Cómo andarán de
complicadas sus cuentas electorales, que el PP echa mano hasta del cajón de su
más rancia antigualla. En esa caja de Pandora guardan sus esencias patrias como
oro en paño. Se pueden consultar en las hemerotecas las hazañas bélicas que
protagonizaron a cuenta de estos temas algunas de sus huestes durante la
transición valenciana a la democracia. Todo aquel oscuro pasado parecía
archivado. ¡Pues no! Al PP, en tiempos de zozobra, le resulta demasiado tentador remover la
ciénaga. Y en ello están. ¿Pero la lengua propia no es también un símbolo? Sí,
pero menos. ¿O no? Según. El caso es que cuando tocó celebrar la Llei d’Ús las
autoridades pasaron de puntillas, lo mismo que el Dia de la Llengua Materna. Ni un acto de lustre
para conmemorar la efeméride. Lo único que se le ocurrió a Serafín, Señor del Parany, fue montar una bronca a
la Acadèmia Valenciana de la Llengua a costa del Diccionari Normatiu. Vamos, que ni Putin con Ucrania actúa con tan poca
delicadeza.
El caso es que para celebrar la Ley de Símbolos, el
gobierno valenciano prepara toda una cara panoplia de festejos. Parece que para
el PP local, bandera, emblema, estandarte e himno, son más importantes que el
empleo juvenil, o la catatónica situación de las finanzas autonómicas. Para
estas zarandajas –que diría un parado- sí que hay dinero, para las personas
dependientes, no. Y no es demagogia.
Los homenajes a cuenta de los símbolos casi coincidirán
con las Fallas. Fiesta de excesos acústicos y también de exaltaciones
simbólicas. Ya se sabe que las fiestas siempre son una magnífica excusa para
glosar lo propio hasta rozar el ridículo. A veces lo popular queda eclipsado
por impostaciones marciales que nada tiene que ver con la fiesta. A lo peor, de
eso se trata, de confundir un poco más al personal. Vamos, de marear la perdiz.
TARJETA ROJA
Hay motivos de sobra para sacarle la roja al jefe
del Consell. Todo un símbolo del
malestar reinante. A Fabra, Alberto, le ha tocado lidiar con la penuria heredada
de sus conmilitones. Se acabaron los años de vino y rosas. Ahora sólo quedan
espinas. El Molt Honorable no ha
sabido capear el temporal. Todo lo contrario. Sus políticas han acentuado la
desigualdad. Los datos son crueles. Los jóvenes valencianos cobran menos que
los del resto del Estado. Ningún tejido industrial ha sido tan arrasado como el
nuestro. El paro se ha cebado con la población valenciana en edad de trabajar.
Somos la única autonomía con idioma propio a la que se le han amputado los
medios de comunicación públicos. El antaño tan glosado poder financiero
valenciano se ha volatilizado. Para qué seguir. Las promesas regeneracionistas del
President han sido agua de borrajas,
sus camaradas temen que un día le dé el pronto y haga limpieza. “Les aseguro
que en las listas de mi partido para las próximas elecciones, no habrá ninguna
persona imputada judicialmente por delitos de corrupción”, dijo el otro día en
el club Siglo XXI, en uno de esos subidones de dignidad que ponen tan nerviosos
a sus camaradas de partido. Y eso que no hay motivo de alarma. La limpieza tan
sólo afectará a los imputados judicialmente. Ojo con el matiz judicial, no es
anecdótico. Lo resaltaba Josep Torrent en las páginas de EL PAÍS. La Perla está en capilla, pero hay
muchos más en la lista.
HORA DE PRIMARIAS
Si votar es una fiesta para la democracia, las
primarias abiertas son uno de sus símbolos, aunque no sea prudente idealizarlas.
El PSPV concluye las suyas el domingo 9. Los socialistas eligen entre dos
candidatos a su cabeza de lista para las autonómicas. A pesar de ser unas
primarias un poco descafeinadas, bienvenidas sean. Hace falta aire nuevo en la
política, y más en los grandes partidos. La elección en primarias abiertas a la
ciudadanía es un terreno aún inexplorado en nuestro país. Un camino seguramente
irreversible, mal que les pese a algunos dirigentes acostumbrados a la
dactilocracia. Y no pienso sólo en el PP. IU también ha optado por ahora en no
hacer este viaje. Tal vez les parezca más acertada la elección de la candidatura
por un grupo, más o menos selecto, ungido por unas determinadas cualidades.
Cada cual es libre de buscar su legitimidad en dónde crea más conveniente.
COMPROMÍS también hace primarias abiertas a la
ciudadanía. Así será en todas las citas electorales. Del 17 al 21 de marzo, las
personas inscritas en el censo podrán elegir, entre 5 candidatos, quién encabezará
la lista y quiénes y en qué orden le acompañarán en la candidatura europea. Un
paso más valiente que el del PSPV. Soplan vientos de cambio en las formas de
hacer política. Nuevos impulsos democráticos para acometer la gran tarea de
jubilar al régimen. Renovadas legitimidades necesarias para llevar a cabo la
ingente tarea de recomponer un territorio devastado y una hacienda saqueada. Bienvenida
sea está fiesta democrática, mucho más que un símbolo.
URBANO
GARCIA
Foto: URBANO GARCIA
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