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jueves, 1 de marzo de 2018

ELITISTA E INSOLIDARIA

A veces los argumentarios los carga el diablo. Le ha pasado al PP con el suyo dedicado a desmontar la Huelga General “feminista” del 8 de marzo. Al PP le salió el tiro por la culata, en frase digna de la Asociación Nacional del Rifle. Y es que al PP últimamente le sale todo mal. ¿No buscará Rajoy dar pena? El caso es que su antaño granero de votos, digo del colectivo de pensionistas, le ha salido respondón. El patio no está para bromas, y la de subir las pensiones un 0,25% anunciándoselo por carta a los interesados parece broma de muy mal gusto. Desde que la ministra Fátima Báñez del Rocío dio la “buena nueva” no han cesado las protestas. Y lo que te rondaré.

                  A la de los añosos se suma ahora la de las féminas. La huelga del 8 está más que justificada. No hay más que asomarse a los datos del empleo o a los estudios sobre la desigualdad salarial para percatarse de que hay sobrados motivos para la indignación. Dice el PP que es una huelga política, ¿alguna no lo es? Que está organizada por la “élite feminista” y que quiere “destruir nuestro sistema de convivencia”. Incluso que es “insolidaria” por enfrentar a mujeres con hombres. Vamos por partes. ¿Élite feminista?, ¿acaso se refiere el PP a Patricia Botín, las hermanas Koplowitz, y otras damas de alta alcurnia con mando en plaza? No creo. Esa élite no figura entre las convocantes. ¿Qué quiere decir el PP cuando habla de “élite feminista”? Habría que preguntárselo a La Vice Soraya, o a la Cospe, metida en asuntos de armamento. Aunque para amenaza grave la que supone la huelga del 8 para “el sistema”. Ni Simone de Beauvoir imaginó tamaña utopía. Puestas a desacreditar la por ellas calificada como “huelga insolidaria”, la élite femenina del PP se ha apuntado en bloque a hacer “huelga a la japonesa”. El próximo jueves trabajarán el doble. No pararán ni para tomarse un café. Desde primera hora ocuparán sus despachos y serán las últimas en abandonarlos. Ese día, Bonig hará hasta de Mónica Oltra, si se tercia. Su sueño, ser reina por un día. Me atrevo a aventurar que la huelga del 8 será todo un éxito. A un país paralizado por la indolencia de su presidente, mujeres y pensionistas están volviendo a darle marcha.

REBELIÓN
                  Un cantante, un libro y una exposición. Valtònyc, Fariña y Santiago Sierra. Un rapero insumiso, un libro de hace 3 años sobre el narcotráfico gallego y una muestra en ARCO sobre presos políticos del siglo XXI. Los tres han sido pasto de las llamas inquisitoriales de un PP que ha retorcido las leyes disolviendo la delgada línea que separa democracia de dictadura. Ese fue el marco legal creado por la llamada Ley Mordaza. Una norma dictada por un PP con mayoría absoluta en tiempos de Jorge Fernández Díaz. Un dogal para domeñar nuestra frágil libertad de expresión. 

        Valtònyc irá a prisión si nadie lo remedia. Su delito, no poner límite a sus palabras. Un juez le condena por enaltecer el terrorismo, injuriar a la corona y proferir amenazas. Un ex cargo del PP de Alicante tuvo la misma pena por quedarse 300 mil € de una obra pública. ¿Es justo?
                  El periodista Nacho Carretero ha visto como Fariña, su novela, pasaba a ser la más vendida en Amazon tras ser secuestrada por una juez a instancias de Alfredo Bea Gondar, ex alcalde de O Grove (Pontevedra), ex militante del PP y condenado por narcotráfico.
                  La obra de Sierra, descolgada de las paredes del IFEMA, ha sido comprada por Tatxo Benet, un empresario catalán, para exponerla por todo el país. Sierra hace de la provocación su arte. Junto con el artista fallero Manolo Martín, en un Cabanyal arrasado, plantó un letrero de cartón piedra con la palabra “Futuro”. La falla ardió una noche de julio de 2012 en medio del “calores”.
 Todas las alarmas se han encendido. Amnistía Internacional ha denunciado el incremento de las condenas por presuntos delitos de opinión en España. Mientras los “atizantes” que sueltan el “mondongo” al PP –Álvaro Pérez, ex el Bigotes, dixit- no están encausados y se van de rositas.
                  C’s –necesitando distanciarse del PP- anuncia ahora que levantará, de forma selectiva, el veto y los continuos aplazamientos con los que frena la acción legislativa del Congreso. Para eso le dio el PP una sobre representación en la Mesa, para que le ayudase en su estrategia obstruccionista. La derogación de la ley mordaza, aprobada por la mayoría del Congreso, espera desde hace un año.
                  La reforma del nostre Estatut hace 5 que está en barbecho. Entre otras cosas, nos asegurará una mejor financiación. La primera descentralización, la que transfirió competencias y recursos de la administración central a la autonómica fue un éxito. La segunda, la que tenía que descentralizar hacia las administraciones locales nunca llegó. Pero esa es otra historia de elitismo e insolidaridad.               

URBANO GARCIA

Imágenes: 
1. Cartel convocatoria huelga feminista 8 de marzo de 2018
2. Cartel pidiendo la libertad para Valtònyc
3. Nacho Carretero y su novela "Fariña"
4. Santiago Sierra ante su obra "censurada" en ARCO 2018. EFE

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