La primavera ha estallado. El 15M de 2011 sacudió las
plazas de nuestro país y marcó tendencia. En Francia, el 15M ha llegado con
espoleta retardada con el nombre de Nuit
Debout (Noche en píe/en vela). Y eso que el inspirador de los indignados, Stéphane
Hessel (1917-2013), era un nonagenario francés. El detonante de la indignación
gala ha sido la mal llamada reforma laboral del gobierno de Hollande. Una
reforma que se parece mucho –tal vez demasiado- a la que llevó a cabo Rajoy,
Báñez y la virgen del Rocío. En realidad son contra reformas que recortan
derechos, precarizan el empleo y bajan los salarios. No es raro que, como aquí,
hayan sido los jóvenes quienes hayan ocupado las plazas. Su futuro pinta peor
que el de sus padres. Aún no ha remitido el estado del malestar. Más bien al
contrario. Los motivos para la indignación se superponen como capas de una
cebolla. Europa da síntomas de estar gravemente enferma. El ricino recetado por
las instituciones de la Unión no ha hecho más que agrandar la sima entre norte
y sur, entre pobres y ricos. La ausencia de controles democráticos convierte a
la Unión en un orondo pavo sin cabeza. Un bicho decapitado que salpica sangre a
todo lo que le rodea. Cunde el pánico ante tamaña sangría. Las elites políticas
se parapetan tras las fronteras virtuales de sus estados nación. No parecen
preocupadas por el aumento de la desigualdad, ni por los refugiados. En esas
estábamos cuando se destapó el escándalo de los papeles de Panamá. O sea, la tupida
red de paraísos fiscales a la que acude buena parte de las grandes fortunas de
la Unión para evadir sus obligaciones con el fisco.
PASEILLO
Mientras
el ministro Soria improvisaba argumentarios para justificar su presencia en los
documentos del despacho panameño Mossack-Fonseca, y Mario Conde era detenido
junto a su prole con las manos en la pasta, la aún senadora Barberá se sentaba
en el banquillo de los testigos para responder sobre la parte del caso Nóos
referida a la Valencia Summit. A la
petición de Rita de que “me gustaría muchísimo que me creyeran”, el fiscal
Horrach dijo que “es difícil (creerla)”. Y es que ya nadie se cree el cuento de
la inocente alcaldesa, el Duque astuto y el traidor teniente de alcalde. No
faltó ni el detalle de culpar al muerto. Hasta en eso, en hacer responsable al
difunto Samarach, fue previsible Rita. En la misma semana de “pasión popular”,
y por el mismo juzgado ha pasado, entre otros, el Ex Molt Honorable Maese Camps, el ex Conseller Gerardo Camps y el eurodiputado González Pons. Como testigos
por ser parte contratante de la primera parte y darle tres millones de € al entonces
aún Duque de Palma. Tiempo de eventos y pelotazos en el que estar emparentado
con el Rey abría todas las puertas y las arcas públicas. ¿Hay o no motivos para
la indignación?
¿SEGUNDA VUELTA?
Del
postureo se pasó al pastoreo, ahora estamos en la fase del postuleo,… Tempus fugit, Cronos no se detiene. Seguimos
en campaña electoral. Aunque desde el 20D han cambiado algunas cosas, los
resultados de las urnas siguen siendo los mismos. En las últimas semanas, hemos
asistido a maniobras orquestales para construir relatos inviables y hemos visto
como relatos con futuro eran descartados en nombre de un imposible
condicionado. En la complicada escena política es difícil distinguir a los
actores de verdad de los títeres cuyos hilos manejan hábiles ingenieros de la
manipulación y el enredo. Las opciones para desatascar la embozada situación se
pueden resumir en dos y ambas están en manos del PSOE. Descartada la gran
coalición por ser un suicidio político, o se forma un gobierno que haga
políticas de centro derecha (PSOE+C’s con la abstención del PP y el resto en contra),
o de centro izquierda (PSOE+Podemos+Compromís+Mareas+IU, con la abstención de
C’s y de los nacionalistas, y el voto en contra del PP). Esa mayoría de
progreso se visualizó el martes 12 en la votación de la Ley 25 de emergencia
social por el Congreso. La convocatoria del Jefe del Estado a una nueva ronda
con los grupos parlamentarios, mantiene abierta la posibilidad de llegar a acuerdos
hasta el 2 de mayo, esa es la fecha de no retorno.
Entretenidos
en ese ajetreo pasamos la semana del 85 aniversario de la proclamación de la II
República. El 14 de abril de 1931 el país abrió con ilusión una página de su
historia. En abril de 2016 abrimos una página más del colmatado libro de la indignación.
URBANO GARCIA
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