14 de abril de 1931. Unas
elecciones municipales abren la puerta al cambio de régimen. Hacía años que aquel
Ancien Régime, legitimado por la
Restauración y resucitado por la dictadura de Primo de Rivera, era cadáver. Su
entierro era cuestión de tiempo. Las élites modernizadoras llevaban demasiado
esperando el óbito. Cuando llegó, a muchos de sus miembros les pilló con la
vida vivida. Si como argumentaba el historiador Eric Hobsbawm para
gran parte de Europa el siglo XIX terminó con la Gran Guerra, nuestro cambio de
siglo llegó en el 31. El tiempo se aceleró a partir de esa fecha. Eran tantas
las asignaturas pendientes que el objetivo parecía imposible y las resistencias
insalvables. La separación de poderes, la reforma agraria y la militar, el voto
de las mujeres, la enseñanza pública, la alfabetización,…Los cambios traen
tensiones. Muy pocos están dispuestos a renunciar a sus privilegios. Ni la
jerarquía eclesiástica ni la militar pensaban hacerlo. Su oposición a la II
República comenzó en el minuto uno. Solo hicieron falta 5 años que fueron mucho
más que un lustro, para poner al país en píe. Teníamos una Constitución
democrática –la más avanzada de nuestro entorno-, el sufragio universal –antes
que nuestros vecinos-, un ejército en vías de profesionalizarse, la reforma
agraria en marcha, educación pública de calidad,… Sólo un golpe de Estado, una cruel
guerra y una larga dictadura pudieron frenar el avance democrático.
BANDERAS
14 de abril de 2017. Viernes Santo. Han pasado 44 años
desde la muerte del dictador. En las fachadas de algunos consistorios luce la
bandera tricolor. Memoria de una República derrocada por la sinrazón de las
armas. En los cuarteles y en el Ministerio del gremio la enseña nacional a
media asta. Orden de la Ministra de la teja y la mantilla por la muerte de
Cristo. Huele a rancio nacionalcatolicismo. No hay ley que ampare dicho luto
oficial. Y menos en un Estado aconfesional. El virrey de Rajoy -digo de
Moragues- quiere sancionar a los ayuntamientos valencianos con fe republicana.
El delegado no dice nada del ilegal duelo cuartelario. No es cuestión de
banderas. Se trata de uno de los muchos síntomas de la baja calidad de nuestra
democracia. La separación Iglesia-Estado es papel mojado. El Concordato aún
vigente blinda los privilegios de la Iglesia católica. Por ejemplo, no paga el
IBI de sus propiedades. Franco y Aznar dieron a los arzobispos competencias
notariales. Pueden intitular propiedades haciéndolas suyas aunque sean de toda la
sociedad. A eso se le llama velar por el patrimonio de Dios en la Tierra. “Indultos
de Semana Santa, banderas a media asta, Vírgenes condecoradas. Mucho
nacionalcatolicismo y nula neutralidad religiosa”, ha dicho Joaquim Bosch,
portavoz de Jueces para la Democracia. Por si faltaba poco, al Tea Party del PP valenciano no parece
gustarle demasiado la Semana Santa Marinera y este año la ha contraprogramado.
La parroquia de San Nicolás en València, bajo el mando de Antonio Corbí, ex
lugarteniente del arzobispo García-Gasco, montó una procesión del Santo
Entierro que contó con la bendición de Lo
Rat Penat y a la que acudieron desde el cardenal Cañizares hasta el ex Molt
Honorable Maese Camps. Ríete de los desfiles procesionales del Wyoming en “El
Intermedio”.
BOMBAS
26 de abril de 1937. Hace 80 años, aviones de la
Legión Cóndor arrasaron Guernica. Por primera vez se bombardea una ciudad desde
el aire. Franco dio la orden, apuntan algunos historiadores. Hubo muchas
“Guernicas”. La guerra entró en el siglo XX con este nuevo terror. Para Hitler,
la guerra en España era el campo de tiro de su industria militar. También para
Mussolini. Algo parecido hace Trump en Afganistán lanzando la mayor bomba no
nuclear sobre una vasta red de túneles que EEUU ayudó a construir en su guerra
contra la URSS. Es la lógica de esta industria.
Hubo muchos “Guernicas”. Del 36 al 39, las ciudades,
bastiones republicanos, son objetivos militares y se preparan para enfrentarse a
la muerte que llega volando. En València se construyen refugios, se instalan
sirenas, baterías de costa y antiáereas para salvaguardar a la población de la
nueva amenaza. Hace unos días, abrió sus puertas el rehabilitado refugio en el
Ayuntamiento. Durante años, almacén oculto a la mirada del ciudadano. Una
exposición documenta la ingeniería civil alrededor de estas defensas. Para
mirar el pasado con curiosidad y sin odio. Es nuestra historia.
NOTA: Rajoy declarará
como testigo en la causa de la Gürtel. Fue coordinador de tres campañas
electorales a las que el PP acudió “dopado” con una sobrefinanciación ilegal. Queremos
saber.
URBANO GARCIA
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