Tras la vorágine electoral vivida en 2016, llegó el
tiempo de los Congresos. En teoría,
momento propicio para la calma y el mindfulness.
Nada más lejos. Las convulsiones de los últimos meses han dejado un paisanaje herido
en medio de un paisaje desolado. La coincidencia buscada de los congresos del
PP y PODEMOS levantó la veda de las comparaciones.
Los
escenarios elegidos para los cónclaves eran su propia metáfora. El PP, en una
Caja Mágica sobrevolada por cajas “B”, las más mágicas de todas las cajas. Los
de PODEMOS, en Vistalegre tras una campaña de pocas alegrías. El PP llegó a su
cita en loor y olor de corrupción. Aún humeante la sentencia del TSJ valenciano
que condena a los capos de la trama Gürtel junto con algún ex alto cargo del
PP, entre ellos Milagrosa Martínez, “La Perla” de Camps, por el caso FITUR.
Ambas
citas han tenido lectura valenciana. Bonig no logra situar a nadie de su onda
en la cúpula del PP. En pocos años, el PP de la CV se ha despeñado a la
marginalidad. La dirección “popular” se lo ha trabajado. El PP no logra
quitarse de encima la pestilente sombra de duda que le persigue. Ahora ha sido
la contratación de los stands en la feria de turismo, queda en capilla una
buena ristra de prevaricaciones, cohechos y corruptelas de todo tipo. La
próxima cita judicial será el caso Nóos. Entonces se verá cuánto nos costó a la
ciudadanía la alfombra roja que el grupo municipal capitaneado por Rita puso al
entonces duque de Palma. No hay corrupción sin saqueo. Del erario público ha
salido gran parte del dinero negro de la corrupción política.
GAVIOTAS O CHARRANES
El
PP ocultó sus miserias tras un escenario de trampantojo. Mientras se debatía la
naturaleza zoológica de su logo, los vultúridos ocupaban la sala. La acumulación
de cargos por la Dulcinea de Génova estuvo a punto de ser tumbada, hasta que un
pucherazo salió a su rescate. Eso sí, el hiperliderazgo de Rajoy está
garantizado. El Congreso del PP se saldó a la búlgara.
Por
su parte, en el partido del círculo, la palabra “unidad” ha sido la más
coreada. Se temía la fractura. La valenciana Sandra Mínguez, seguidora de Pablo
Iglesias, se ha manifestado por un PODEMOS “más democrático y arraigado al
territorio”. Veremos en qué se traduce dicho deseo. Algunos quisieran moverle
la silla a Antonio Montiel. Podemos es uno de los puntales del Acord del Botànic, un pacto de gobierno
sometido a variadas tensiones. Algunas de ellas proceden del partido
mayoritario. La crisis ideológica y de liderazgo que se vive en el PSOE, se
traslada de forma dramática al PSPV. Posiblemente, la nueva dirección podemita
(la salida de Vistalegre II y la que saldrá del Congreso valenciano) se
replantee su entrada en el ejecutivo autonómico. Eso le daría mayor visibilidad
y experiencia, pero aumentaría los riesgos por su implicación en el gobierno.
IN VIGILANDO
La
eclosión social del 15M en 2011 y tres años después la política de PODEMOS han
alterado el panorama, la percepción y el ecosistema partidista. La plataforma
cívica #15MpaRato fue de las primeras en poner el acento en los causantes de la
gran estafa llamada crisis. La salida a Bolsa de Bankia fue “una cuestión de
Estado”, dijo De Guindos. Fue una decisión política, no económica, con la que
se pretendía “la nacionalización de las pérdidas” que arrastraba la banca
pública por su mala gestión. Cuando Rodrigo Rato, flamante ex vicepresidente
del Gobierno, ex Ministro de Economía, ex Presidente del FMI, ex mano derecha
de Aznar,… decidió que Bankia cotizara en Bolsa, el Banco de España y entidades
reguladoras como la Comisión Nacional del Mercado de Valores miraron hacia otra
parte. Con aquella operación bursátil, Bankia convertía en pública su deuda de
23.600 millones de €. La burbuja inmobiliaria hubiera sido imposible sin contar
con la complicidad de la banca. Las Cajas de Ahorros se pusieron al servicio de
los intereses políticos. Era cuestión de tiempo que la burbuja estallase.
Primero Caruana y después Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) no quisieron
verlo. Ahora, la Audiencia Nacional sentará en el banquillo a MAFO por culpable in vigilando en la salida a Bolsa
de Bankia. Tal vez aún no sea demasiado tarde para ver sentada en el banquillo
a la cúpula bancaria responsable de la Gran Estafa, aunque sólo sea en parte.
De aquellos polvos viene el lodazal en el que aún estamos.
URBANO GARCIA
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