“Lo permite la aritmética, pero no la razón ni la
voluntad de los españoles”, dice Mariano, todo un ejemplo de razonable y
respetuoso mandatario, refiriéndose al deseo de Pedro Sánchez de buscar alternativas
a un gobierno del PP. Con todo, lo peor es el fuego amigo. Los resultados de
las autonómicas vascas y gallegas han animado a los pirómanos dentro del
socialismo hispano. ¿Qué hubiera ocurrido con otro secretario general del PSOE?
Tal vez la debacle hubiera sido mayor, o no. Nunca se sabrá. Lo que parece
claro es que el PSOE se encuentra desde hace tiempo ante uno de los mayores
retos de su historia. El debate no se circunscribe a nuestro país, todos los
partidos socialistas europeos parecen aquejados del mismo mal. Sus recetas, su
programa socialdemócrata –tan útil para remontar la grave situación posterior a
la 2ª Guerra Mundial- tiene serias dificultades para superar la prueba del
algodón que supone el fin de la guerra fría, la globalización y la larga crisis
financiera que arrastramos desde hace ya demasiados años. Una crisis sistémica
que pone en cuestión los pilares sobre los que se ha sustentado el mundo
desarrollado desde los años 50’. Por si esto no fuera suficiente, la gestión
del PP durante la X Legislatura fue de total desprecio a la legalidad
democrática, de abuso de su mayoría para imponer políticas antisociales y de tapadera
de la corrupción. Ningún votante socialista entendería el apoyo del PSOE, de
forma activa o pasiva, a la continuidad de esas políticas contra la mayoría.
Sin embargo, Pedro Sánchez no lo tiene fácil. Tiene en contra a una parte de su
partido, al establishment, y a los
principales medios de comunicación propiedad de un capital financiero
beneficiado por la crisis y con pedigrí franquista.
LA AGENDA
Tempus fugit. El calendario es
inexorable. Uno de octubre, segundo sábado de otoño, reunión del Comité Federal
del PSOE. Primera cita del máximo órgano socialista tras las elecciones en
Euskadi y Galicia. Escribo estas líneas con las espadas en alto. Sánchez fue
elegido en primarias. Los miembros del
Comité, por las federaciones socialistas. ¿Choque de legitimidades? Pocos días
antes, tras la reunión de la dirección del PSOE, un Pedro Sánchez cuestionado
por los barones de su partido anuncia una “revolución cultural”, la consulta a
la militancia sobre el liderazgo en el PSOE y la convocatoria del 39 Congreso
para el primer fin de semana de diciembre. ¿Huida hacía adelante o crecerse
ante las dificultades? Algunos de los que más claman contra Sánchez son presidentes
autonómicos gracias al apoyo de Podemos, Compromís
y otras fuerzas nacionalistas y de izquierdas. Acuerdos que no se quieren para
el conjunto del Estado. Es difícil de explicar y de entender. No es el caso de
Susana Díaz. La baronesa andalusí preside la Junta gracias al apoyo de C’s,
tras cosechar los peores resultados para el socialismo andaluz. Algunos de esos
nobles no harían ascos ni al PP.
Aplazar
el debate sobre el futuro del PSOE no fue una decisión acertada. Ahora la
agenda socialista está llena de temas sin resolver, mientras crece la
posibilidad de unas terceras elecciones.
EL PARLAMENTO
Al
margen de su duración, la XII legislatura sigue su andadura. Muchas de las
propuestas presentadas por los diputados de la oposición al ejecutivo en
funciones salen adelante. El gobierno de Rajoy está en minoría y elude sus
responsabilidades. De Guindos sigue sin responder del nombramiento fallido de
Soria para ir al Banco Mundial. Y el PP encubre al aún Ministro del Interior por
las sospechas de haber urdido una trama de espionaje contra los nacionalistas
catalanes. Rita ocupa un escaño del Senado al lado del PP. Vota con el PP. Ríe
con el PP. Almuerza con el PP,… Pero está en el Grupo Mixto. Le hubiera gustado
mantenerse en las dos comisiones en las que la puso el PP, Economía y
Constitucional, pero los del Mixto no están por la labor y la han mandado a Incompatibilidades
(Rita sabe del tema, durante años compatibilizó numerosos cargos sin ningún
escrúpulo). Hasta la carrera de San Jerónimo llegan los ecos del juicio por las
tarjetas black de Bankia. Ahijados de
Aznar y de Rajoy ocupan los banquillos junto con algunos socios listos
reclutados entre la nómina de consejeros. Un selecto grupo que gastaba miles de
€ a cuenta de la entidad, mientras Bankia era rescatada con millones de € del
erario público. Un escándalo más.
Es
urgente una regeneración democrática. “Con inteligencia y mucha generosidad”,
dice Joan Baldoví de Compromís. Ese
es el reto. Superar una etapa negra que parece interminable.
URBANO GARCIA
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