“Si se puede en agosto, no sé el motivo para no llegar
a un acuerdo en julio”. “Repetir las elecciones sería una broma de mal gusto”.
No son frases del sapientísimo Kalikatres, son del don Tancredo al que le
tocará lidiar –esta vez parece que sí- al toro de ser el primero en someterse a
la votación de investidura. Tras el 20D, le salió bien la jugada de dejar pasar
su turno para que se desgastaran los demás. En la repetición electoral del 26J,
movilizó a toda su fiel y ajada infantería y logró sacarle el máximo partido a
un sistema electoral preconstitucional y diseñado para mantener vivo el statu quo por carcomido que esté. Salvó
su cara y de paso la de un desorientado Sánchez, perdido en el laberinto de su
propio partido, el PSOE. Llevamos más de 6 meses de un gobierno en funciones
que ha cruzado todas las líneas éticas y estéticas. La última, la de retener
durante más tiempo del razonable a un Obama de visita y con una menguada
agenda. Al inquilino de la Casa Blanca le transmitió Rajoy su impostada turbación
ante la posibilidad de repetir las elecciones. ¿Qué teme don Mariano?, si a la
segunda le fue bien, a la tercera mayoría absoluta. ¿Quién dice que no?
LAISSEZ FAIRE
Más
que nada por pereza, Rajoy hace suya la máxima liberal y deja que los demás le
hagan el trabajo sucio. Ahora le gustaría hacer lo mismo, o sea nada. Pero los otros,
escarmentados, ya no están por la labor. Durante su interregno en funciones no
dejó de mangonear, pero se colocó en un segundo plano. Su invisibilidad hizo
más visibles a los demás. Logró que se hablara más de lo que pasó entre el 20D
y el 26J que de los cuatro años de gobierno absolutista que él comandó. Ese fue
su gran logro. Claro que ahora se lo harán pagar quienes sufrieron sus desplantes,
al menos eso dicen. Estos últimos días, Mariano se ha reunido con los líderes
del resto de partidos. Los necesita si quiere ser investido. El martes 12,
antes de empezar la ronda de entrevistas, tan solo había puesto encima de la
mesa de negociación la espada de Damocles de una tercera convocatoria
electoral. No le molestaría, a pesar de lo que dice. Para chulo él. Pero le
gustaría que fueran los otros quienes cargaran con la responsabilidad de una
nueva consulta. Don Tancredo no tiene rival como cínico.
Es cierto que el PP ha ganado
en representatividad, pero solo cuenta con 1/3 del Congreso. Los 2/3 restantes
podrían conformar una alternativa a que todo siga igual ¿Tan difícil es acordar
un programa de mínimos que aborde la regeneración democrática y la lucha contra
la corrupción? Hasta C’s se apuntaría. Debería encabezarlo el PSOE, como primer
partido de la oposición. Pero, ¿lo permitirían los poderes financieros? Esa es
la cuestión. Al PSOE le toca decidir su futuro.
PASAR PÁGINA
Cuatro
décadas después de la muerte de Franco, algunas de las asignaturas pendientes de
la Transición siguen sin solucionarse. El sistema democrático instaurado
entonces, a pesar de sus logros, da señales inequívocas de agotamiento. La
corrupción sistémica del partido hegemónico de la derecha le ha asestado la
puntilla. Tal vez el caso del PP valenciano sea el peor. Sobre él pende la
grave acusación de ser una organización con ánimo de delinquir y haber
financiado de forma ilegal varias de sus campañas electorales. Todo el grupo
municipal está imputado, ahora investigado, por prácticas fraudulentas. Sin
embargo, mucha gente sigue votando al PP. Un apoyo que le aleja de cualquier
voluntad renovadora. Ese es el drama. Y lo que hace más urgente si cabe apartarlo
del gobierno. La corrupción carcome toda su estructura. De Bárcenas a Gustavo
de Arístegui no hay rincón del PP libre de pecado. Robar no es el peor. La
invasión y la guerra en Iraq se justificó en pruebas falsas. Ni Saddam Hussein
era una amenaza, ni había armas de destrucción masiva. Es lo que dice el
informe elaborado tras 7 años por la comisión de investigación encabezada por John
Chilcot. El 3 de marzo de 2003, todos los diputados del PP aplaudieron en el
Congreso la foto del trio de las Azores y sus hazañas bélicas. Ni Aznar ni el
PP han pedido perdón. Veremos lo que dice la justicia. Rajoy formaba parte de
aquel ejecutivo guerrero. También Arístegui que tenía en nómina al cunero
Pujalte. Muchos coinciden en la necesidad de pasar página a un cuatrienio ominoso.
Fuera es fuera, o como dice la nueva dama de hierro de los tories, Theresa May,
“brexit is brexit”.
URBANO GARCIA
urbanogarciaperez@gmail.com
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