Agosto, 1992. Un gran incendio arrasa una zona de
especial protección en la Serra Gelada. Las
pavesas caen sobre Benidorm como una surrealista nevada de verano. Hacía poco
que Eduardo Zaplana (EZ) era alcalde de la localidad, tras abrirle las puertas
de la alcaldía Maruja Sánchez, concejal tránsfuga del PSPV. Comenzaba el taking off del cartagenero. A menudo,
los incendios forestales son vistos por especuladores y carroñeros como un
caudal de oportunidades. Había un problema, la ley prohibía edificar inmediatamente
en suelo forestal tras un incendio. Serra
Gelada no era la excepción. La especulación tenía que esperar, a no ser que
cambiaran las cosas. Zaplana llegó al Palau
de la Generalitat de la mano de Unión Valenciana. Objetivo conseguido. El
humo de Serra Gelada dejó paso a
Terra Mítica, una feria a las puertas de Benidorm. El proyecto fue considerado por
el Consell como inversión de interés
general, y por tanto libre de trabas. Con ese criterio se expropió y se
construyó bajo el paraguas de una Generalitat en manos del PP y empeñada en la
sustitución del modelo económico tradicional valenciano por otro insostenible y
especulativo. En 1996, EZ creó la sociedad pública Parque Temático de Alicante
S.A. En sus manos puso la gestión de 10 millones de m2 expropiados
para construir un parque de ocio, dos campos de golf, un zoo y una zona
hotelera. Un suculento negocio privado apoyado en las arcas públicas. Luego
llegaron los sobrecostes y las facturas falsas. Capitalismo de casino más que de
libre mercado.
CORRUPTORES
Dos
décadas después, en la Ciudad de la Justicia de Valencia, corruptos y
corruptores oían la sentencia del primer gran caso de corrupción de la era PP. En
ella se reconocía la existencia de una trama que había saqueado más de 6
millones de € de la Hacienda pública. Empresarios y gestores del parque
temático se repartieron el botín. Allí estaban Moreno Carpio, Vicente Conesa, Matilde
Ripoll, Luis Rubio,… y otros dirigentes de la red corrupta. Junto a ellos, Valverde
y Rincón, colaboradores necesarios desde la parte gestora del Parque. A los 22
condenados, corruptores y corrompidos, les ha caído un total de 305 años por
estafa. ¿Devolverán lo robado?
Generalmente,
la presión mediática y legal cae sobre los políticos, sobre los corrompibles.
Los corruptores, quienes lubrican el engranaje de las corruptelas, suelen salir
de rositas a pesar de ser la parte oculta del iceberg de la corrupción. Lo dijo
muy claro, al recoger el Premio Llibertat d’Expressió 2016 de la Unió de Periodistes, Fernando Urruticoechea, un valiente interventor municipal
que en 30 años ha destapado numerosos casos de corrupción en algunos de los
municipios por los que ha pasado, como Crevillente y Orihuela. Su lucha contra
las malas prácticas en la gestión de lo público le ha valido el reconocimiento
de los periodistas valencianos. Como recoge un estudio de la propia Unió, el periodismo no pasa por su mejor
momento. El País ha cumplido 40 años, y ni ese diario ni el periodismo son los mismos.
A pesar de que la corrupción también alcanza a los propios medios de
comunicación, sigue siendo buen material para un periodismo de investigación en
vías de extinguirse. No interesa a las empresas y dicen que es caro.
LA CUENTA
El
dinero no siempre es el fin último de la corrupción. Al menos no es su único
objetivo. El caso Taula en el que
están imputados 8 de los 9 concejales del PP en el Ayuntamiento de Valencia, es
un buen ejemplo. Invertir más dinero del declarado en campaña electoral suele
reflejarse en las urnas. Con esa ilegalidad se busca corromper los resultados
electorales. Aunque no siempre se logra. El grupo municipal del PP en Valencia
tenía, presuntamente, una caja B y una cuenta no declarada alimentadas con
mordidas, donaciones y otras fuentes de ingresos de dudosa procedencia. Con
esos fondos sobrefinanció el PP valenciano al menos sus campañas electorales de
2007, 2011 y 2015. El grupo municipal de COMPROMÍS ha puesto el asunto en manos
de la justicia. El juez ha ordenado el embargo de la cuenta. Todos los grupos
del Ayuntamiento, a excepción del PP, han apoyado la creación de una comisión
municipal de investigación. Acogiéndose a su carácter no vinculante, el PP ya
ha anunciado el boicot. La opacidad y la obstrucción a cualquier investigación
sobre su presente y pasado forma parte del ADN del PP. También su empeño en
arrasar aquellos lugares por los que transita. Le llaman política de tierra
quemada.
URBANO GARCIA
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