Darrer diumenge d’Octubre. Cita mítica del
nacionalismo valenciano y del anti franquismo. Epílogo de un mes dedicado a
rememorar la conquista de Balansiya (València)
por las tropas de Jaime I. Aunque hay testimonios gráficos que se remontan a
1916 de la celebración en la explanada del Monasterio del Puig del recuerdo de
ese episodio histórico, no fue hasta 1977 cuando se instauró el actual acto
festivo. Hace 40 años, iniciada la transición de la dictadura a la democracia, los
intérpretes políticos de Joan Fuster –malgré lui- institucionalizaron el llamado
Aplec del Puig. Desde entonces, mucho ha
cambiado la política, no sólo la valenciana. Del PSPV histórico de Cucó y
Ventura (nada que ver con el PSPV-PSOE), el Partit
Nacionalista del País Valencià (PNPV), la Unitat del Poble Valencià (UPV),… al actual BLOC -parte fundacional de la coalición COMPROMÍS- la evolución del valencianismo político ha sido
constante. Lejos quedan errores y utopías. El aprendizaje ha sido duro. Ahora
se impone el pragmatismo de gobernar y construir un futuro posible más
igualitario y con mayores cotas de democracia y libertad. La irracional y
violenta batalla de València es una pesadilla del pasado que sólo la extrema
derecha intenta resucitar.
El
domingo 29 de octubre, en una explanada plena
de gom a gom y con fuertes medidas de seguridad ante la amenaza fascista,
se celebró el Aplec al Puig. Como es
lógico, el tema catalán estuvo presente. Hace meses que ocupa las primeras
planas. En los últimos días, un t0bogán emocional nos ha llevado de la épica al
sainete, de la euforia de una efímera república catalana a la decepción y el
desencanto. Para los congregados en el Puig, lo prioritario era la agenda
valenciana, aunque es difícil mantenerse al margen de lo que sucede al norte
del riu Sénia.
155+55
Rebelión,
sedición, malversación,... Son algunos de los delitos contenidos en la querella
de un cuestionado José Manuel Maza, Fiscal General del Estado, contra el “cesado”
govern de Catalunya. Una parte del PP
desea para Puigdemont el mismo trágico final que tuvo Companys. Lo dijo Pablo
Casado en un lapsus del que pidió
perdón. PP, PSOE y C’s aplaudieron en el Senado la aplicación del artículo 155
de la Constitución para frenar la DUI. Los senadores y ex Presidents Montilla y Antich, ambos del PSOE, no votaron el 155.
El ex President Joan Lerma, senador
socialista valenciano, votó a favor. Y eso que el PP con su mayoría absoluta en
la Cámara Alta tiene nihil obstat
para hacer lo que quiera. ¿Qué necesidad tenía Lerma de regalarle al PP su voto?
Sea
por decisión propia, por imposición de PSOE y C’s, o por presiones
internacionales, Rajoy ha aplicado un 155 light.
Habrá elecciones catalanas en 55 días, el tiempo mínimo que marca la ley.
Mientras Puigdemont y 5 Consellers
pedían asilo político en Bruselas, los partidos soberanistas se iban decantando
por participar en los comicios del 21-D. El primer paso lo dio ERC, ansiosa por
ocupar el espacio de la extinta CiU. El PDeCat ha dudado más, agobiado por su
debilidad y con ilustres figuras de la antigua Convergencia a punto de ser
juzgadas por corrupción. La CUP, pasó de la “independencia sin fronteras” a convocar
una “paella insumisa” para finalmente llamar a votar en unas “elecciones ilegítimas”.
¿Irán juntos en una candidatura independentista?
AGENDA VALENCIANA
La
madurez del valencianismo político se nota en que pone el acento en lo que más nos
afecta, la injusta financiación autonómica. Sin dinero no hay autonomía que
valga. Bien lo sabe el PP que racanea la transferencia de recursos para que el Govern del Botànic se ahogue por no
poder cumplir sus compromisos. El maltrato al que nos somete el gobierno de
Rajoy es escandaloso. Lo reconocen hasta los empresarios que se han sumado a
una reivindicación compartida. Los sindicatos, uno de los agentes sociales más
dinámicos, están tejiendo una extensa red de complicidades para ampliar el
consenso respecto al tema de la financiación. Han convocado a toda la sociedad
valenciana a manifestarse el 18 de noviembre y han coordinado un manifiesto por
una financiación justa al que toda la ciudadanía está llamada a adherirse. Sólo
el PP y C’s se mantienen al margen, dejando patente su escaso compromiso con la
sociedad valenciana. ¡Lástima! Claro que el PP tiene motivos para estar
preocupado. El mismo partido que nos niega una financiación justa, se ha
financiado ilegalmente durante años. La instrucción del caso de la Fórmula 1 ha
puesto la lupa en el ex Molt Honorable
Paco Camps. Y es que no son santos todos los que creen serlo.
URBANO GARCIA
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