. Y ya se sabe que vamos hacía una nueva glaciación. O sea que abrigarse toca. Pero no es esta la única mala noticia para el bolsillo de los que menos tienen. A los pocos días, otro subalterno del diestro anunció la reforma del IRPF. ¿Para que pagarán las rentas más altas? Pues va a ser que no. Las rentas del trabajo serán las que soportarán mayor carga fiscal. O sea que Rajoy carga casi toda la factura de la crisis sobre las espaldas de la tan sufrida clase media. Y eso que decía que no iba a subir los impuestos. De los otros, digo de los que se salen de la tabla, casi nada. Por supuesto, las SICAV, esos refugios financieros para inversores sin escrúpulos seguirán al margen de la fiscalidad. Algunos han caído ahora “del guindos” y andan cabreados con tanta subida de impuestos. Y es que hasta Rita se ha apuntado a la fiesta. Bus y metro son más caros desde el 1 de enero. Y se anuncian más subidas. El dúo dinámico de la economía, digo del ex Lehman Brothers, Luis de Guindos, y la alegría de la huerta de Montoro, anunciaron a capella que la cosa anda mal. Que no se cumplirán las previsiones por culpa de las autonomías (sin faltar una referencia a la herencia recibida, ese pingajo al que todos los males se achacan). Y que la recesión llama a nuestra puerta. ¿Pero no iba Rajoy a salvarnos de la quiebra? Pues resulta que también en esto nos engañó.

RAJOY MANOSTIJERAS
                El recién estrenado gobierno azul anunció 12 mil millones de euros en recortes. Pero apenas pasaron unas horas y ya íbamos por los 36 mil millones. Ya veremos hasta dónde llegamos a fin de mes. Tampoco paran de crecer las cifras del paro, vamos por los 4 millones y medio y no se ve tope. Unas cifras que, según el ministro, cuestionan el estado del bienestar. Malo, este tipo de anuncios nunca traen nada bueno. Manostijeras también ha podado otros capítulos. Empezó por los dependientes, pero ni una famélica RTVE se ha salvado de la dieta. Aquí parece que vivimos en otro planeta. Fabra, el cacique de la Plana, quiere aviones para “su” aeropuerto peatonal. Aviones no sé si tendrá, pero conejos hay para varias granjas. Para olvidar tanta pena, nada como pasar una noche loca bajo la cúpula del Ágora de Calatrava. ¡Todo un éxito! Así calificó la fiesta de fin de año el empresario que contrató el recinto para tomar las uvas. Estamos salvados, ya sabemos qué hacer con un edificio inútil que nos ha costado cientos de millones. Es tal el saqueo al que ha sometido el PP nuestras arcas que ni los bonos patrióticos nos sirven. El Tesoro Público ha tenido que acudir al rescate. Gracias a su intervención, la Generalitat ha podido devolver 123 millones que le prestó el Deutsche Bank. Quién dijo que sólo habían sido unos trajes.  
           
URBANO GARCÍA

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