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jueves, 10 de noviembre de 2016

LAS MANOS LIMPIAS

Cuando lean estas líneas, quedarán pocos días para el 2 de mayo. A partir de esa fecha ya no habrá vuelta atrás, nada podrá evitar la repetición de elecciones. Pero la experiencia nos enseña que en el último minuto podría evitarse ese desenlace. Si se produjera esta no deseada segunda vuelta, habría pasado medio año de la primera. Durante este interminable semestre, el gobierno en funciones ha hecho lo que le ha dado la gana, ha seguido con sus políticas contra la mayoría de la población, se ha mofado de la división de poderes, ha seguido sin atender la tragedia humanitaria de los refugiados, se ha declarado insumiso al poder legislativo recientemente legitimado por las urnas,… y ha nombrado Comisario de Honor a un periodista de la “casa”, o sea del PP. ¿Se puede pedir más? Mientras, los Panama Papers –el otro PP- siguen lixiviando cuentas offshore de una parte de la élite financiera y política cuya única patria son los paraísos fiscales. La tragicomedia del ex ministro Soria ha tocado la médula del partido de Rajoy. Pero ha sido la confirmación de que Rato –otro yonqui del dinero- tenía cuentas ocultas en el país centroamericano, “regularizadas” gracias a la amnistía fiscal de Montoro, lo que ha encendido la indignación. Hasta Aznar anda cabreado con el Ministro de Hacienda en funciones por desvelar sus fraudes fiscales. Un semestre de infarto para los Mariano boys. Los papeles panameños también señalan a Corinna, la amiga íntima de Juan Carlos I, y a Jesús Bardenas, empresario implicado en el caso de los ERE andaluces y muy amigo de Felipe González. Y cada día hay nuevos nombres en esta larga lista de chorizos.  

MANI PULITE
                  Manos Limpias es un “sindicato” (?) fundado en 1995 por el dirigente de extrema derecha Miguel Bernard. Entre sus objetivos está “preservar la unidad de España”. En 2013 se unió a AUSBANC, presidida por Luis Pineda, empresa dedicada a la extorsión. Personarse como acusación particular en casos judiciales en los que están implicados personajes de alto poder adquisitivo, y pedirles dinero a cambio de retirar las acusaciones parece que era su modus operandi. La abogada Virginia López Negrete es la encargada de la parte legal. La imputación a la infanta Cristina en el caso Nóos es su negocio más conocido. Por supuesto, las Manos Limpias hispanas no tienen nada que ver con las originales. En 1992, el fiscal Antonio di Pietro destapó la mayor trama de corrupción de la reciente historia de Italia. Llegaba a todos los rincones del Estado. En ella estaban implicados desde conocidos políticos, como el socialista Bettino Craxi, a grandes empresarios, y hasta alguna organización mafiosa. La popularidad de la conocida como tangentopoli (en italiano, soborno es tangente) traspasó las fronteras italianas. Bernard copió el nombre, nada más que el nombre.

CAJAS B
                  Rajoy no cumplió, ni antes ni ahora que está en funciones. La Comisión Europea le ha dado un tirón de orejas por sus previsiones económicas, tras las medidas electoralistas tomadas ante las elecciones generales. Montoro centrifuga el problema y culpa del déficit a las administraciones autonómicas. Se necesita cara dura. Actualmente, las principales competencias están transferidas. Las autonomías son las que cargan con los mayores gastos en sanidad y educación, la parte del león del llamado Estado del Bienestar. Imponer recortes en las cuentas autonómicas supone cerrar escuelas y quitar camas en los hospitales. ¡Qué Montoro diga cuánto y dónde se recorta!, le ha dicho Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell. Y es que por estos lares sabemos bastante de maltrato. Llevamos mucho tiempo con una financiación injusta que nos coloca a la cola en inversión per cápita en sanidad y educación. Y eso repercute en la calidad de vida de millones de personas. Ahora hemos sabido, por las declaraciones ante el juez de García Fuster -cajera del grupo municipal del PP y mano derecha de Rita durante sus 24 años de alcaldesa- que el PP financió de forma ilegal sus últimas campañas. El PP echó mano a su caja B para ocultar gastos electorales. Los testimonios se multiplican. Un dopaje que pervierte la democracia y pone en cuestión el resultado de las urnas. El tiempo pasado no vuelve, pero hay responsabilidades políticas. La delincuencia electoral debería estar más penada. No es suficiente una sanción económica. Los delitos electorales continuados justifican la ilegalización de cualquier partido que los cometa. ¿Para cuándo la ilegalización del PP?         

URBANO GARCIA

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