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domingo, 14 de mayo de 2017

RESACÓN

Tras la vorágine electoral vivida en 2016, llegó el tiempo de los Congresos. En teoría,  momento propicio para la calma y el mindfulness. Nada más lejos. Las convulsiones de los últimos meses han dejado un paisanaje herido en medio de un paisaje desolado. La coincidencia buscada de los congresos del PP y PODEMOS levantó la veda de las comparaciones.   
                  Los escenarios elegidos para los cónclaves eran su propia metáfora. El PP, en una Caja Mágica sobrevolada por cajas “B”, las más mágicas de todas las cajas. Los de PODEMOS, en Vistalegre tras una campaña de pocas alegrías. El PP llegó a su cita en loor y olor de corrupción. Aún humeante la sentencia del TSJ valenciano que condena a los capos de la trama Gürtel junto con algún ex alto cargo del PP, entre ellos Milagrosa Martínez, “La Perla” de Camps, por el caso FITUR. 
                  Ambas citas han tenido lectura valenciana. Bonig no logra situar a nadie de su onda en la cúpula del PP. En pocos años, el PP de la CV se ha despeñado a la marginalidad. La dirección “popular” se lo ha trabajado. El PP no logra quitarse de encima la pestilente sombra de duda que le persigue. Ahora ha sido la contratación de los stands en la feria de turismo, queda en capilla una buena ristra de prevaricaciones, cohechos y corruptelas de todo tipo. La próxima cita judicial será el caso Nóos. Entonces se verá cuánto nos costó a la ciudadanía la alfombra roja que el grupo municipal capitaneado por Rita puso al entonces duque de Palma. No hay corrupción sin saqueo. Del erario público ha salido gran parte del dinero negro de la corrupción política.

GAVIOTAS O CHARRANES
                  El PP ocultó sus miserias tras un escenario de trampantojo. Mientras se debatía la naturaleza zoológica de su logo, los vultúridos ocupaban la sala. La acumulación de cargos por la Dulcinea de Génova estuvo a punto de ser tumbada, hasta que un pucherazo salió a su rescate. Eso sí, el hiperliderazgo de Rajoy está garantizado. El Congreso del PP se saldó a la búlgara.   
                  Por su parte, en el partido del círculo, la palabra “unidad” ha sido la más coreada. Se temía la fractura. La valenciana Sandra Mínguez, seguidora de Pablo Iglesias, se ha manifestado por un PODEMOS “más democrático y arraigado al territorio”. Veremos en qué se traduce dicho deseo. Algunos quisieran moverle la silla a Antonio Montiel. Podemos es uno de los puntales del Acord del Botànic, un pacto de gobierno sometido a variadas tensiones. Algunas de ellas proceden del partido mayoritario. La crisis ideológica y de liderazgo que se vive en el PSOE, se traslada de forma dramática al PSPV. Posiblemente, la nueva dirección podemita (la salida de Vistalegre II y la que saldrá del Congreso valenciano) se replantee su entrada en el ejecutivo autonómico. Eso le daría mayor visibilidad y experiencia, pero aumentaría los riesgos por su implicación en el gobierno.

IN VIGILANDO
                  La eclosión social del 15M en 2011 y tres años después la política de PODEMOS han alterado el panorama, la percepción y el ecosistema partidista. La plataforma cívica #15MpaRato fue de las primeras en poner el acento en los causantes de la gran estafa llamada crisis. La salida a Bolsa de Bankia fue “una cuestión de Estado”, dijo De Guindos. Fue una decisión política, no económica, con la que se pretendía “la nacionalización de las pérdidas” que arrastraba la banca pública por su mala gestión. Cuando Rodrigo Rato, flamante ex vicepresidente del Gobierno, ex Ministro de Economía, ex Presidente del FMI, ex mano derecha de Aznar,… decidió que Bankia cotizara en Bolsa, el Banco de España y entidades reguladoras como la Comisión Nacional del Mercado de Valores miraron hacia otra parte. Con aquella operación bursátil, Bankia convertía en pública su deuda de 23.600 millones de €. La burbuja inmobiliaria hubiera sido imposible sin contar con la complicidad de la banca. Las Cajas de Ahorros se pusieron al servicio de los intereses políticos. Era cuestión de tiempo que la burbuja estallase. Primero Caruana y después Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) no quisieron verlo. Ahora, la Audiencia Nacional sentará en el banquillo a MAFO por culpable in vigilando en la salida a Bolsa de Bankia. Tal vez aún no sea demasiado tarde para ver sentada en el banquillo a la cúpula bancaria responsable de la Gran Estafa, aunque sólo sea en parte. De aquellos polvos viene el lodazal en el que aún estamos. 

URBANO GARCIA

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