A veces los argumentarios
los carga el diablo. Le ha pasado al PP con el suyo dedicado a desmontar la
Huelga General “feminista” del 8 de marzo. Al PP le salió el tiro por la
culata, en frase digna de la Asociación Nacional del Rifle. Y es que al PP
últimamente le sale todo mal. ¿No buscará Rajoy dar pena? El caso es que su
antaño granero de votos, digo del colectivo de pensionistas, le ha salido
respondón. El patio no está para bromas, y la de subir las pensiones un 0,25% anunciándoselo
por carta a los interesados parece broma de muy mal gusto. Desde que la
ministra Fátima Báñez del Rocío dio la “buena nueva” no han cesado las
protestas. Y lo que te rondaré.
A la de los añosos se suma ahora la de las féminas.
La huelga del 8 está más que justificada. No hay más que asomarse a los datos
del empleo o a los estudios sobre la desigualdad salarial para percatarse de que
hay sobrados motivos para la indignación. Dice el PP que es una huelga
política, ¿alguna no lo es? Que está organizada por la “élite feminista” y
que quiere “destruir nuestro sistema de convivencia”. Incluso que es “insolidaria”
por enfrentar a mujeres con hombres. Vamos por partes. ¿Élite feminista?, ¿acaso
se refiere el PP a Patricia Botín, las hermanas Koplowitz, y otras damas de
alta alcurnia con mando en plaza? No creo. Esa élite no figura entre las
convocantes. ¿Qué quiere decir el PP cuando habla de “élite feminista”? Habría
que preguntárselo a La Vice Soraya, o a la Cospe, metida en asuntos de armamento.
Aunque para amenaza grave la que supone la huelga del 8 para “el sistema”. Ni
Simone de Beauvoir imaginó tamaña utopía. Puestas a desacreditar la por ellas
calificada como “huelga insolidaria”, la élite femenina del PP se ha apuntado
en bloque a hacer “huelga a la japonesa”. El próximo jueves trabajarán el
doble. No pararán ni para tomarse un café. Desde primera hora ocuparán sus
despachos y serán las últimas en abandonarlos. Ese día, Bonig hará hasta de
Mónica Oltra, si se tercia. Su sueño, ser reina por un día. Me atrevo a
aventurar que la huelga del 8 será todo un éxito. A un país paralizado por la indolencia
de su presidente, mujeres y pensionistas están volviendo a darle marcha.
REBELIÓN
Un cantante, un libro y una exposición. Valtònyc, Fariña y Santiago Sierra. Un rapero
insumiso, un libro de hace 3 años sobre el narcotráfico gallego y una muestra
en ARCO sobre presos políticos del siglo XXI. Los tres han sido pasto de las
llamas inquisitoriales de un PP que ha retorcido las leyes disolviendo la
delgada línea que separa democracia de dictadura. Ese fue el marco legal creado
por la llamada Ley Mordaza. Una norma dictada por un PP con mayoría absoluta en
tiempos de Jorge Fernández Díaz. Un dogal para domeñar nuestra frágil libertad
de expresión.
Valtònyc irá a
prisión si nadie lo remedia. Su delito, no poner límite a sus palabras. Un juez
le condena por enaltecer el terrorismo, injuriar a la corona y proferir
amenazas. Un ex cargo del PP de Alicante tuvo la misma pena por quedarse 300
mil € de una obra pública. ¿Es justo?
El periodista Nacho Carretero ha visto como Fariña, su novela, pasaba a ser la más
vendida en Amazon tras ser secuestrada por una juez a instancias de Alfredo Bea
Gondar, ex alcalde de O Grove (Pontevedra), ex militante del PP y condenado por
narcotráfico.
La obra de Sierra, descolgada de las paredes del IFEMA,
ha sido comprada por Tatxo Benet, un empresario catalán, para exponerla por
todo el país. Sierra hace de la provocación su arte. Junto con el artista fallero
Manolo Martín, en un Cabanyal arrasado, plantó un letrero de cartón piedra con
la palabra “Futuro”. La falla ardió una noche de julio de 2012 en medio del
“calores”.
Todas las alarmas se han encendido. Amnistía
Internacional ha denunciado el incremento de las condenas por presuntos delitos
de opinión en España. Mientras los “atizantes” que sueltan el “mondongo” al PP
–Álvaro Pérez, ex el Bigotes, dixit- no
están encausados y se van de rositas.
C’s –necesitando distanciarse del PP- anuncia ahora
que levantará, de forma selectiva, el veto y los continuos aplazamientos con
los que frena la acción legislativa del Congreso. Para eso le dio el PP una
sobre representación en la Mesa, para que le ayudase en su estrategia
obstruccionista. La derogación de la ley mordaza, aprobada por la mayoría del
Congreso, espera desde hace un año.
La reforma del nostre
Estatut hace 5 que está en barbecho. Entre otras cosas, nos asegurará una mejor
financiación. La primera descentralización, la que transfirió competencias y
recursos de la administración central a la autonómica fue un éxito. La segunda,
la que tenía que descentralizar hacia las administraciones locales nunca llegó.
Pero esa es otra historia de elitismo e insolidaridad.
URBANO GARCIA
Imágenes:
1. Cartel convocatoria huelga feminista 8 de marzo de 2018
2. Cartel pidiendo la libertad para Valtònyc
3. Nacho Carretero y su novela "Fariña"
4. Santiago Sierra ante su obra "censurada" en ARCO 2018. EFE
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