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miércoles, 26 de marzo de 2014

MATRIOSKA

Los países, como las personas, están llenos de cicatrices. Unas más, otras menos, todas son dolorosas. Viendo la sucesión de mapas en los que se ha ido configurando Europa durante el pasado siglo, uno se percata de lo herido que sigue estando este apéndice del vasto continente euroasiático. A la mínima, vuelve a sangrar la herida mal cicatrizada. Ayer fue Yugoeslavia, hoy es Ucrania. ¿Por dónde sangrará mañana? La geopolítica dibuja extrañas líneas que luego la realidad social rediseña. Una corrección que no siempre se hace de forma pacífica. Ese fue uno de los motivos por los que se creó la Unión Europea, para intentar que el diálogo fuera el único método de resolución de los conflictos. Para que la cooperación borrara fronteras. Pero, visto lo visto, no hay duda de que aún queda un largo trecho por recorrer.
           La historia de los países también es como esas muñecas rusas, unas dentro de otras, las matrioskas. Capas que se superponen como si fueran las de una cebolla. Si buscamos en los estratos de Ucrania encontramos las raíces de lo que fue la Rusia zarista. También nos encontramos con los tártaros ocupando ese territorio. No todos los movimientos internos de población del periodo soviético se debieron a la represión estalinista, algunas de esas corrientes migratorias respondían a la búsqueda de mejores condiciones de vida. La URSS no tenía fronteras internas, tampoco las tiene la Unión Europea. Sin embargo, allí y aquí el encaje territorial sigue siendo una asignatura pendiente.

SUÁREZ
           Los países son sus gentes y sus circunstancias. Suárez, con sus luces y sus sombras, apostó aquí por un diseño autonómico con algunos rasgos de originalidad, pero también buscando ciertos beneficios electorales y pactando con el pasado. Fue una solución transitoria que dejaba la puerta entreabierta a una posterior evolución federal. Pero algunos se empeñan en fosilizar aquel momento histórico de hace cuatro décadas. Hoy las circunstancias han cambiado. Ni el estado español es el mismo ni la Unión Europea. Que las personas se acoplen a la horma no siempre da buenos resultados. Lo lógico es hacer lo contrario: el molde debe adaptarse a las personas y no al revés. En todo caso, el debate está servido. Un libro colectivo El federalismo plurinacional. ¿Fin de viaje para el Estado autonómico?, da buena cuenta de este tránsito y plantea el agotamiento de un modelo incapaz de resolver los problemas actuales.  
           Suárez no dejó legado autobiográfico. Él será lo que los demás quieran que sea. El resto está en las hemerotecas. Tal vez, uno de sus mejores retratos sea el que le hizo Javier Cercas en Anatomía de un instante, de lectura imprescindible para entender un personaje complejo, en unas circunstancias complejas. En su muerte, anunciada preventivamente tras 11 años de irse apagando por el Alzheimer, gozó del beneficio de la glosa absoluta. Tirios y troyanos se pusieron de acuerdo en glorificarle, mientras las voces disidentes eran silenciadas. Su capacidad de consenso no estaba reñida con las múltiples capas que como estratos formaban su coraza. Dentro del ingeniero centrista que fue, había un Ministro Secretario General del Movimiento, más al interior un Gobernador Civil siempre atento a las circunstancias. También había otro Suárez Director General de RTVE capaz de poner en marcha Crónicas de un pueblo, un proyecto de Carrero Blanco, y la primera descentralización de TVE. Adentrándonos más, encontramos a un joven falangista abulense…  
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DIGNOS INDIGNADOS
           El óbito de Suárez coincidió con la llegada a Madrid de la Marcha por la Dignidad. Una espectacular demostración de la indignación que sacude el país. Ni el acoso policial ni la desinformación de algunos medios ni la criminalización preventiva de la protesta por parte de algunos dirigentes del PP lograron silenciar la pacífica y digna crítica de los indignados. Los brutales incidentes posteriores, protagonizados por una minoría, han servido de excusa a la autoridad in-competente para volcar sobre los organizadores de las marchas pacíficas toda la responsabilidad por lo sucedido. La Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, lejos de asumir responsabilidades, ha anunciado la apertura de un expediente sancionador a la plataforma que organizó la digna y pacífica marcha. Nada de investigar a los verdaderos culpables de los incidentes, nada de pedir explicaciones por una actuación policial claramente mejorable. ¿A quién podía beneficiar convertir la plaza de Colón de Madrid en una plaza Maidán ucraniana? Algunos dirigentes del PP parecen más interesados en meter miedo a la población que en conocer la verdad. Habría que ver sus matrioskas.

 URBANO GARCIA

FOTO:Nižnij Novgorod

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