Agosto de 2016 pasará a la historia como el mes de las
Olimpiadas en Brasil. También como el mes en que Rajoy pasó olímpicamente de su
responsabilidad como candidato a la investidura y se fue de vacaciones a su
tierra. Mariano pasará a la historia como el presidente que más tiempo ocupó la
Moncloa. En funciones, claro. Todo un personaje para un cuento de los hermanos
Grimm. Uno de esos antipáticos usurpadores de coronas que concitan el odio de
cualquier lector. Con razón es el líder peor valorado en las encuestas. Rajoy
se ha mostrado como lo que es, un alumno aplicado de su paisano Franco.
Seguidor a pie juntillas de aquel consejo del dictador que recomendaba no
meterse en política para prosperar políticamente. Pues eso mismo hace el de
Pontevedra. Eso y dejar que la situación se deteriore para ver si así consigue
ser aclamado como salvador de la patria. Su receta: yo o el caos. Como si ambos
términos no fueran sinónimos. Tiene suerte don Mariano en el asunto de las
fechas. Nada mejor para desconectar de la indignación política que sentarse
ante el televisor para ver a Usain Bolt o a Rafa Nadal batiéndose el cobre por
un nuevo metal en su medallero. Pasará la semana, terminarán los Juegos
Olímpicos, el PP aceptará rebajadas las condiciones que le pone C’s, Rivera
cambiará de criterio por enésima vez y dará el sí quiero a Mariano,… Pero Rajoy
seguirá sin los apoyos suficientes para ser investido. ¿Beberá de ese cáliz?
BAREMOS
Hace
unos días, la Audiencia de Barcelona estimaba el recurso de los familiares de
un fallecido en el accidente de Spanair (vuelo 5022, julio 2008) contra la
indemnización marcada por la aseguradora (MAPFRE). Pedían que se aplicara la
legislación europea. La baremación que aplican las compañías de seguros en
nuestro país es la de los accidentes de tráfico, mucho más cicatera. Se usa
para todo tipo de “accidentes”. Incluso para indemnizar las negligencias
médicas. En 2013, el grupo socialista en el Congreso presentó una propuesta
para baremar de forma diferenciada las 15.000 demandas anuales por este tipo de
negligencias. Unas 900, relacionadas con el fallecimiento del paciente. Pues
esa ley aún espera su turno. Por lo visto la mayoría absoluta del PP no tenía
prisa en aprobar esta reforma que daña los intereses de las aseguradoras. ¿Por
qué será?
Ahora
que Rajoy y el PP se presentan como adalides del reformismo, bien está recordar
su actitud diletante, cuando no su oposición frontal, a reformas que afectan a
los grandes poderes económicos. Justo esos poderes que apadrinan la confluencia
PP-C’s y publicitan por tierra, mar y aire ese invento germano de la Grosse Koalition. Por cierto, algunas de
las condiciones puestas por C’s al PP, para dar su sí a Mariano, son gratuitas.
La mayoría del Congreso las llevará adelante quiera o no el PP. ¿Estamos ante
una Olimpiada del humor con Rivera de maestro de ceremonias?
FEDERALES
A
pesar del espectáculo olímpico, gran parte de la ciudadanía se manifiesta harta
de tantos juegos florales a costa de su voluntad expresada en las urnas. Una
voluntad que permanece casi invariable según las encuestas, a pesar de un
cierto estrés electoral. Y es que desde el 20D de 2015 sigue abierto el ciclo y
no lleva camino de cerrarse. El próximo 25 de septiembre, vascos y gallegos tienen
cita con las urnas autonómicas. Sus contextos tienen poco que ver con las
generales, pero seguro que influirán. Alianzas y candidatos ya están
condicionando la agenda. Sólo falta que se adelanten las catalanas. En Euskadi,
las últimas consultas han dado la hegemonía a la confluencia Podemos-EQUO. Pilar
Zabala, hermana de una víctima del GAL, encabeza la candidatura que amenaza el
dominio del nacionalismo tradicional. Alfonso Alonso abrirá la lista del PP.
Fátima Báñez, la encargada de las jaculatorias, le ha sustituido como ministra
de Sanidad en funciones. ¡Qué no nos pase na! En Galicia, Podemos irá junto y
como En Marea, una tendencia al federalismo que a nadie se le escapa. En
COMPROMÍS ya están tomando nota. La cuestión territorial no puede permanecer
ninguneada durante mucho tiempo más. Es la otra emergencia que tiene el país. El
PSOE no debería seguir poniéndole líneas rojas a un federalismo, que al menos
nominalmente, forma parte de sus esencias. Si quiere ser oposición, y más si
pretende gobernar, deberá hacerlo contando con la realidad plurinacional de las
Españas. Es el gran reto olímpico para el siglo XXI.
URBANO GARCIA
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