Muchos ciudadanos piensan que la política se ha
convertido en un estercolero. Y no solo en sentido figurado. Este verano el
vertedero se ha colmatado. La confluencia de determinados factores ha incrementado
el volumen de lixiviados hasta desbordar los cauces por los que normalmente
desaguan. Tal vez por eso el hedor es insoportable, el ambiente apesta y el
aire es irrespirable. La investigación judicial y periodística está dejando al
descubierto las malas artes de las que se vale la derecha hispana para
conseguir su hegemonía. Espectáculo al que los ciudadanos asistimos como
obligados y pasivos espectadores. Nunca nuestra joven democracia había caído
tan bajo. El PP se enroca escudado en su mayoría absoluta, mientras la
credibilidad de las instituciones -incluidos los partidos políticos- desciende
a niveles nunca vistos. El Partido Popular ha optado por ser tapón antes que
sacacorchos, ser el problema antes que la solución.
VIGÍAS
La
perversión democrática del gobierno de Rajoy le ha llevado a nombrar presidente
del Tribunal Constitucional a un militante del PP. Así, todo bajo control. Pero
no se trata de un simple militante de base. Es más, mucho más. Resulta que Pérez
de los Cobos es parte interesada en numerosos asuntos sobre los que se tiene
que pronunciar el alto tribunal. Un paso más en la apropiación por parte del PP
de la Constitución del 78. Algunos de los temas en cartera del TC son de tal
enjundia que comprometen nuestro futuro. Es curioso que quienes más reticentes
se mostraron a la Carta Magna –el PP es heredero de AP-, sean ahora quienes
dicen velar por su cumplimiento. ¡Vaya imparcialidad! De los Cobos ha dejado
claro su sesgo, ¿y el resto?
Tampoco
parece muy imparcial un presidente del Consejo Rector del Parque Natural de la
Albufera con intereses en la explotación cinegética del lago. ¿Es compatible la
caza con la preservación del parque? Parece que sí, al menos para el Consell de Fabra que ha nombrado a José
Ramón Pascual vigilante principal de la Albufera. Poco importa que sea dueño de
uno de los mayores cotos de caza de la zona. ¿A quién le preocupan las
incompatibilidades? Las hay en todos los negociados del Consell. Ahí está el ejemplo de Serafín Castellano, sin ir más
lejos, gran aficionado a la caza y que no suele rechazar invitaciones aunque
procedan de empresarios beneficiados por el gobierno valenciano. Es conocida la
amistad del ahora titular de Justicia con el constructor Taroncher, agraciado
por el Consell con numerosas
concesiones. Incluso que comparten la propiedad de un parany, uno de esos artilugios ilegales destinados a la caza
indiscriminada de todo tipo de pájaros. Lo que muy pocos conocían era que
Serafín suele ir de cacería con Vicente Huerta, empresario al que el propio Conseller concedió, por 22 millones de €,
la lucha aérea contra los incendios forestales. ¡Vaya con la mujer del César!
CHIQUILLADAS
Ante
la que está cayendo, los chiquillos de Rus rebuscan en el baúl de las esencias.
No parece casual la publicación de imágenes de jóvenes cachorros del PP haciendo
ostentación de gestos y símbolos fascistas. Nada es casual. “Chiquilladas”, ha
calificado Rus a estas salidas de tiesto de algunos dirigentes de NNGG. Más
bien parecen guiños al ala más derechista de la derecha hispana. No está el
patio en el PP como para ir perdiendo clientela. Maniobras parecidas agitan las
aguas regionalistas. Algunos dirigentes rebuscan en ese baúl a ver si
encuentran las claves para resucitar un secesionismo nunca enterrado. ¿Quién
sustituirá a Blasco en esta tarea? El PP valenciano sabe que sólo reanimando el
tripartito que habita en él podrá mantener su hegemonía. Mientras, abusando de su
mayoría absoluta, el PP sigue inundando con un río de apestosos lixiviados
nuestra maltrecha democracia.
URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.comFOTO: Informacion.com
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