www.carteleraturia.com

domingo, 14 de mayo de 2017

EUROPA Y LA SOCIALDEMOCRACIA (2)

También Julio César se jugó su destino en la guerra de las Galias. ¿Cuál es el Rubicón de la Unión Europea? ¿El Brexit?, no creo. Por muy importante que sea la secesión de Gran Bretaña, no parece que lo sea tanto como para marcar el destino del viejo continente. Todo apunta a una serie de factores catalizados por una crisis de origen financiero a la que las élites europeas no han sabido, podido o querido embridar. ¿Por qué los partidos socialistas europeos son los que más pagan por esta mala gestión? El último ha sido el PSF. De Mitterrand a Hollande, los socialistas galos han transitado de la grandeur a la debacle. La primera vuelta de las presidenciales en Francia ha dejado al PSF al nivel del PASOK. ¿Qué ha pasado? Es la crónica de un desastre anunciado. La zozobra de nuestros vecinos del norte no es muy distinta de la de sus colegas de aquí. Es la misma que erosiona a la socialdemocracia europea. ¿Estamos ante la falta de un relato sólido? Tras la II Gran Guerra, en el arrasado solar europeo, una refundada socialdemocracia hizo de tapón al contagio revolucionario. ¿Nadie recuerda los servicios prestados? Entonces, a pesar de los esfuerzos del PCI, el verdadero compromiso histórico europeo se produjo entre la socialdemocracia y la democracia cristiana. Ese pacto de capital y trabajo alumbró el mejor Estado del Bienestar que hemos conocido. Bienestar dinamitado en las últimas décadas por la hegemonía neoliberal. El diseño del euro y de la política económica, la debilidad institucional, la pérdida de derechos, la incapacidad ante las crisis humanitarias, la desregulación laboral,…han sido posibles gracias a esa hegemonía. Por activa o pasiva, en mayor o menor medida, la socialdemocracia es en parte cómplice de esta situación. 

EURO
                  En enero de 2002, cuando se implantó en España el euro, Rato era vicepresidente económico del gobierno de Aznar. “Va a causar una revolución en el mercado”, dijo don Rodrigo, consciente de las muchas oportunidades que se le abrían. De 2004 a 2015, el “economista del régimen” defraudó, robó y ocultó más de 11 millones de €, según las múltiples causas judiciales que se le instruyen. Rato pasó por el FMI en pleno latrocinio. Hasta que le obligaron a dimitir del sancta sanctorum del neoliberalismo económico. Y de la mano de Rajoy aterrizó en Caja Madrid, donde siguió con sus lucrativos negocios particulares. ¿Otra manzana podrida, otra rana en la putrefacta ciénaga del PP? Pero ese no es el principal problema creado por el euro. Lo importante es que una parte fundamental de la política económica -el control de la moneda-, está en manos de un Banco Central Europeo con diseño y dirección neoliberales y poco sensible a las necesidades de la población más vulnerable. Un BCE que responde ante los gobiernos pero no ante la ciudadanía. Por cierto, ¿dónde yace esa Europa de los ciudadanos tan reivindicada por la socialdemocracia? Cuando el tsunami de la crisis financiera llamó a las puertas de Europa, sus instituciones optaron por salvar a los bancos antes que a las personas. Grecia es un ejemplo. Desde entonces la desafección ha ido en aumento. “Otra Europa es posible y necesaria”, claman desde ATTAC hasta Mélenchon pasando por Varoufakis. Los partidos socialdemócratas europeos no tienen claro qué hacer frente a la globalización. La mayoría opta por asumir, con ligeros retoques, los tratados comerciales con EEUU (TTIP) y con Canadá (CETA) que durante años se han negociado de tapadillo en la trastienda de la UE. Afectados por la deslocalización, el paro y el deterioro de las condiciones de vida son los más críticos. Obreros, clase media, urbanitas, jóvenes,… cada vez están más distanciados de unos partidos socialistas cuyas políticas económicas ven demasiado parecidas a las que aplica la derecha. 

FEDERALES
                  Hace 310 años de la batalla de Almansa. La Guerra de Sucesión fue un conflicto internacional que marcó el futuro político de los países de la Corona de Aragón y de casi toda Europa. Entre los temas en liza estaba la organización del Estado. Absolutismo centralizador de los Borbones versus descentralizada diversidad de los Austrias. Un debate que la UE ha devuelto a la actualidad. La UE ha dado grandes pasos en la integración económica, pero no así en la política. Seguimos siendo la Europa de los Estados. Una Europa cómoda para la derecha, pero difícil como espacio de convivencia. Cualquier futuro en común de Europa pasa por una estructura federal capaz de respetar las diferencias y compartir las políticas, con poderes supraestatales pero mejorando su legitimidad democrática. ¿Será la socialdemocracia capaz de afrontar estos retos?  
  
URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario