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jueves, 10 de noviembre de 2016

15M vs 26J

Ha pasado un lustro. El 15M de 2011 marcó tendencia. No hay más que ver el brote de indignación que vive Francia a cuenta de la reforma laboral de Valls & Co. La Nuit Debout busca referentes en el 15M y le canta “cumpleaños feliz” desde la plaza de la República. Ambas “revoluciones” coinciden en hacer de las plazas ágoras en las que aprender democracia. Ocurren en mayo, como la ya lejana revolución del 68. Mayo, tiempo de cerezas. Todo empezó con las primaveras árabes, hoy ahogadas en sangre. Cinco años después del 15M, las direcciones de los dos grandes partidos que han monopolizado -junto con la extinta UCD- la vida política del país desde la Transición siguen sin entender qué ocurrió aquella primavera. La crisis financiera y las soluciones dadas por los partidos hegemónicos, hizo recaer la recuperación en las clases medias. La decepción al comprobar que los partidos socialistas europeos recurrían a las mismas recetas que aplicaba la derecha indignó a amplias capas sociales. Sus hijos, doblemente indignados, ocuparon las plazas. Pero no sólo ellos. El aumento del paro disparó el malestar y los desahucios al no poder hacer frente a las obligaciones hipotecarias. Y es que el boom inmobiliario contó con la necesaria complicidad bancaria que colocó hipotecas como si fueran chocolate del loro. Unos pocos vivían y viven por encima de sus posibilidades a costa de la mayoría. El 15M catalizó todo ese malestar. La ilusión con la que recuperamos la democracia tras la larga noche de piedra, había dado paso al desencanto. La no renovación de las élites políticas, y la reconversión de franquistas en demócratas de toda la vida, terminó por rematar la faena. El 15M de 2011 los paganos de la mal llamada crisis dijeron basta.  
                  Democracia real, Juventud sin futuro y otras organizaciones cívicas convocaron las manifestaciones del 15 de mayo de 2011, sin confiar demasiado en la respuesta. El resultado de la protesta cogió a todo el mundo con el paso cambiado. Había prendido la mecha de la indignación. 

26J
                  El 15M fue un aprendizaje para una generación que se mantenía al margen de la política. Una escuela de democracia, de participación, de transparencia,... Los indignados del 15M renegaban de la corrupción, de la vieja política, de los profesionales del voto que vegetaban en sus cómodos escaños,… ¿Utópicos? Pues claro, todo movimiento regenerador está cargado de utopías. Su reto era traducir en votos ese tsunami de ilusión. En noviembre de 2011 apareció en el horizonte político EQUO, era la primera formación nacida del 15M. Su objetivo, aglutinar en una sola marca a todos los partidos ecologistas. En 2015, surgió PODEMOS. El ciclo electoral que se cerrará el 26J (europeas, autonómicas, municipales y dos tandas de generales) ha sido una sucesión de cambios que dejará una huella profunda en el ecosistema político surgido tras la muerte del dictador. Las transformaciones apenas han comenzado. El bipartidismo turnista está en vías de extinción, los partidos han tenido que asumir el cambio generacional, se han democratizado, hoy todo el mundo habla de primarias,… Pero los espacios políticos siguen estando ahí. PSOE y C’s compiten por un centro idealizado y se reparten los despojos de un canonizado Adolfo Suárez. Hasta el PP se declara seguidor del abulense. Aunque huye de etiquetas, PODEMOS podría ser considerado de centro izquierda, como algunos de sus socios, COMPROMÍS, por ejemplo. La suma con Izquierda Unida podría catalizar un voto ávido de cambio. Pero el 26J volveremos a votar con el mismo sistema electoral que se ensayó en las primeras generales, en 1977, antes de la Constitución. Un sistema que prima el voto rural y que hace del Senado casi una cámara de los lores. La negativa del PSOE a formar candidaturas unitarias de progreso ha entregado el Senado al PP antes de ir a las urnas. En esas condiciones, la promesa socialista de reforma constitucional es un brindis al sol.      

INFAMIA
                  Un lustro antes del 15M, el 3 de julio de 2006, se produjo en Valencia el accidente de metro más grave de Europa. En la década transcurrida, el entonces President de la Generalitat nunca tuvo tiempo para recibir a las familias de las víctimas. El pasado 16 de mayo, Francisco Camps y Juan Cotino comparecieron en la nueva Comisión de Investigación creada por les Corts. “¿Por qué dice infame este señor?”, preguntó el ex Molt Honorable tras calificar un diputado de C’s de infame la actuación del Consell. ¿Habrá que regalarle a Camps un dosier de prensa para que haga memoria?        

URBANO GARCIA

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