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miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL VÉRTIGO DEL DESACUERDO

¿Por qué el PSOE dio un cheque en blanco al PP para ocupar las instituciones catalanas? ¿Renuncia el PSOE a formar parte de la alternativa al PP? ¿Quién impide la adaptación del Régimen del 78 a las exigencias democráticas del siglo XXI? ¿El artículo 155 en su máxima expresión soluciona algo? ¿Es que la actual TVE dirigida por el PP es modelo de imparcialidad? ¿Es más “veraz, objetiva y plural” que TV3?... Son algunas de las muchas preguntas que plantea la manu militari aplicada a intentar resolver el tema catalán. Rajoy ha hecho de nuevo una de las suyas, dejar en manos de otros –los jueces y ahora el Senado- deshacer la madeja catalana liada en parte por él con la valiosa ayuda del bloque soberanista. Algunos politólogos opinan que la espiral de tensión que vivimos se alimenta de dos electorados que actúan como conjuntos disjuntos. El PP renuncia a sus electores en Catalunya a favor de C’s. Los soberanistas no tienen votantes en el resto del Estado y no les importa perderlos. Eso explicaría en parte el desgarro del histórico PSC/PSOE, necesitado de votos dentro y fuera de Catalunya. Por cierto, ¿qué hará el electorado del PSC?

VERTIGEN   
                  À bout de soufflé. Da vértigo pensar en los escenarios imaginados ante los abismos de tanta pasión. Más cuando en la lista de 27 nominados para estudiar cómo se aplicará el artículo 155 figuran destacados senadores del PP como Alberto Fabra o García Albiol. El historial del último está lleno de exabruptos y coqueteos con la derecha más extrema. Entre los méritos del ex President del Consell está haber cerrado Canal 9, después de haberlo saqueado económica e informativamente durante dos décadas por su partido. ¿Será ese el verdadero modelo que baraja el PP para los medios de comunicación autonómicos? Si es así, fuimos pioneros. El PP experimenta en el País Valenciano lo que luego pretende aplicar al resto del Estado. Lo hizo con el modelo sanitario. El de la Ribera en Alzira fue el primer hospital público de gestión privada. Ahora está en fase de volver a ser 100% público, tras demostrar que su rendimiento privatizado no es mayor. Hace unos días, el ex Conseller Manuel Llombart, en el púlpito de la FAES y de la mano de Aznar, no tuvo reparo en atacar la sanidad pública universal y defender el negocio a costa de la salud. Ese es el programa del PP.   
                  Durante mucho tiempo, el PP valenciano gozó de bula para hacer y deshacer a su antojo. En 2005, González Pons, entonces Conseller de Comunicación, propuso que los informativos territoriales de TVE se hicieran en Presidència de la Generalitat. ¿Esa es la objetividad del PP? Ahora, con el 155, Rajoy quiere que los informativos de TV3 se hagan desde la Moncloa. El Consejo de Informativos de TVE ha pedido que se aplique el 155 a RTVE, a ver si así es plural y objetiva.

PUTREFACCIÓN
                  Está acreditado, el PP financió ilegalmente algunas de sus campañas electorales gracias a su caja B que recibía ingresos de la trama Gürtel. Lo ha dicho la fiscal anticorrupción, Concepción Sabadell. Los papeles de Bárcenas dejan al descubierto cómo el PP acudió dopado a la cita con las urnas. ¿Cómo revertir unos resultados electorales obtenidos con métodos nada democráticos? ¿Quién pagará el estropicio causado? Mientras en la Audiencia Nacional la cúpula de la red mafiosa y numerosos ex altos cargos del PP escuchaban atentos el informe de la fiscalía, en los juzgados de València declaraba como imputada/investigada Carmen Navarro, la actual tesorera gerente del PP. “Económicamente hablando, el PP es un partido en cascada”, dijo la tesorera descargando toda la responsabilidad de las cuentas electorales del PP valenciano en los gerentes provinciales.
                  Por el juicio del caso Taula ya han pasado, además de los ex tesoreros, numerosos cargos del PP y algunos empresarios. De estos, ocho han reconocido que dieron al PP más de un millón de € para financiar campañas electorales a cambio de concesiones públicas. Las vistas continúan. Ante la Audiencia Nacional, dado su aforamiento, tiene que declarar parte de la cúpula del PP valenciano en la época que se investiga (2005-2015). Queda mucha mierda por aflorar tras el telón catalán.
                  El 23 de octubre de 1977, un año antes de la Constitución, Josep Tarradellas, president de la Generalitat en el exilio, volvía a Barcelona. Adolfo Suárez necesitaba garantizarse una cierta paz territorial para su proyecto de transición. Luego llegó “el café para todos” y un inexplorado Estado Autonómico. Cuatro décadas después, aquel modelo y aquella Constitución dan señales de agotamiento. Y de nuevo nos asomamos al abismo con el vértigo del desacuerdo.
URBANO GARCIA

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