Llegó la mala hora de apretarse el cinturón y adelgazar la estructura del Estado. Ese sueño tan querido por quienes obtienen de la falta de controles su mejor fuente de beneficios. Digo de esos neo liberales que nos han llevado con su ambición especulativa a la actual crisis, financiera y algo más. Y allá que va la socialdemocracia dispuesta a echar una mano para sacarnos del marasmo. No faltan a esta cita con la historia los estudiosos del marxismo que repiten, no sin razón, que lo que ahora ocurre ya lo predijo el maestro. No lo de la socialdemocracia que, como conviene saber, el propio Marx contribuyó a fundar. De lo que habló el filósofo fue de las crisis cíclicas del capitalismo. Y aunque la actual no tenga todas las características de las estudiadas por él, sí que tiene elementos parecidos que la hace equiparable.
RECETAS
Siempre que estalla una crisis económica surgen liberales iluminados dispuestos a dar la receta mágica que resuelve todos los problemas. La fórmula suele ser siempre la misma: un poco de abaratamiento del despido, algo de flexibilidad laboral, y mucho de adelgazamiento del Estado. Es curioso que nunca se haya demostrado su eficacia. Da igual. El caso es remar hacia ese objetivo. Por eso las recetas de Rajoy y su cohorte nos suenan a déjà vu. Son viejas recetas. Lo mismo les ocurre a las propuestas del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea. Viejas recetas, sin atisbo de autocrítica, sin voluntad de corregir errores pasados. Se limitan a ir a favor de la corriente dominante, sin pensar que al final del rio puede haber un peligroso salto de agua.
Soluciones alternativas haberlas, haylas. Aunque carecen de coro mediático que las publicite. Se puede optar, por ejemplo, por incrementar el impuesto de las sicav. Esas Sociedades de Inversión de Capital Variable que tan solo tributan el 1%. Se podría recuperar el impuesto de Transmisiones. La revisión del Concordato con el Vaticano podría facilitar otras recaudaciones, anulando la financiación de la enseñanza religiosa, o los beneficios fiscales de los que goza la jerarquía católica. Por no hablar de la persecución a la economía sumergida. Posiblemente, la socialdemocracia gobernante guarde alguna de estas soluciones en la recámara de sus propuestas. Por ahora, el Presidente del Gobierno ha preferido aplicar fórmulas rápidas, de impacto inmediato en el sanedrín que dirige la UE y el FMI. Los sindicatos están con la mosca tras la oreja y ensayan una huelga que podría ser general si no hay medidas más justas.
Lo cierto es que la administración central de Estado se ha puesto a dieta. No ocurre lo mismo en algunas autonomías que, lejos de seguir el ejemplo de Castilla-La Mancha, mantienen inalterable su lista de gastos onerosos. ¡Qué ahorren ellos!, gritan a coro Rita y Camps, mientras lideran una de las comunidades y ayuntamientos más endeudados de España.
HIENAS
“Hienas bolcheviques”, así calificó Carlos Iturgáiz, discípulo de Mayor Oreja, a los que critican a Camps por su connivencia con la trama Gürtel. Lo dijo en Valencia, en el acto de exaltación al líder. Por cierto, un acto al que no asistió Rajoy, que prefirió comer caracoles en Lérida. Sólo Rita dio calor materno a su ahijado. Lo que no faltaron fueron difamaciones e insultos para intentar descalificar a ZP. Quien se retrata con esos exabruptos es quien insulta, no el insultado. ¿Dónde están las hienas?
“Hienas bolcheviques”, así calificó Carlos Iturgáiz, discípulo de Mayor Oreja, a los que critican a Camps por su connivencia con la trama Gürtel. Lo dijo en Valencia, en el acto de exaltación al líder. Por cierto, un acto al que no asistió Rajoy, que prefirió comer caracoles en Lérida. Sólo Rita dio calor materno a su ahijado. Lo que no faltaron fueron difamaciones e insultos para intentar descalificar a ZP. Quien se retrata con esos exabruptos es quien insulta, no el insultado. ¿Dónde están las hienas?
Algo de humor. Entra un funcionario en una farmacia. Cara seria, no está para bromas. En el interior, un jubilado se desternilla de risa ante el más mínimo comentario. “Deme lo mismo que a ese señor”, dice el recién llegado. Una escena parecida ocurría en un restaurante en la película Cuando Harry conoció a Sally. La actriz Meg Ryan finge un orgasmo que ha pasado a la historia del cine. Pues eso quisiéramos todos, que alguien nos diera la receta mágica contra la adversidad. No es fácil. Muchas veces es cuestión de química, la única que puede hacer milagros en tiempos de incertidumbre.
NOTA: La CAM se fusiona en frío con otras Cajas, mientras Bancaja sigue deshojando la margarita de su futuro. Alicante da una lección financiera a Valencia.
urbanogarciaperez@gmail.com
Imágenes:
P. BALBOA "Apretándose El Cinturón"
elplural.com "Rajoy"
CABILDO PAULA "FMI"
ALVARO propio blog Mi mundo "Ajustes"
Tierra tiros blog "hienas"
Meg Ryan en "Cuando Harry encontro a Sally una"
No hay comentarios:
Publicar un comentario